Hace un tiempo ya, me he dado cuenta de que tengo cierto interés y, en algunos casos, una no muy sana obsesión con ciertos problemas de ingenio, acertijos, juegos matemáticos y/o problemas de ese estilo. Para mi desgracia, ese cariño y respeto por la matemática surgió hace un par de años nomás, cuando mis obligaciones educativas no tenían nada que ver con los números ya que, por esa época, me encontraba estudiando periodismo, como muchos de ustedes sabrán (en un apartado un tanto vanidoso, déjenme decirles que, en el pasado mes de diciembre, he terminado la citada carrera por lo que en este mismo instante ustedes se encuentran leyendo el blog de un Licenciado).
Notas personales al margen, he descubierto que cada vez que me enfrentaba con algún problema matemático que no podía resolver, me encontraba a mí mismo dedicándole una buena cantidad de tiempo a la tarea de encontrar su solución, en lo que podría definirse como un comportamiento un tanto obsesivo y poco saludable. Sin embargo, tanto si daba con la respuesta como si no, siempre terminaba por abandonar dicha búsqueda. Lamentablemente, ese no es el caso de algunas personas, cuyos niveles de paranoia y obsesión respecto a este tipo de acertijos ya entran en la categoría de enfermedades mentales y terminan dedicando su vida a resolver enigmas que llevan siglos sin encontrar una respuesta.
La Habitación de Fermat es una película española que retoma muchos de los puntos que he mencionado. En primier lugar, la trama gira en torno a la resolución de problemas matemáticos; algunos muy básicos, como los que se encuentran en diversas páginas de internet y que sirven solo como meros pasatiempos de ingenio; y otros tan complejos como la Conjetura de Goldbach. Este enigma matemático, al que muchos se refieren como el mayor misterio en la historia de la matemática, consiste simplemente en una suposición o conjetura hecha en 1742 por un flaco de apellido Goldbach quien planteó que todo número par mayor que 2 puede plantearse como la suma de dos números primos. De esta manera, 4=2+2, 6=3+3, 10=3+7, 1000000=999983+17. La dificultad reside en que los números pares, al ser números, son infinitos, por lo tanto no se puede demostrar categóricamente (o tadavía no se ha podido demostrar categóricamente) que TODOS los números pares mayores que 2 puedan plantearse como la suma de dos números primos.
Volviendo a la película, deben saber que esta comienza con la Conjetura de Goldbach y un joven matemático español que está preparando una presentación ya que ha logrado descifrar la dichosa conjetura. En este contexto, tanto él como otros tres matemáticos reciben una misteriosa invitación para asistir a una reunión privada que reúne a los más brillantes especialistas en matemática del presente. A partir de este punto, los problemas de ingenio estarán por doquier, de hecho, la propia invitación a la reunión carecerá de validez si el invitado en cuestión no es capaz de resolver un enigma que la propia misiva incluye.
Resuelto este primer escoyo, estos cuatro matemáticos son citados en una apartada residencia a la que terminan accediendo para pasar a encontrarse, sin poder evitarlo, encerrados en una de sus habitaciones. Entre tantas peculiaridades que la habitación presenta, un moderno teléfono celular es el único medio que conecta a los cuatro matemáticos con Fermat, el dueño de la casa y autor de las invitaciones. Como no podía ser de otra manera, el celular no les sirve para tener agradables conversaciones con el tal Fermat, sino que este solo se limita a mandarles, vía mensajes de texto, diversos problemas de ingenio que deberán ser resueltos en solo un minuto cada uno. De lo contrario, cuatro prensas hidráulicas adosadas a las paredes de la habitación terminarán por aplastar todo lo que haya dentro de La Habitación de Fermat.
Finalmente, me gustaría cerrar esta crítica con un pequeño desafío a la lógica. Deben saber que, cuando me propusieron este problema, en unos cuantos minutos encontré no una sino dos soluciones al mismo, por lo tanto su nivel de dificultad es de lo más básico y, si no encuentran la clave pasados unos minutos, yo diría que su nivel intelectual no es tan elevado como pensaban ;)
Ahí va:
Un empleado bancario recibe de su jefe seis monedas exactamente iguales: mismo valor, mismo tamaño, mismo aspecto. Al dárselas, el jefe le dice que entre las seis monedas hay una que es falsa, lo único que la diferencia de las demás es su peso, ya que es levemente más liviana que el resto. Por supuesto, la tarea de este empleado bancario consiste en averiguar cuál de las seis monedas es la falsa y, para eso, cuenta con una antigua balanza compuesta por dos platillos en equilibrio sobre los que, en la antigüedad, se apoyaban todo tipo de elementos para calcular su peso (de esas en las que uno encuentra cuando alguien quiere ilustrar el signo de Libra). Al cabo de pocos minutos, el empleado bancario le anuncia a su jefe que ha encontrado la moneda falsa utilizando la balanza solo dos veces. Pregunta: ¿cómo lo hizo?
PD: siéntanse libres de tratar de resolver el problema y, el que primero ponga la solución en un comentario de esta entrada de blog, se ganará un viaje todo pagado para recorrer la cocina de mi casa. ¡Suerte!
Ficha Técnica
Reparto: Alejo Sauras - Santi Millán - San Yélamos - Elena Ballesteros - Federico Luppi.
Directores: Luis Piedrahita - Rodrigo Sopeña.
Duración: 88 minutos.
Año: 2007.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Fácil, repartes tres monedas en cada platillo.
ResponderEliminarComo hay una falsa tiene que haber un desnivel en la balanza.
Quitas una moneda de cada platillo; si este está nivelado he quitado la moneda falsa, si sigue en desnivel repito el proceso y así sabré cual es la moneda falsa.