En varias de las excelentes publicaciones a cargo del Sr. Daniel Castaño, amigo y colega en este blog, se ha mencionado sutilmente mi tendencia a prescindir de las películas vulgarmente llamadas “viejas”. Antes de empezar con la crítica de hoy, quiero blanquear la situación, que se resume básicamente con un “Dani tiene razón”. La verdad es que no tengo muy claros los motivos, tal vez sea porque tengo un inexplicable prejuicio que me produce la sensación de que estas películas son demasiado estructuradas, con actuaciones un tanto estereotipadas y rígidas o que los temas que tratan, hoy me resultan ya trillados o tratados hasta el cansancio. La cuestión es que estas razones y otras en las que todavía ni yo reparé, generaron en mí una marcada aversión hacia las películas anteriores a la década del 90.
Sin embargo, también resulta justo aclarar que, a pesar de cargar con este prejuicio, debo decirles que realmente hago grandes esfuerzos por vencer esta creencia y ver ciertas películas que, a pesar de su longevidad, merecen ser vistas y, en muchos casos, son superiores al cine de nuestros días, como es el caso del film que hoy nos convoca, Amadeus.
Amadeus es una película dirigida por Milos Forman (famoso por haber dirigido brillantes cintas como The People vs. Larry Flint o One Flew over the Cuckoo’s Nest) que en 1984 obtuvo 8 premios de la Academia, incluyendo el galardón a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. Personalmente, me gustan las películas biográficas cuando estas cumplen dos requisitos (que obviamente están presentes en Amadeus): en primer lugar la forma que tengan de contar la vida del personaje histórico en cuestión debe ser por medio de la ficción, para no caer en un simple documental con la participación de uno o dos actores; y en segundo lugar, el personaje histórico sobre el que se base el film debe ser, desde mi óptica, relevante o al menos interesante para la Historia (es decir que no vería una película que retrate la vida y obra de Zulma Lobato, por ejemplo).
Como si fuera poco su gran director, sus merecidos ocho Oscars y su centro en el brillante personaje que fue Mozart, Amadeus también nos ofrece dos últimos argumentos para pasar de ser una brillante película y convertirse en un clásico con todas las letras. En primer lugar, la manera de contar la historia es brillante ya que la vida de Mozart (interpretado por Tom Hulce) nos es contada por medio de flashbacks bajo la óptica de su más acérrimo rival, Antonio Salieri (F. Murray Abraham), que, sumido en una profunda locura en sus últimos años de vida, relata de forma precisa y brillante la corta e intensa vida de uno de los músicos más célebres de todos los tiempos. En segundo lugar, debo decir que el complemento justo para una acertada forma de narrar se lo da a esta película un grupo de actores notable, desde el primero hasta el último, destacándose por supuesto F. Murray Abraham, quien personifica al viejo y melancólico Salieri, como también a su versión joven, que debía empezar a asimilar que él era un simple compositor al lado de la grandeza de Mozart.
Intriga, belleza, envidia, amor y talento en estado puro son solo algunos de los condimentos que Amadeus nos ofrece, todos acompañados por la mágica música de Mozart como telón de fondo.
Ficha Técnica
Reparto: F. Murray Abraham - Tom Hulce - Elizabeth Berridge.
Director: Milos Forman.
Año: 1984.
Duración: 180 minutos.
Calificación El Guionista: 9.
Películas por catálogo: incluida (Director's Cut).
Tráiler para Cine
Me sumo a los prejuiciosos a los que les cuesta el cine anterior a los '90. Supongo que tiene que ver con una estética más dinámica y todo lo que trajo consigo la gran revolución tecnológica. Las películas viejas me dan la sensación de estar viendo algo que se quedó a mitad de camino en cuanto al aspecto visual. Sé que el cine surgió para contar historias. Pero no pasemos por alto que es un soporte netamente visual. Si se ve mal, la historia más bella parece incompleta.
ResponderEliminarCon respecto a esta peli, no la recuerdo. La vi en la escuela en una de esas horas libres que dejaba la ausencia de un profesor. Evidentemente no era el ámbito para disfrutarla. Al contrario, la sufrí.
Quizás hoy tendría una visión diferente, pero ni las probabilidades más optimistas dan una chance a que decida volver a verla :P
Yo sé que es muy difícil luchar contra una película vista en el colegio, pero te pido que a esta le des una oportunidad, lo merece a pesar de eso y de durar 3 horas jajajajaja Abrazo!!
ResponderEliminar3 horas???? No way! 120 minutos es mi máximo de tolerancia. 90 es mi tiempo ideal. Aunque un par de 150 y 180 me banqué alguna vez. Pero creo que una peli tan larga no es necesaria (Esta es la parte donde los cinéfilos me insultan)jaja
ResponderEliminarAunque confieso que Titanic la vi más de 30 veces. Luego dejé de contar.
En realidad dura 160 minutos, la versión del Director dura 180 (q es la q vi yo jeje), pero realmente vale la pena.
ResponderEliminarPD: yo vi Titanic 2463981470195738921 veces
que ignorantes para menospreciar el cine clasico
ResponderEliminarSiempre es lindo conocer a alguien que respeta las opiniones ajenas...
ResponderEliminarAcá nadie menosprecia el cine clásico, mi querido "Anónimo".
ResponderEliminarAcá te facilito algunas de nuestras críticas al cine clásico:
http://elguionista.blogspot.com/2011/04/suddenly-last-summer.html
http://elguionista.blogspot.com/2011/04/taxi-driver.html
http://elguionista.blogspot.com/2011/04/chinatown.html
http://elguionista.blogspot.com/2011/06/kramer-vs-kramer.html
Y este fin de semana te prometo otra. Saludos.