Live action, spin-off, reboot, secuela, precuela, trilogía, superpoderes, comics, series animadas… Muchos de estos términos no tienen sinónimos y algunos ni siquiera tienen traducción. Pero nuestro pensamiento asociativo nos redirige al único género que puede incluirlas a todas: el fantástico, el de superhéroes. Entre tanta movida enmascarada con Batman, Los Vengadores, Spider-Man, recordé haber visto X-Men: First Class a principios de este año y me había dejado un sabor agridulce. Por un extraño motivo, sentí que debía darle una segunda oportunidad.
1944, campo de concentración de Polonia; un niño es separado
a la fuerza de su padre y, en un intento desesperado de impedirlo, deforma una
reja de metal sin haberla tocado. Este hecho llama la atención de Klaus Schmidt
(Kevin Bacon), científico del régimen nazi que decide poner a prueba al joven,
de una manera terriblemente cruel: ejecutando a su madre frente a sus ojos. A
partir de ese momento, Erik Lensherr (Michael Fassbender) juró vengarse de
todos aquellos que lo utilizaron como una rata de laboratorio durante su
juventud, en especial de Schmidt.
1962, Universidad de Oxford; Charles Xavier (James McAvoy)
se recibe como profesor gracias a su tesis sobre mutación. En pleno festejo por
tamaño logro, Moira MacTaggert (Rose Byrne), una agente de la CIA , solicita los servicios de
Xavier para poder entender las habilidades de los mutantes y así enfrentarse en
mejores condiciones ante Sebastian Shaw, un mercenario que pretende desatar una
Tercera Guerra Mundial. Los caminos de Erik y de Xavier se cruzarán, forjando
una gran amistad que se caracterizará por conflictos constantes debido a sus
creencias opuestas. La meta es clara: detener a Shaw e impedir un desastre
nuclear; pero las cuestiones personales se impondrán sobre el objetivo
principal.
Lo primero a destacar es la actuación de Michael Fassbender
como Magneto. Cuando supe que el actor germano-irlandés aceptó este papel creí
que iba a meter los pies en el barro, pero la realidad es que fue quien mejor
se adueñó de su rol y cuya tarea supera la media. Él va enseñándonos el camino
que transitó la vida de Erik Lensherr, hasta convertirse en el villano más
letal de los hombres X. Además, en muchos momentos somos convencidos por sus
argumentos y ahí es cuando nos damos cuenta de la gran tarea de Fassbender. Sus
duelos con Sebastian Shaw durante todo el largometraje, y especialmente el del
final (incluyendo al diálogo), son lo mejor de esta producción.
Con este film terminamos de repasar las cinco obras que nuestro amigo Michael rodó durante el 2011 (Jane Eyre, Shame, Haywire, A Dangerous Method), concluyendo con su inobjetable consagración en la industria
cinematográfica y dejando en claro que fue el mejor actor de la temporada, pese
a obtener sólo una nominación al Globo de Oro por mejor protagónico masculino.
Lo segundo a remarcar son los super candentes atuendos que la
muy sensual January Jones (Unknown y Mad Men) sabe lucir. Pese a su escultural belleza, su desempeño como Emma Frost es muy pobre. Este personaje,
en comics o series, tiene una personalidad y una presencia que no sólo se basa
en sus trajes o en ser la carnada sexual de Shaw (recordemos que tiene los
mismos poderes de Xavier). Si va a formar parte de una posible secuela, su
línea dramática debería ser mucho más profunda y arriesgada (como sus conjuntos, que de ninguna manera deberían ser modificados).
Los demás no desentonan, luciéndose un poco más James McAvoy
(Wanted, Atonement) como Xavier y el bombón de Jennifer Lawrence (The Hunger Games, The Beaver) como Mystique, básicamente porque son los que más tiempo en
pantalla gozaron para poder expresar sus inquietudes, sus necesidades y sus
deseos. Por su parte, Kevin Bacon (Sleepers), un actor que jamás logró
convencerme, tiene una gran habilidad para desempeñar papeles cínicos y odiosos
que él los convierte en gente aún más deleznable. Así que su desempeño como el
doctor Schmidt y Sebastian Shaw es muy aceptable. El resto del elenco está
integrado por Jason Flemyng (Snatch, Benjamin Button) como Azazel, Nicholas Hoult (About a Boy) como Bestia, Rose Byrne como Moira MacTaggert, Oliver Platt
y un breve cameo de Hugh Jackman como Wolverine.
Hubo un interesante intento de ligarlo con la historia del
siglo XX, con la Segunda Guerra
Mundial o con las bases nucleares durante la Guerra Fría , como también con
las anteriores producciones (la escena del campo de concentración o la efímera
participación de Wolverine). Hubieran dado en el blanco si no hubiesen cometido
errores como elegir a Havok como uno de los reclutas, siendo el hermano menor
(sí, menor) de Cíclope, contradiciéndose con la trilogía anterior y con el
spin-off de Wolverine. También hay contradicción entre el final de Shaw y su
fugaz aparición en X-Men 2. Quedan colgados otros personajes como Bestia y
Mystique, a pesar de buscar una explicación científica a su juventud.
La peor escena, por lejos, y en la que me realmente me sentí
ofendido y ninguneado, es la de un bar en Villa Gesell donde atiende un
cantinero que insulta diciendo “cabrón” y para peor, ¡es una zona montañosa
donde nieva! ¡¿Para qué irse hasta Bariloche en el viaje de egresados si
teníamos Gesell acá nomás?! Después salieron a aclarar que la confundieron con
Villa La Angostura.
¡Pero por Dios, qué ignorantes! Hasta dejaron sin cameo a Stan Lee: qué
malvados.
Con un comienzo totalmente prometedor, acercándose a la
mitad empieza a decaer por errores argumentativos y cronológicos, para planear
titubeante durante las escenas de acción, hasta llegar al final, donde
apreciamos lo mejor de esta nueva pieza fílmica. Con un toque marcadamente pop acompañado de una potente banda sonora,
la obra dirigida por Matthew Vaughn (Layer Cake) no llegó al nivel de las
primeras dos entregas de Bryan Singer (The Usual Suspects), quien se mantiene
atrás de cámaras, como productor y guionista.
Aquellos que disfrutan de los filmes live action de
superhéroes sin ser fanáticos, seguramente la disfruten un poco más. Pese a mis
críticas debo aclarar que es cumplidora como pasatiempo y que fue la mejor en
su género en el 2011 (superando claramente a Thor y a Capitán América).
Ficha Técnica
Reparto: James McAvoy – Michael Fassbender – Jennifer
Lawrence – Kevin Bacon.
Director: Matthew Vaughn.
Año: 2011.
Duración: 125 minutos.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.
Trailer para Cine
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