lunes, 28 de enero de 2013

Hombre Mirando Al Sudeste

Empezamos un nuevo año y, mientras se acercan las premiaciones, El Guionista sigue dándole importancia a las producciones nacionales. Además esto me sirve para revalorizar las obras de mi país que, claramente, no son abundantes y cuesta encontrar a las de culto, pero que existen. En Un Oso Rojo prometí sorpresas del cine argentino y aquí va una de ellas: Hombre Mirando al Sudeste, una película vanguardista, original y muy humana. Cargada de un contenido filosófico-psicológico, es una metáfora sobre la vida misma y las verdades universales que creemos irrefutables, que todos deberían ver.

El doctor Julio Denis (Lorenzo Quinteros) se encuentra descontento tanto con su profesión como su vida en sí. Todo cambia cuando en el neuropsiquiátrico aparece un nuevo paciente que se interna por su propia voluntad. Él es Rantés (Hugo Soto), un joven que asegura venir de otro planeta. Primero, escéptico; luego, entusiasmado, el doctor Denis comienza a reavivar su pasión por su trabajo y se interesa en saber si este muchacho tan inteligente, culto y bondadoso es un delirante o si, de verdad, viene de otro planeta.

¿Este argumento les suena familiar? Así como la mediocre Criminal se basó en la sobresaliente Nueve Reinas o como Elsa y Fred (coproducción argentino-española) tendrá una reversión homónima en este 2013; K-Pax se ha inspirado en el argumento de Hombre Mirando Al Sudeste con la diferencia que la ha plagiado y no puso un solo dólar reconociendo los derechos.

Podría decirles que mi cultura de cine nacional me llevó a conocer este título o que admiro a alguno de sus intérpretes; pero les estaría mintiendo. El único motivo por el cual conocí a esta película y a sus actores tiene dos palabras: Pedro Aznar. Este músico multiinstrumentista fuera de serie que, sin lugar a dudas, se ubica a la misma altura de otros astros como Luis Alberto Spinetta o Charly García, es el responsable de su banda de sonido (algo por demás intensa, pero adecuadamente melancólica) y mi fanatismo por el bueno de Pedrito y mi sed voraz de adquirir toda su discografía me llevaron a conocer esta cinta.

Con esto quiero decirle gracias a la música por ayudarme a conocer otras expresiones de arte, como lo es el cine, que me despierta la misma pasión. También me apena el hecho de que haya llegado a ella por otro medio, lo que significa que muchos deben estar en la misma situación de desconocimiento en la que yo estuve porque nuestros canales de televisión prefieren pasar la filmografía de Ben Stiller o de Adam Sandler que algo de la nacional.

Volviendo a Hombre Mirando al Sudeste, es verdad que tampoco conocía a su director y no había visto ninguna de sus realizaciones. De Eliseo Subiela sólo me queda decir que fue un adelantado. Su guión original y dirección dieron rienda suelta a un film que hoy mismo sigue manteniendo vigencia gracias a interpretaciones muy sólidas de sus dos protagonistas y a su profundo y crítico análisis sobre la sociedad contemporánea que, hoy, después de 26 años y salvo por los avances tecnológicos, continúa con el mismo proceder y con la misma dificultad de entender y creer en cosas que superan su raciocinio o su fe.


Me voy a dar el gusto de citar una de esas agudas conversaciones que mantienen el doctor Denis con Rantés, así que quedan advertidos, por si prefieren pispiar un poco o pasar al próximo párrafo.

Situación: Al descubrir una caja de recortes de Rantés, el doctor Denis le pregunta de qué se tratan y el joven le responde que es información.

Doctor: ¿Información sobre qué?

Rantés: Sobre la más mortal arma terrestre. Nosotros sabemos qué hacer frente a las otras armas que tienen ustedes, pero está todavía nos preocupa. Nos desconcierta.

Doctor: ¿Qué arma Rantés?

Rantés: La estupidez… la estupidez humana.


Además posee una de las escenas más maravillosas que vi del cine argentino, aquella que es acompañada por la bellísima música de la Sinfonía Nº 9 del legendario Ludwig van Beethoven.

¿Cuál es la diferencia más grande con K-Pax? La película protagonizada por Kevin Spacey y Jeff Bridges intentar cerrar el círculo que la obra de Subiela no hace del todo. Pero al hacer esto, pierde la brújula y deja de mirar al sudeste: prefiere centrarse en la vida de Prot. Mientras que la obra argentina, estrenada 15 años antes, utiliza a este “paciente volador no identificado” como la excusa perfecta para que un forastero pueda hacer el análisis más racional y crítico sobre nuestra sociedad.

No es por nacionalista ni por ser justos (si me basara en eso, habría un claro ganador): prefiero a Hombre Mirando al Sudeste porque como espectador y como persona me deja mucho más satisfecho al ser tan honda y tan humana.

Siempre destaqué la importancia de que el cine nos deje enseñanzas. En este caso más que lecciones, nos lleva a debatir y reflexionar sobre muchos de los aspectos que creemos rutinarios y normales, pero que, claramente, no deberían serlo. De lo mejor que he visto en cuanto al cine nacional.

Ficha Técnica

Reparto: Lorenzo Quinteros – Hugo Soto – Inés Vernengo.
Director: Eliseo Subiela.
Año: 1986.
Duración: 105 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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