Ya saben de mi pasión por el cine negro (mafiosos, tiros, traiciones, vendettas, etc.) y hoy, para este Martes de crimen, les traigo una que es muy particular. Además, como el blog es relativamente joven, todavía hay muchos grandes actores que no hemos nombrado. Así que procedo a matar dos pájaros de un tiro.
Road To Perdition (Camino a la perdición) toma lugar en Chicago, durante los años 30, momento en el cual, el famosísimo gangster, Alphonse Gabriel Capone (más conocido como “Al”) gobernaba las calles. Mike Sullivan (Tom Hanks) es un padre de familia, que trabaja para John Rooney (Paul Newman), el líder de la organización mafiosa del barrio, quien al mismo tiempo es su padrino ya que, cuando no tenía nada, él le dio la oportunidad de servirle y lo ha re compensado con bienestar económico y con su protección.
Mike es un fiel sicario del señor Rooney y junto a Connor (hijo de Rooney, interpretado por Daniel Craig), realizan “las misiones” que les designa el jefe. Mike, de personalidad muy conservadora, cerrada, es el sostén de su familia y pese a no ser muy afectuoso; vive para el bienestar de ellos. Él tiene dos hijos, Michael (Tyler Hoechlin) y Peter, quienes empiezan a sospechar de la labor que él realiza. Esta es la razón por la cual, una noche, Michael se introduce en el auto de nuestro héroe y con sus propios ojos es testigo de uno de los trabajos que ejecuta su padre. A partir de aquí nada será igual.
Este hecho destruirá a su familia y será la causa de que padre e hijo deban escapar de su hogar. Ambos deberán largarse a la ruta para sobrevivir y se dirigirán a Perdition (por eso el título), un pueblo donde vive la tía de los niños. Pero Mike descubrirá que el viaje es muy peligroso y necesitará de su hijo, más que nunca. Juntos diseñarán un plan para poder ajusticiar a los responsables y así terminar con el infierno que están atravesando.
El tema central, claramente es la venganza. Ellos emprenderán su viaje de huida tanto para salvar sus vidas como para tomarse revancha de quienes desataron el caos en ellas. Pero este tema desembocará en otros, como el amor paterno-filial; tanto entre Mike y Michael, como entre el mismo Mike con el señor Rooney (o con Connor). De a poco veremos a nuestro héroe soltarse en sus emociones sin ser muy sentimental ni explícito; pero siempre demostrando en los hechos. La situación lo obligará a pasar más tiempo con su hijo e ir conociéndolo, mientras de a poco comienza a enseñarles cosas como manejar un auto (escena que destaco ya que sin caer en un sentimentalismo burdo, se puede apreciar el amor entre padre e hijo).
Lo de Tom Hanks no sorprende. El que se osa a dudar de su capacidad y calidad actoral merece, mínimo, el destierro. Un actor que se popularizó con innumerables comedias hasta que sorprendió a todos con su papel en Philadelphia y se consolidó con la bellísima Forrest Gump. En este dramón, interpreta a un padre que entregó su vida (en todo sentido) para el bienestar de su familia y para que, sus hijos, jamás tengan que hacer lo que él hace. Obviamente, también nos brindará escena que nos despertará alguna sonrisa; pero su papel es de una persona sumamente cerrada y seria, y él lo interpreta a la perfección.
Pero déjenme decirles que Jude Law (eXistenZ, My Blueberry Nights) no es para nada menos. En mi opinión, es un buen actor que además su facha lo ayuda (al único que se la envidio de verdad); pero en esta obra realiza una gran tarea. Aunque aquí no veremos al Jude de siempre, siempre tan pintón y elegante; para nada. Medio pelado, desalineado, con los dientes sucios y uñas largas; lleva a cabo una de sus mejores actuaciones, personificando a Maguire, una especie de fotógrafo con altos grados de violencia. Un personaje totalmente sádico, desagradable y odioso.
Tampoco puedo olvidarme de Paul Newman que, con su basta presencia, interpreta de manera brillante al capo mafia Rooney. Comparte un diálogo maravilloso con Hanks, en el que le aclara que el destino de todos ellos “no será el Cielo” (otra escena brillante, seguido de una aún mejor). Newman recibió la nominación de los Oscar a mejor reparto y con esto se despidió del séptimo arte, a lo grande; como lo es y será él. También vale el homenaje.
De escenografía y ambientación brillante, Sam Mendes logrará situarnos de inmediato en el contexto donde la homónima historieta (en la cual se inspira el film) creada por Max Collins y Richard Riers, nos quiere poner. Luego de su gran debut con Belleza Americana, Mendes nos deleita con esta obra soberbia, que mantiene un buen ritmo sin sobresaltos ni exageraciones y que es moderna pero a su vez logra revivir espíritu clásico del film-noir. Una muy bella cinta, que realmente es recomendable, tanto por la trama como por el cambio dramático de los personajes.
Ficha Técnica
Reparto: Tom Hanks – Tyler Hoechlin – Paul Newman – Jude Law.
Director: Sam Mendes.
Año: 2002.
Duración: 117 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Películón! No se puede agregar nada a lo que escribiste. Concuerdo con el pedido de destierro para quien tenga el atrevimiento de encasillar al viejo Tom en comedias "para minitas".
ResponderEliminarCoincido también con tu opinión acerca de Jude Hastadefeosalgobien Law. Es un groso que encima cae copado como Leo Di.
Nunca entendí bien cuáles son las características que definen a un film noir, sólo sé que esa palabra garpa en reuniones jaja
Saludos pochocleros
Marxelo
Qué bueno haber vuelto y saber que contamos con nuestro fiel seguidor número 1. En un futuro tendremos millones más de los miles que ya tenemos hoy (?), pero siempre serás el "namber uan".
ResponderEliminarEn mi opinión, esta peli con Eastern Promises es de las últimas que recrean un ambiente "noir" si se puede decir: la diferencia radica en los tiempos de cada una; pero ambas me gustan mucho.
Abrazo grande Marxe, gracias por pasar como siempre.