martes, 18 de diciembre de 2012

Fisshu Sutôrî

Hacía bastante tiempo que en El Guionista no se hacía presente el cine de lejano oriente. En este caso, el país elegido nuevamente es Japón, pero con una particularidad: las anteriores dos veces que recomendé películas niponas, ambas eran de animación (Akira y Paprika). Creí que estaba siendo algo injusto, encasillando al país del implacable goleador (?), Takahara, con los “dibujitos” y decidí ver una película con actores de carne y hueso. Entonces, la elegida fue Fisshu Sutôrî, conocida mundialmente como Fish Story y carente de traducción para el idioma español, aunque no debería salir de “La historia de un pez” o “Si yo fuera un pez”.

“No me digas que la película se trata de un tipo que se convierte en pez o vive como si fuera tal…” No, para nada. Esta cinta es de lo más extraña, ambiciosa y seductora que vi en el último tiempo. Fish Story gira entorno de dos cosas: la profecía del fin del mundo y la canción homónima.

En 2012, a cinco horas de que un cometa golpee la Tierra para destruirla, un joven curioso por la música, se encuentra en una tienda de discos, intentando saciar su melomanía. Tanto él como el comerciante actúan como si no pasara nada y ambos se disponen a escuchar a Gekirin, una banda japonesa de punk, para nada exitosa, que en 1975 compuso un controvertido tema: “Fish Story”. Lo que ninguno de ellos sabe es la historia, el viaje y la relevancia que tuvo, tiene y tendrá esa canción.

Seré lo más honesto con ustedes: se me hace algo complicado criticar una película de vidas cruzadas con actores japoneses porque no poseo el conocimiento necesario de los actores y sus trabajos previos. Al ser multiprotagónica puedo decirles que todos los papeles me resultaron sólidos y, si debo escoger a mi favorito, elegiría el de Mirai Moriyama, el cocinero del ferry, secundado por el bajista y líder de Gekirin, interpretado por Atsushi Ito.

Pero lo que nadie puede obviar, después de verla, es la calidad reluciente y la abundante riqueza en todos sus aspectos. Acción, drama, comedia, crimen, suspenso: imposible categorizarla en un sólo género. Un puñado de historias (que podrían ser una película cada una de ellas) que, gracias a la magnífica dirección de Yoshihiro Nakamura, se mueven en el tiempo, sin perder su hilo conductor ni marear al espectador, y hacen lucir a todos sus intérpretes. Esto también se debe a la destacable adaptación del guionista Tamio Hayashi, sobre la innovadora y exótica novela de Kotaro Isaka.

Pese a que el trágico final está anunciado, aún así existen personajes dispuestos a rebelarse, sabiendo que pueden perderlo todo, con tal de torcer el destino. La verdad es que no se me pudo haber ocurrido mejor momento para verla: Fisshu Sutôrî es un canto a la justicia, la nobleza y al coraje, llena de optimismo pese a la reinante atmósfera de desanimo y malicia.

Cuando critiqué Up In The Air, manifesté mi opinión sobre el año 2009 y la calidad de sus producciones. Fish Story (cuyo final es superlativo y muy ilustrativo, atando todos los posibles cabos sueltos) es una de las joyitas de aquella temporada, y dudo mucho que haya sido vista masivamente.

Si ustedes, amigos cinéfilos, quieren gozar de una muy buena película y quieren animársele al cine japonés; ésta es su gran oportunidad. Una historia de valentía y de fe, una historia increíble… o, si se quiere, “la historia de un pez”.

Ficha Técnica

Reparto: Atsushi Ito – Kengo Kora - Mikako Tabe – Mirai Moriyama.
Director: Yoshihiro Nakamura.
Año: 2009.
Duración: 115 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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