jueves, 20 de diciembre de 2012

Gone Baby Gone

Si uno se toma el trabajo de tomar la caja del DVD de la película que hoy es protagonista de nuestro querido blog, verá que en la solapa de la misma encontrará las cosas habituales que esta parte del empaque suele incluir, como la duración del film, quiénes son sus protagonistas, de qué se trata la historia y algunas fotos o capturas de sus momentos más representativos, siempre cuidándose de no revelar información importante. Y, como también ocurre en la mayoría de los casos, verá que en su parte superior hay una especie de frase o eslogan que busca hacer las veces de gancho, como un elemento más para tentar al espectador que está buscando algo bueno para ver. En el caso de Gone Baby Gone, la frase en cuestión reza “hablarás de ella durante días”. Al margen de lo ambiciosa o pretenciosa que esta sentencia pueda parecer, yo la tomé como un condimento más de una película que ya había llamado mi atención por otros motivos que ya desarrollaré, por lo que me senté a verla para, entre otras cosas, ver si cumple esta promesa hecha en la cajita del disco. Y como el objetivo de generar interés e intriga en el público no se limita solo a los diseñadores de la cubierta de un DVD, terminaré este párrafo introductorio diciendo que si quieren saber si la película le hace honor a la frase citada, no tienen más que hacer clic en el siguiente “Seguir leyendo”.

Gone Baby Gone es un típico policial de suspenso que cuenta la historia de la desaparición, devenida en secuestro, de la pequeña Amanda McCready, de solo cuatro años de edad. Una tarde, luego de poner a su hija a dormir, Helene McCready decidió cruzar la calle para pasar un rato frente al televisor en la casa de su mejor amiga, como siempre lo hacía. Minutos más tarde, al regresar a su hogar, notó que Amanda había desaparecido sin dejar rastro alguno.

Al margen de este prólogo, que será repasado varias veces a lo largo de la película, el film comienza cuando el caso de la desaparición de Amanda ya llegó a los noticieros de todo Estados Unidos y su búsqueda es una causa nacional, pasados tres días desde el suceso. Y no menciono este dato por casualidad. En el país del norte, la gran mayoría de los casos de desapariciones que son resueltos con éxito culminan luego de, como mucho, 24 horas desde que se producen. Cuando pasa todo un día o más tiempo desde que la persona buscada se extraviara, el 90% de los casos quedan sin resolver o terminan de la peor manera, si saben a lo que me refiero.

Como consecuencia de esta desalentadora estadística, los tíos de la pequeña Amanda deciden, casi como último recurso, recurrir a dos detectives privados que se encargan de tratar con casos de desapariciones. Así, de la mano de Patrick Kenzie y Angie Gennaro (que, dicho sea de paso, son pareja además de compañeros de trabajo en su pequeña organización casera de detectives privados), empezaremos a recorrer esta historia que involucra a los familiares de Amanda, a sus vínculos con personajes no muy respetables de la ciudad, al detective Bressant de la policía local y hasta al Capitán de toda la fuerza, Jack Doyle.

Ahora bien, habrán notado que al presentar a cada personaje no incluí entre paréntesis el nombre del actor que lo interpreta, como suelo hacer. Esto es porque tanto el elenco como el director merecen su párrafo aparte.

Poco queda por decir de quien dirige y también formó parte del proceso de escritura del guión de esta película: Ben Affleck. Ya que si bien mi colega y amigo Dani Castaño se ha encargado de ponderar las virtudes de este buen actor devenido en magistral director en sus críticas a The Town o Argo, su más reciente obra, me veo obligado a destacar la labor del encargado de producir varios de los mejores momentos de suspenso que yo he visto últimamente, ya sea de la mano de un grupo de enmascarados ladrones organizados, de dos detectives privados tratando de encontrar a una nena desaparecida o de un grupo de diplomáticos que se hacen pasar por cineastas para salir de un país en guerra.

Mención especial también se merecen los actores de esta película, que logran un nivel de excelencia parejo con solamente un punto a destacar, por lo menos desde mi óptica. Gran trabajo de los protagonistas Casey Affleck (Good Will Hunting, trilogía La Gran Estafa, El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford) y Michelle Monaghan (La Supremacía Bourne, Sr. y Sra. Smith, Misión Imposible III); muy buenos aportes de Amy Ryan (Capote, Antes que el Diablo sepa que estás muerto, Changeling), Amy Madigan (Field of Dreams) y Titus Welliver (The Town, Man on a Ledge) como la madre y los tíos de Amanda respectivamente y nueva muestra de maestría actoral de Morgan Freeman (Se7en, The  Shawshank Redemption, Million Dollar Baby) interpretando al Capitán Jack Doyle. Pero el que más me gustó a mí, en su rol de detective policial encargado de la investigación de la desaparición de Amanda McCready, no es otro que el genial Ed Harris (The Firm, Una Mente Brillante, The Truman Show) que, en este caso, la descose con un personaje que empieza con una participación secundaria y que termina con una evolución dramática tan notable que se roba la película.

Una historia desgarradora, con personajes memorables, una dirección impecable, giros tan inesperados como emocionantes y un desenlace que está a la altura o que incluso logra superar el nivel de toda una trama que ya de por sí es para el recuerdo. La caja no miente. Hablarás de ella durante días.

Ficha Técnica

Reparto: Casey Affleck - Michelle Monaghan - Ed Harris - Morgan Freeman - Amy Ryan.
Director: Ben Affleck.
Año: 2007.
Duración: 114 minutos.
Calificación El Guionista: 9.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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