1965, Isla New Penzance, Nueva Inglaterra: Sam (Jared Gilman), un niño huérfano de doce años, es un boy scout nada popular. Sus pasiones son el dibujo y acampar. Suzy (Kara Hawyard), también de doce, es una niña conflictiva con tendencia a la violencia. Ella disfruta muchísimo de la lectura y de la música. La excesiva tranquilidad de New Penzance se verá absolutamente afectada por la desaparición de estos dos chicos; en especial por el hecho de que en cuatro días, una feroz tormenta se desatará en el archipiélago mientras ellos se hayan en la intemperie.
Wes Anderson: qué artista fuera de serie. Que quede asentado
que no soy un fanático suyo, pero más lejos me encuentro de ser un detractor.
Con algo más de quince años trabajando para la pantalla grande, este director
divide aguas, cual Moisés, entre los “andersonistas” y los
“anti-andersonistas”. Mi postura es la siguiente: si quiero disfrutar de su
filmografía, lo haré; pero seguramente sea en la comodidad que auspicia mi casa
y no tanto en un cine. Lo que ninguna facción puede negar es su estilo para
presentar cuestiones serias, en un marco sumamente detallista y cuidado, sin
desprolijidades.
Si hablamos del gran cuerpo de la obra el tema principal es
el primer amor, en el marco de la pre-adolescencia; interpretado, de manera
deslumbrante, por los debutantes Gilman y Hayward. Como tópico secundario se
encuentra uno de sus favoritos: la relación padres-hijos (como en The Darjeeling Limited o The Royal Tenenbaums). No sólo el poder del
amor se ve reflejado en Un reino bajo la Luna; sino también el intercambio de
roles entre los niños y los adultos, donde los primeros se toman con mayor
seriedad y madurez el asunto de la fuga y las responsabilidades; y los
segundos, desencantados por su vida, se dejan caer en el disconformismo y la
angustia.
En cuanto al contorno, los que conocemos a Anderson sabemos
que es una profesional muy generoso en cuanto al arte. Si no es el más
destacado, debe estar entre los primero cinco que mejor saben dar brillo a sus
obras, utilizando una variada gama de dos o tres colores puntuales: en este
caso, fueron el verde y el marrón, principalmente; y el amarillo, en menor
medida. La fotografía y el montaje de escenarios también han sido brillantes,
encandilando nuestra vista. La introducción en el hogar de Suzy, con los
travelling y los giros de 90º (como los de That 70’s Show, pero mucho más
poético), potenciada por la banda de sonido elegida por Alexandre Desplat (de
la élite de compositores contemporáneos, cuyas últimas obras integraron Argo,
The Ides of March, Harry Potter o El árbol de la vida), nos da los indicios y
pistas suficientes para reconocer que es una obra de Anderson y de qué tratará.
Creo que estos aspectos, en los venideros festivales, deberían arrasar con las
premiaciones.
El resto del elenco se compone de figuras sumamente
reconocidas como Bruce Willis (Looper), Edward Norton (America X, Fight Club)
Frances McDormand (Casi famosos, Primal Fear), Bill Murray (Broken Flowers,
Zombieland), Tilda Swinton (Benjamin Button), Jason Schwartzman (ScottPilgrim), Harvey Keitel (Taxi Driver, Reservoir Dogs) y Bob Balaban (Capote);
además de contar con otros jóvenes que seguramente, en unos años, sean una
grata revelación como lo fue el dúo protagónico de esta cinta.
Para finalizar, quiero decir que no la considero una
comedia, aunque sí tiene cuotas de humor, en base a situaciones absurdas o de
contrastes. Hay una escena puntual donde el film se torna (innecesariamente, en
mi opinión) algo violento. Creo que es un drama adolescente romántico muy bien
llevado. Seguramente los fanáticos del amigo Wes creerán que fui algo austero
con mi calificación.
Ficha Técnica
Reparto:
Jared Gilman – Kara Hayward – Bruce Willis – Edward Norton.
Director:
Wes Anderson.
Año: 2012.
Duración: 94 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Muy buena reseña, es una gran película con una excelente fotografía tipo vintage, las producciones de Scott Rudin hasta ahora han sido de las mejores, ya sea en drama o en comedia. No creo que sea para niños, aunque los niños de ahí son mucho más inteligentes que los adultos.
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