lunes, 9 de enero de 2012

Moneyball

Volvimos con todo y nos tenemos que poner al día con las mejores cintas del año pasado, que seguramente serán seleccionadas para el máximo premio al que cada obra, en sus distintas categorías, puede aspirar: los premios Oscar.


Moneyball (El juego de la fortuna o Rompiendo las reglas) se basa en la historia verídica de Billy Beane, el manager general de los Oakland Athletics, un equipo de béisbol que cuenta con uno de los presupuestos más bajos de toda la liga y que sufre las derrotas contra los poderosos en la cancha, sino también la partida de sus mejores jugadores a las entidades con mejor paga y mayor renombre.

Durante la pretemporada, nuestro héroe buscará desesperadamente jugadores para poder rearmar el equipo. En uno de sus viajes conoce a Peter Brand (Jonah Hill), un joven de 25 años, con todo el aspecto de un nerd, egresado en Economía en Yale. Su virtud es que, empleando una fórmula matemática de Bill James, él puede ver el valor oculto de cada jugador, superando los diferentes prejuicios que llevan a las distintas juntas directivas de cada equipo a querer contratar o rechazar un profesional.

Billy decide hacerse de sus servicios y empezar a reconstruir juntos la nueva plantilla de los Oakland, limitados por el bajo presupuesto. Sin embargo, nuestro protagonista no sólo debe lidiar con su problema profesional (ya que su junta directiva y el propio entrenador –interpretado por Philip Seymour Hoffman- no se la harán nada fácil), sino también con su vida privada y con su propia persona, dado a que él fue una gran promesa que jamás llegó a consagrarse; y actualmente su actividad se basa en buscar talentos.

Hay dos cosas puntuales por las cuales esta película se diferencia del resto de las películas deportivas: la primera es que el protagonista o en quien se centra la historia no es alguno de los jugadores ni el entrenador, sino su manager; y la segunda es el manto de duda que sólo logra disiparse al final cuando sabemos si realmente su nuevo método funcionó y los logra sacar de perdedores y si logran el objetivo deseado o se quedan a mitad de camino.

Esto se lo debemos al guión que adaptaron Aaron Sorkin y Steven Zaillian (nuestro amigo armenio que muy pocas veces es mencionado pero que tiene un currículum, por lo menos, igual de bueno que Sorkin) del libro Moneyball: The art of winning an unfair game. Si tengo que jugarme un pleno, me lo jugaría en este guión adaptado. Casi ni tengo dudas de que será una de los cincos candidatos en esta sección; más que a los críticos les encanta el trabajo que realizan estos dos muchachos. No hay necesidad de conocer con profundidad este deporte para entender la cinta. Es cierto, hay términos como “embasar” o “postemporada” que no nos son habituales, pero al correr de los minutos uno comprende que va más allá de eso para situarse en la vida de un hombre que debe lidiar con varios frentes.

Este hombre es interpretado por Brad Pitt. Su actuación me hace pensar que con este trabajo (también empujado por su buen rol en la poética e irrisoria Árbol de la Vida) será uno de los precandidatos a ser nominado nuevamente al Oscar como mejor actor principal. Pitt, con un look más Robert Redford que nunca, llena a su personaje de fuerza e intensidad. Parece lejano a las emociones, pero las expresa de una manera distinta y que se adecua a lo que esperamos de este personaje. Esto quedará bien claro en los encuentros con su hija Casey (Kerris Dorsey).

Lo que podría imposibilitar su nominación es que, pese a estar basado en una persona real, esta persona aún no murió, ni es una figura de relieve mundial, ni está loco, ni necesita de toneladas de maquillaje. Pero también hay que recordar que Pitt sólo fue nominado dos veces por la Academia y nunca se hizo con la estatuilla. ¿Será este finalmente el año?

Otro aporte que no se puede negar es el de Jonah Hill, quien lleva a la pantalla a un personaje que nos resulta simpático pero sin la necesidad de caer en la burla. Él es la gran revelación del film y seguramente sea bien considerado para una posible nominación a mejor reparto. El actor de Superbad encarna a Peter Brand, nombre adoptado por los guionistas para representar a Paul DePodesta, quien no quiso ser citado en el film. Él ingresa al mundo del baseball con un conocimiento avasallador en lo teórico, pero nulo en la práctica. Sin embargo, para eso está Billy, quien le enseñará en cuanto la praxis todo lo que él le enseña en lo hipotético. Juntos hacen una interesante pareja

Como muy buenas escenas, destaco la de la reunión para buscar reemplazantes de los jugadores estrellas que partieron, donde por primera vez participa el bueno de Peter Brand. Aquí podremos ver quién es el que manda. También otra muy interesante es en la que Billy Beane nos enseña cómo es “el sonido de la derrota”.

Este film seguramente será considerado como uno de los mejores del año, sin ser para nada sobresaliente. Su punto fuerte es captar la atención del espectador en todo momento, por más que se desconozca por completo el ambiente del baseball y por este motivo es que la recomiendo.

Ficha Técnica

Reparto: Brad Pitt – Jonah Hill – Philip Seymour Hoffman.
Director: Bennett Miller.
Duración: 128 minutos.
Año: 2011.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine

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