miércoles, 23 de enero de 2013

Wreck-It Ralph

De vuelta en el ruedo, me alegra mucho comunicarles que nuestro querido amigo, Marxelo SanPol, ha decidido volver a participar en El Guionista, luego de innumerables pedidos de mi parte. Ustedes deberán recordarlo por su maravilloso artículo sobre Brave y por ser un apasionado seguidor de las películas animadas y, en especial, del mundo Pixar. Sin más preámbulos, los dejo en su compañía: Disfruten de Wreck-It Ralph (conocida también como Ralph, el demoledor o ¡Rompe Ralph!) una de las cinco nominadas a obtener el Oscar por mejor película de animación.

- En lo personal siempre me resultó muy difícil reseñar películas. Cuando alguien me pregunta mis impresiones, siento que comienzo a balbucear. Más allá de mis evidentes incapacidades descriptivas, intuyo que el lenguaje cinematográfico sólo se comprende frente a la pantalla. Para saber de qué se trata una película, simplemente hay que verla.

¿Qué hago entonces escribiendo sobre la más reciente producción de Disney? Digamos que cumplo con el pedido casi intimidatorio del Sr. Castaño. Hecho el descargo, paso a contarles mi experiencia con Ralph, el demoledor.

Es sabido que la objetividad me resulta imposible cuando se trata de Disney, pero no pretendo ser objetivo ya que no soy crítico (¡Aslan me libre de serlo!).

Cuando los responsables del estudio del ratón presentan lo que -2 ó 3 años más tarde- será una nueva película, se activan mis expectativas. Desde ese momento, permanezco atento al mínimo resabio de información que cada tanto aparece para mantener encendida la llama del fanatismo.

De Ralph no se supo demasiado. Recién el 2012 arrojó migajas acerca de la trama y de los personajes que se convertirían en sus protagonistas.

Cuando finalmente llegó el día de sentarme en mi butaca y decir: "Disney, lo hiciste otra vez", no pude decirlo.

Entrar al universo de Ralph, el demoledor requiere de haber transitado previamente por un universo gamer del que -evidentemente- nunca fui parte. Las referencias son incontables y se suceden con la vertiginosidad propia de los videojuegos, pero todas ellas me dejaron con esa sensación de "acá pasó algo gracioso pero no entendí qué".

Sé que los guiños son un extra que el más despistado puede obviar sin perder de vista el hilo de la historia principal; pero en esta película en particular, todo parece ser un gran guiño destinado a despertar en la platea risas y exclamaciones de lo más variadas. Eso se vuelve frustrante para quien se queda afuera. Sin embargo, la película es extraordinaria a nivel visual -algo imprescindible cuando se trata de animación-. En ese sentido Disney es indiscutible y está a años luz del más pretencioso de sus competidores. No existen fisuras en cuanto a la técnica, ni siquiera en la elección de un 3D más sutil que el habitual.

Hasta acá fue mi no-crítica basada en la primera impresión. Dicen que la primera es la que cuenta, pero yo nunca estuve muy seguro de eso. Por ese motivo decidí darle una nueva oportunidad al gigantón de gran corazón. Volví a verla y ahora podría contarles impresiones bastante diferentes a las hasta ahora escritas. Si bien algunos guiños continuaron siendo inentendibles para mí, ya no los necesité para dejarme llevar por el cuento. En definitiva, el cine se trata de eso, de dejarse llevar.

En un punto Ralph es una analogía de nosotros mismos, como individuos y como sociedad; de las rutinas y los roles que asumimos sin haberlos elegido jamás; de la mecanización de la vida y de la carrera tras objetivos que nos fueron impuestos. Ralph demoró 30 años en comprenderlo y -sabiendo que sólo con eso no era suficiente- se corrió de su metro cuadrado y salió en busca de su identidad. Sí, sobre eso habla Disney desde sus comienzos. Descubrir quiénes somos y empezar a vivir de acuerdo a eso.

La dirección de Rich Moore nos lleva a través del viaje iniciático de Ralph con el ritmo exacto que su historia necesita, atravesando estados de ánimo, redenciones varias y una escena final realmente conmovedora.

Si bien Ralph, el demoledor es la película "menos Disney" de Disney, merece ser vista y disfrutada en la gran pantalla. Quizás no se convierta nunca en un nuevo clásico, pero tiene elementos que la harán inolvidable.

El broche de oro -en este caso- está al comienzo, con Paperman, el corto que antecede a Ralph, uno de los más bellos de los últimos años. -

Ficha Técnica

Director: Rich Moore.
Año: 2012.
Duración: 108 minutos.
Calificación El Guionista: 7
Películas por catálogo: aún no.

Tráiler para Cine


No hay comentarios:

Publicar un comentario