Empezamos un nuevo año y, mientras se acercan las
premiaciones, El Guionista sigue dándole importancia a las producciones
nacionales. Además esto me sirve para revalorizar las obras de mi país que,
claramente, no son abundantes y cuesta encontrar a las de culto, pero que
existen. En Un Oso Rojo prometí sorpresas del cine argentino y aquí va una de
ellas: Hombre Mirando al Sudeste, una película vanguardista, original y muy humana. Cargada de un contenido filosófico-psicológico, es una metáfora sobre
la vida misma y las verdades universales que creemos irrefutables, que todos
deberían ver.
El doctor Julio Denis (Lorenzo Quinteros) se encuentra
descontento tanto con su profesión como su vida en sí. Todo cambia cuando en el
neuropsiquiátrico aparece un nuevo paciente que se interna por su propia
voluntad. Él es Rantés (Hugo Soto), un joven que asegura venir de otro planeta.
Primero, escéptico; luego, entusiasmado, el doctor Denis comienza a reavivar su
pasión por su trabajo y se interesa en saber si este muchacho tan inteligente,
culto y bondadoso es un delirante o si, de verdad, viene de otro planeta.
¿Este argumento les suena familiar? Así como la mediocre
Criminal se basó en la sobresaliente Nueve Reinas o como Elsa y Fred (coproducción
argentino-española) tendrá una reversión homónima en este 2013; K-Pax se ha
inspirado en el argumento de Hombre Mirando Al Sudeste con la diferencia que la
ha plagiado y no puso un solo dólar reconociendo los derechos.
Podría decirles que mi cultura de cine nacional me llevó a
conocer este título o que admiro a alguno de sus intérpretes; pero les estaría
mintiendo. El único motivo por el cual conocí a esta película y a sus actores
tiene dos palabras: Pedro Aznar. Este músico multiinstrumentista fuera de serie que, sin lugar a dudas, se ubica a la misma altura de otros astros como Luis
Alberto Spinetta o Charly García, es el responsable de su banda de sonido (algo
por demás intensa, pero adecuadamente melancólica) y mi fanatismo por el bueno
de Pedrito y mi sed voraz de adquirir toda su discografía me llevaron a conocer
esta cinta.
Con esto quiero decirle gracias a la música por ayudarme a
conocer otras expresiones de arte, como lo es el cine, que me despierta la
misma pasión. También me apena el hecho de que haya llegado a ella por otro
medio, lo que significa que muchos deben estar en la misma situación de
desconocimiento en la que yo estuve porque nuestros canales de televisión
prefieren pasar la filmografía de Ben Stiller o de Adam Sandler que algo de la nacional.
Volviendo a Hombre Mirando al Sudeste, es verdad que tampoco
conocía a su director y no había visto ninguna de sus realizaciones. De Eliseo Subiela sólo me queda decir que fue un adelantado. Su guión original y dirección
dieron rienda suelta a un film que hoy mismo sigue manteniendo vigencia gracias
a interpretaciones muy sólidas de sus dos protagonistas y a su profundo y
crítico análisis sobre la sociedad contemporánea que, hoy, después de 26 años y
salvo por los avances tecnológicos, continúa con el mismo proceder y con la
misma dificultad de entender y creer en cosas que superan su raciocinio o su fe.
Me voy a dar el gusto de citar una de esas agudas
conversaciones que mantienen el doctor Denis con Rantés, así que quedan
advertidos, por si prefieren pispiar un poco o pasar al próximo párrafo.
Situación: Al descubrir una caja de recortes de Rantés, el
doctor Denis le pregunta de qué se tratan y el joven le responde que es
información.
Doctor: ¿Información sobre qué?
Rantés: Sobre la más mortal arma terrestre. Nosotros sabemos
qué hacer frente a las otras armas que tienen ustedes, pero está todavía nos
preocupa. Nos desconcierta.
Doctor: ¿Qué arma Rantés?
Rantés: La estupidez… la estupidez humana.
Además posee una de las escenas más maravillosas que vi del
cine argentino, aquella que es acompañada por la bellísima música de la Sinfonía Nº 9 del legendario Ludwig van Beethoven.
¿Cuál es la diferencia más grande con K-Pax? La película
protagonizada por Kevin Spacey y Jeff Bridges intentar cerrar el círculo que la
obra de Subiela no hace del todo. Pero al hacer esto, pierde la brújula y deja
de mirar al sudeste: prefiere centrarse en la vida de Prot. Mientras que la
obra argentina, estrenada 15 años antes, utiliza a este “paciente volador no
identificado” como la excusa perfecta para que un forastero pueda hacer el
análisis más racional y crítico sobre nuestra sociedad.
No es por nacionalista ni por ser justos (si me basara en
eso, habría un claro ganador): prefiero a Hombre Mirando al Sudeste porque como
espectador y como persona me deja mucho más satisfecho al ser tan honda y tan humana.
Siempre destaqué la importancia de que el cine nos deje
enseñanzas. En este caso más que lecciones, nos lleva a debatir y reflexionar sobre
muchos de los aspectos que creemos rutinarios y normales, pero que, claramente,
no deberían serlo. De lo mejor que he visto en cuanto al cine nacional.
Ficha Técnica
Reparto: Lorenzo Quinteros – Hugo Soto – Inés Vernengo.
Director: Eliseo Subiela.
Año: 1986.
Duración: 105 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
No hay comentarios:
Publicar un comentario