Men In Black 3

Saben ustedes que, antes de cada crítica, a mí me gusta compartir alguna reflexión, idea, comentario, comunicado, boletín o desvarío discursivo para no vomitarles directamente mi opinión sobre tal o cual película o, como ocurrió la semana pasada, sobre un corto ficcional. Si no tienen idea de qué hablo, no saben lo que se pierden (hablo de mi crítica, no del corto), pero bueno, chequeen este link y listo.

Ahora bien, volviendo a lo comentado previamente, hoy me gustaría iniciar con un pequeño relato que persigue dos objetivos: entretener a nuestros queridos lectores que, me consta, aman mi ágil y agradable prosa y también encontrar una razón medianamente decente que explique por qué no solo vi Men in Black 3 entera, sino también por qué lo hice en el cine. El relato se llama "¿Qué hubiera hecho usted?" y lo ofrezco con mucho gusto:

El complejo denominado Village Caballito encontraba, en una fría noche de sábado, a dos jóvenes periodistas que, luego de disfrutar de una deliciosa cena a base de comida rápida, buscaban una buena película para ver a falta de un mejor plan de sábado por la  noche que incluyera bebidas alcohólicas y mujeres ligeras de ropa. Al llegar a las boleterías del mencionado lugar, uno de estos jóvenes (dueño de un exitoso blog de cine) pidió dos tickets para ver Elefante Blanco, la nueva obra de Pablo Trapero protagonizada por Richard Darín. "Te puedo ofrecer segunda fila al medio", replicó la vendedora de entradas. Luego de una breve discusión, el otro joven (cuya identidad permanecerá en secreto por su propio bien) tomó el toro por las astas y dijo: "ya fue, dame dos para Hombres de Negro". Conclusión: nos fumamos Men in Black 3 y, hasta la fecha, no hemos visto Elefante Blanco. Ahora, antes de pasar a mi opinión sobre esta superproducción hollywoodense, no puedo evitar preguntarles: ¿qué hubieran hecho ustedes?, ¿soportan una película argentina en segunda fila? y, lo más importante de todo, ¿dónde está mi elefante?

Invitados a enviarnos sus respuestas por medio de nuestra sección de comentarios, paso a lo importante:

Esta nueva entrega de los muchachos de negro llegaba a los cines para completar la trilogía de una historia que, de no haber existido, el mundo hubiera seguido existiendo lo más bien, tal vez algo más feliz. Pero bueno, a los estudios yankees les sobra la guita y parece que la gente fue a verla en buen número. De ahí su existencia y su posterior llegada a El Guionista.

En esta oportunidad, los creadores de Men in Black creyeron que la existencia de extraterrestres, armas destructoras, naves espaciales y demás elementos fantásticos no eran suficientes, por lo que decidieron incluir un viaje en el tiempo como parte fundamental de su guión. El protagonista de semejante travesía no es otro que el Agente J (Will Smith) que, una mañana luego de llegar al trabajo, descubre que su compañero, el Agente K (interpretado por Tommy Lee Jones y no por Aníbal Fernández como se rumoreó en un principio), no solo ha desaparecido sino que las personas que compartieron con él décadas de trabajo parecen nunca haberlo conocido.

La razón de semejante problema es que el malvado Boris The Animal (Jemaine Clement) ha viajado al pasado para matarlo, eliminando también su existencia en el futuro. De esta manera, el bueno de J viajará a un pasado anterior a este para evitar que Boris termine con la vida de su compañero.

Como dejé entrever en párrafos anteriores, la película no es buena ni mucho menos. Efectos especiales por millones, una buena recreación de la década del 60, una historia pobre y personajes meramente aceptables es todo lo que propone esta ¿última? entrega de Hombres de Negro que, vista en 3D, con un buen pochoclo (salado, claro está) y buena voluntad llegó a resultar entretenida y hasta aceptable para dos pobres amantes del séptimo arte que no pudieron ver Elefante Blanco.

Ficha Técnica

Reparto: Will Smith - Tommy Lee Jones - Josh Brolin - Emma Thompson.

Director: Barry Sonnenfeld.

Año: 2012.

Duración: 106 minutos.

Calificación El Guionista: 5.

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