viernes, 31 de agosto de 2012

True Romance

Como algunos ya sabrán (y otros se estarán enterando ahora), el director británico, Tony Scott (hermano de Ridley) perdió la vida hace unos pocos días. Todavía no se han esclarecido las causas o qué sucedió pero a nosotros no nos importa: lo que sí nos interesa es su legado como realizador. Para homenajearlo, he decidido criticar una de sus películas. La elegida fue True Romance (Amor a quemarropas, La fuga o Escape salvaje) que, por su elenco, su guionista y su propuesta, me resultó irresistible.

Clarence Worley (Christian Slater) es un ciudadano de Detroit, fanático de Elvis Presley y de las películas de artes marciales. Este joven solitario disfruta de su velada de cine, con triple dosis de Sonny Chiba, hasta que una rubia despampanante entra en la sala y derrama sus pochoclos encima de él. Alabama (Patricia Arquette) y Clarence establecen una conexión inmediata y deciden pasar la noche juntos. Pero todo era demasiado cierto para ser real: Alabama es una prostituta contratada que se fugó de su hogar y del temible proxeneta, Drxl Spivey (Gary Oldman).

Sin embargo, ellos se han enamorado profundamente y deciden casarse para irse a vivir juntos. Aunque para Clarence no es tan fácil. Antes de empezar de nuevo y comenzar un nuevo viaje en su Cadillac púrpura, él necesitará enfrentar a los fantasmas del pasado de su esposa para poder vivir un mejor presente.

Esta cinta afirma mi teoría sobre la importancia del guión, por encima del resto de los componentes de una película; y esto se lo debemos al gran Quentin Tarantino (Kill Bill, Bastardos sin Gloria). Momento clave para la carrera de Tarantino, un año después de su debut como director en un largometraje (Reservoir Dogs) y un año antes de consagrarse como uno de los mejores con Pulp Fiction.

Volviendo a la trascendencia del argumento, los protagonistas de este film no son de primer nivel pero esto carece de importancia desde el primer momento que este brillante guión propone revitalizar el romance como tema central, rodeado de un mundo criminal e indecente.

Seamos sinceros, ¿a quién se le puede ocurrir una historia de amor entre una chica a pedido y un muchacho con problemas de identidad? Hace muchos años vi Titanic y no pienso verla por muchos otros más, ni a ningún largometraje que se le parezca. Me saco el sombrero ante Tony Scott que, acostumbrado a otro estilo de producciones (Top Gun, Man On Fire), se hizo de coraje y aceptó esta propuesta arriesgada, adquiriendo los derechos de la obra.

Lo que no se puede negar, es que han rodeado a la pareja principal de grandes actores secundarios, que aportan lo suyo en cada aparición breve que auspician, como Dennis Hopper (Easy Rider, Speed), Gary Oldman (Leon, The Dark Knight Rises, El topo), Christopher Walken (El Francotirador, Atrápame Si Puedes), Brad Pitt (Se7en, Fight Club, Babel), Samuel L. Jackson (Unthinkable, Los Vengadores), Tom Sizemore (Asesinos Natos), Val Kilmer (Kiss Kiss, Bang Bang), James Gandolfini (Sopranos), Chris Penn (Reservoir Dogs) y Michael Rapaport (Prison Break).

Puebra de esto es el provocador y educativo diálogo, entre Walken y Hopper, sobre las mentiras y los sicilianos; donde la calidad del libreto y la maestría actoral se combinan de la mejor manera. Como también la electrizante escena de acción, disparos y sangre cerca del final.

Además, yo no soy de los que se emocionan con los efectos especiales y creo que muchas veces restan más de lo que potencian. Lo que sí suma mucho en esta cinta son los escenarios y su fantástica banda sonora, que va desde Elvis Presley y Billy Idol hasta Aerosmith y Soundgarden, además de los aportes del siempre destacado Hans Zimmer.

Por mi crítica parece que rindo más homenaje a Tarantino que a Scott y, está claro que considero más a uno que otro. Pero lo que quiero destacar con True Romance, es el momento de astucia que tuvo Tony Scott, rompiendo sus propios moldes y estructuras, para llevar a cabo esta obra que se ha convertido en una excitante road movie de culto, cargada de sensualidad, frenesí, dinamismo, humor negro y brillantes interpretaciones.

Ficha Técnica

Reparto: Christian Slater – Patricia Arquette – Dennis Hopper.
Director: Tony Scott
Año: 1993.
Duración: 120 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine

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