sábado, 1 de febrero de 2014

Rush

Así es: nuevo regreso de El Guionista. Muchos de ustedes sabrán que el 2 de marzo se celebrará la 86ª edición de los Oscar. Es por eso que nos volvemos a reunir con ustedes, queridos amigos cinéfilos. Para dar inicio a este nuevo reencuentro podríamos haber elegido alguna de las ocho nominadas a mejor película restantes (ya había criticado Gravity), pero preferimos empezar con un largometraje que, para mí, fue una gratísima sorpresa, y considero que merecía más de lo que recibió.

“25 pilotos inician cada temporada en Fórmula 1 y, cada año, dos mueren”. Justamente, Rush se centra en la vida de dos deportistas de esta competencia, afamados por su rivalidad, que comenzó varios años antes de que revista público conocimiento. El austriaco, Niki Lauda (Daniel Brühl) vs. el británico, James Hunt (Chris Hemsworth): el primero, reservado, frío y calculador; mientras que el segundo, vanidoso, apasionado y temerario. Pero a ambos los une el mismo anhelo desesperado de ser el número 1 en lo que mejor saben hacer: correr autos de F1.

Debo confesarme. Mi primer contacto con Rush fue ver el póster donde la figura estelar era Chris Hemsworth: no fue algo muy alentador. Sin embargo, me informé más y descubrí que se trataba de una historia verídica de dos pilotos de F1 -poco sé de autos, menos de esta categoría- y empezó a picarme el bichito de la curiosidad. Luego descubrí que Brühl y Ron Howard (Frost/Nixon, El Código Da Vinci) también eran parte de la producción. Mis intenciones de verla aumentaron al comprobar críticas muy positivas sobre el film en cuestión.

Rush es más que carrocerías a alta velocidad y neumáticos a punto de pincharse: es un drama deportivo que se inmiscuye en los inicios de esta tensa relación de los dos corredores, generando un contrapunto entre ambos que va creciendo al correr los fotogramas del carrete y los años en la pantalla. Desde la Fórmula 3 al gran salto. Desde sus humildes vehículos hasta ir en contra de sus familias (ambas compuestas por doctores, políticos y empresarios) para llegar al primer plano. Desde sus distintos perfiles y actitudes incompatibles hasta sus mismas ansias por la victoria que dan como resultado un enfrentamiento que siempre estuvo más allá de lo que sucedía dentro de la pista, pero que jamás dejó de lado la lealtad y el respeto. Una rivalidad ardiente, pero noble.

Ron Howard con total sobriedad, sumo cuidado y destacable inteligencia decidió despegarse de cualquier estereotipo hollywoodense como los exagerados efectos especiales de Michael Bay o los lacrimógenos golpes bajos de Steven Spielberg. A cambio, nos brinda una recreación fantástica de una historia que compara, contrapone y asemeja a sus protagonistas, cuya proximidad con la muerte los hace vivir cada día como el último; además de excitantes secuencias de carreras, que sobresalen por sí mismas y más si intentamos hacer memoria sobre anteriores trabajos.

Voy a tener que revisar minuciosamente las actuaciones de los finalmente ternados, porque la labor de Daniel Brühl (Bastardos sin gloria, Los edukadores) es sublime y, seguramente, debe haber sido considerado hasta último momento. Al menos, el hispano alemán fue nominado en los Globos de Oro, aunque extrañadamente como mejor reparto de drama, siendo claro protagonista –igualmente, no sorprende este tipo de ingenierías para que todos queden conformes-. Brühl tuvo la suerte de estar bajo la tutela del verdadero Niki Lauda y la capacidad innata para asimilar sus expresiones, modales y rústico acento austriaco.

Chris Hemsworth (Los Vengadores, Thor 2) no corrió con la misma fortuna que Brühl, aunque también brinda una caracterización que, sin soslayar, demuestra que puede ser algo más que un niño bonito con físico escultural en lo que, seguramente, haya sido su papel más serio y más dedicado.

Cuando disfruten de esta cinta, ustedes podrán ingresar en este link y comprobar que la elección del elenco fue más que acertada, como también cuán fidedigna es la composición del relato.

No puedo olvidarme de la banda sonora de Hans Zimmer (cuyos trabajos son, mínamente, muy buenos), ni de recordar la mención que recibió uno de los nuestros: Carlos “Lole” Reutemann, actual senador nacional y el segundo mejor piloto argentino de F1, también tiene su espacio.

No he visto muchas, pero puedo asegurar que Rush será recordada como una de las mejores obras de automovilismo. Todo lo que les mencioné es que tomé la decisión de redondear hacia arriba mi calificación.

¿Existirá la posibilidad de que, en algunos cuantos años, se realice una cinta que retrate la rivalidad entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, de la misma manera respetuosa, verosímil e impecable como lo fue Rush para Lauda y Hunt? Condimentos sobran y se han hecho buenas películas con mucho menos que eso. Además, los amantes del fútbol nos merecemos un film (no documental) que deje de bastardear a tan hermoso e inclusivo deporte.

Para concluir, no es condición ser fanático de los autos o de la Fórmula 1. Sólo hay que sentarse y dejarse llevar por una maravillosa historia, narrada de manera fascinante e interpretada a igual altura, o quizás mayor. Rush es una de las mejores películas de 2013 y es una total injusticia que no haya sido considerada, al menos, como la décima nominada a mejor producción por la Academia. Imperdible.

Ficha Técnica

Reparto: Daniel Brühl – Chris Hemsworth – Alexandra Maria Lara – Olivia Wilde.
Director: Ron Howard.
Año: 2013
Duración: 115 minutos.
Calificación El Guionista: 9.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine



1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Para mi fue la mejor pelicula del 2013. El solo hecho de que ahora yo recuerde a Hemsworth como James Hunt y no como Thor deberia ser merito suficiente. Ya ni hablo de Bruhl (ACTORAZO), la banda sonora de Zimmer o el tratamiento de Ron a la historia. Impecable y conmovedora desde todo punto de vista.

    La escena de Lauda remontando posiciones en Italia lo es todo.

    Saludos!

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