martes, 24 de julio de 2012

Dead Poets Society


La historia de la humanidad jamás cayó en la cuenta de que el mayor pecado que se podía llegar a cometer no estaba escrito: desaprovechar el tiempo. Pocos notan que los días caen con la velocidad que las hojas del otoño y cada segundo es sagrado. Solo queda una opción: aprovechar cada momento. O dicho en latín: carpe diem.



Estas dos palabras son la excusa perfecta para que John Keating (Robin Williams) desembarque con su libro de poesía en Welton, una prestigiosa academia exclusiva para hombres en los albores de 1959. Poco a poco, el nuevo profesor entablará una relación con sus alumnos más allá de las aulas, romperá los patrones establecidos y propondrá nuevos horizontes.

Cuatro de sus alumnos, Todd Anderson (Ethan Hawke, en la época en que sólo aceptaba papeles decentes), Neil Perry (Robert Sean Leonard), Knox Overstreet (Josh Charles) y Charlie Dalton (Gale Hansen) aceptarán el mensaje y formarán la Sociedad de los Poetas Muertos, una serie de reuniones secretas donde no sólo leerán versos, sino que también afianzarán su amistad y encontrarán las fuerzas necesarias para afrontar sus miedos.

Los versos de Walt Whitman brotarán de la boca de Robin Williams y moldearán un guión perfecto, donde se entiende la importancia del personaje pero sin volver redundante su participación. Escena tras escena se conocerán más detalles del pasado del profesor, que lo completarán sin excesos ni adornos hollywoodenses. No es casualidad que la película haya obtenido el Oscar al mejor guión.

Los estudiantes llevarán adelante sus reuniones pero sin descuidar sus metas. El amor y la pasión por el teatro formarán parte de la historia, y a eso se sumará la resistencia del director de la escuela y de los padres de los alumnos, quienes no aceptarán una visión más allá del statu quo. Sin embargo, los sentimientos atravesarán a cualquier costo todas las barreras.

La melancolía del mensaje se refleja con sencillez en cada fotograma. Mientras afuera cae la nieve, adentro se crea el clima intimista justo para entender que la sociedad es de unos pocos. Así, la construcción de las imágenes se vuelve uno de los puntos más logrados del film, más allá del trabajo actoral sobresaliente de Hawke y Leonard.

Se suele decir que lo mejor viene al final. Y acá no es la excepción. La banda sonora se convierte en imprescindible a la hora de construir la última escena. Los acordes escuchados a lo largo de la historia toman su forma definitiva al momento del desenlace, transformándolo en uno de los más emocionantes y sensibles que la pantalla grande supo regalar.

Ficha Técnica

Reparto: Robin Williams - Ethan Hawke - Robert Sean Leonard - Gale Hansen - Josh Charles.
Director: Peter Weir.
Año: 1989.
Duración: 128 minutos.
Calificación El Guionista: 10.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


1 comentario:

  1. Cine del bueno; de ese que permanece con uno más allá de los créditos del final; de ese que nos muestra un mundo al que queremos pertenecer; de ese que hace bien. Quizás sea tiempo de volver a verla.

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