Para que lo sepan, queridos seguidores de El Guionista, mi intención es escribir un artículo completo de lo acontecido en el último año en materia fílmica; donde no sólo juzgaré a las distintas producciones, sino también a sus intérpretes. Además, en varias de mis recientes críticas he pronunciado cuáles fueron los mejores actores de 2011, según mi pensamiento. Es momento que empiece a justificarlo. Es por eso que hoy voy a criticar una de las cinco películas que protagonizó Michael Fassbender, Jane Eyre.
Una joven de cabello rojizo corre desesperada, huyendo por un paisaje montañoso. Finalmente, pese al tormentoso clima, logra llegar a una casa donde rápidamente se la auxilia. Su nombre es Jane (Mia Wasikowska) y de no haber sido por los cuidados de St. John Rivers (Jamie Bell) y sus hermanas, su suerte no hubiese sido la misma. Allí le ofrecerán un hogar y un modesto trabajo como profesora, dándole algo de paz a nuestra protagonista.
De a poco iremos conociendo a nuestra heroína que, de muy joven, estuvo a cargo de sus tíos, luego de quedar huérfana. Su situación empeoró cuando murió su tío Reed, debiendo soportar los maltratos y humillaciones de los demás integrantes de esa familia que aparentaban tener más de lo que realmente poseían. Su difícil infancia se prolongó al ser enviada a un orfanato donde la educaron para ser una ama de casa perfecta y con facultades para la enseñanza.
La vida de Jane parece empezar a ver la luz cuando es contratada como institutriz de una joven niña francesa, que vive en una alejada y sombría mansión, propiedad de Edward Rochester (Michael Fassbender). Pero su amo es una persona fría y soberbia que disfruta al denigrar a sus sirvientes y pondrá a pruebas la fortaleza de nuestra heroína. A pesar de esto, Jane comienza a acercarse a los sentimientos de Rochester, un hombre que parece guardar un terrible secreto.
Debo admitir que no leí la obra literaria de Charlotte Brontë que dio vida a ocho (sí, leyeron bien, ocho) adaptaciones cinematográficas, pero según palabras de mi madre esta novela “marcó un hito” ya que rompe con los pensamientos y el rol que se le daba a la mujer por aquellos años y también por ser considerada precursora del feminismo.
La protagonista es la australiana Mia Wasikoswka, a quien ya vimos en Alicia en el país de las Maravillas o también en The Kids Are All Right. Su actuación es muy buena, en especial por el logrado acento inglés que utiliza. Pero quien absorbe toda la presión y se vuelve el centro de atención es Michael Fassbender (Bastardos sin Gloria). Pese a aparecer pasada la media hora de la cinta, su presencia se hace notar en lo que resta del film, siendo el personaje que más evoluciona a lo largo de la trama. Otro más que interesante papel que suma a su polifacética carrera actoral.
Para finalizar, otro punto positivo a destacar de este film de época (además de su excelente montaje y diseño de vestuario –nominado al Oscar-) es que a su romanticismo y dramatismo natural se le agrega una dosis de misterio que, con una cuota algo mayor de oscuridad, en mi opinión, hubiese dado un salto de calidad aún mayor.
Ficha Técnica
Reparto: Mia Wasikowska – Michael Fassbender – Jamie Bell – Judi Dench.
Director: Cary Fukunaga.
Duración: 120 minutos.
Año: 2011.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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