viernes, 9 de marzo de 2012

Limitless

Muchas veces me ha pasado, como a todos, que veo escenas o situaciones de alguna película y me gustaría que ese tipo de cosas, que solo pasan en la gran pantalla, me pasaran a mí. Y siguiendo esta tendencia, también he descubierto que hay ciertos films (y series o programas de televisión también) que introducen algún elemento, habilidad o personaje en particular que también generan esa sensación, pero de manera muy específica.


Con esto último no me refiero a esas películas que nos presentan todo un mundo nuevo, donde hay elementos, personajes, poderes y demás cosas que se salen de lo común de forma permanente, como sería el caso de Harry Potter, por ejemplo o de la saga Terminator. A lo que estoy haciendo referencia es a algún detalle en particular, a un objeto fuera de lo común que sea utilizado en situaciones cotidianas para volverlas sorprendentes.

Esto me pasó con la película Identidad Sustituta por ejemplo, donde las personas, en un mundo futurista, tienen la capacidad de transferir su mente a un cuerpo mecánico sustituto y enfrentar los retos de la vida diaria dentro de ese nuevo cuerpo (más fuerte, sano, resistente y atractivo), dejando su verdadera apariencia a salvo en casa. De la misma manera, creo que cualquiera que tenga cerca de veinte años en algún momento quiso tener el reloj de Bernardo y su Reloj. Un objeto de este tipo, que sirve como disparador de una historia marcada por un elemento sorprendente, es lo que hace que Limitless forme parte de la lista de las antes mencionadas.

Eddie Morra (Bradley Cooper) es un mediocre escritor que ha logrado tocar fondo. Atravesando un alarmante bloqueo creativo, inconscientemente empieza a perder interés en todos los demás aspectos de su vida. Descuida su apariencia, su trabajo, sus relaciones y todo lo que alguna vez tuvo sentido para él. De esta forma, una mañana se mira al espejo y se encuentra cara a cara con un espectro de lo que alguna vez fue un joven soñador que disfrutaba de la vida. Ya no tiene tiempo para entregar a su editor su última novela por lo que perderá su trabajo y, como si esto fuera poco, su novia Lindy (Abbie Cornish) se cansa de cumplir con el papel de madre más que el de novia y decide abandonarlo.

Pero de repente todo cambia para este deprimido escritor. De casualidad, se encuentra por la calle con el hermano de su ex esposa Melissa (Anna Friel), quien lo invita a tomarse una cerveza y recordar viejos tiempos. En medio de la charla, su antiguo cuñado le hará un "regalo" a Eddie. Se trata de una nueva droga (no hace falta aclarar que las actividades de este muchachos no son lo que se dice legales) que no está en circulación sino que todavía se encuentra en la fase experimental, pero que, cuando salga al mercado negro costará 800 dólares la unidad.

Sin nada que perder, Eddie decide tomarse la píldora, sin saber que ese insignificante acto cambiará su vida para siempre. En cuestión de segundos, siente cómo su mente se despeja, cómo su capacidad cerebral se multiplica, dándole la capacidad de recordar pequeños detalles de cosas que ocurrieron una década atrás. En una sola noche termina su novela, que logra deslumbrar a su editor y, en cuestión de días, descubre un revolucionario mecanismo bursátil que lo llevará a ganar millones de dólares y a ser contratado por el más rico magnate del mundo accionario, Carl Van Loon (Robert De Niro).

Ficha Técnica

Reparto: Bradley Cooper - Abbie Cornish - Robert De Niro.
Director: Neil Burger.
Duración: 105 minutos.
Año: 2011.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine

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