martes, 21 de mayo de 2013

Dalkomhan Insaeng

¿Otra vez con el cine asiático que nadie ve? Así es, para que vean que no pierdo las costumbres. Nuevamente, nos reúne una producción de Corea del Sur; país que en los últimos años se ha destacado con grandes obras que han revitalizado al cine negro, olvidado y minimizado por Hollywood. Sin embargo, también les voy a mostrar que no es todo rosas y laureles para las cintas provenientes del lejano oriente. Hoy; Dalkomhan Insaeng (conocida mundialmente como A Bittersweet Life, cuyo título en castellano debería ser Una Vida Agridulce).


Sun Woo (Lee Byung-Hun) es un gerente hotelero y la mano derecha de su jefe, el señor Kang (Kim Young-Chul). Este último le encarga un trabajo muy particular: debe cuidar y seguir a su joven novia, Hee-So (Shin Min-A), ya que desconfía de ella y sospecha de que le es infiel. Sun Woo es el designado para esta labor ya que “nunca se ha enamorado”. Sin embargo, este encargo no será tan sencillo y nos mostrará que, a veces, hacer lo correcto puede traer terribles consecuencias.

Realmente, su comienzo es entusiasmante; por eso la decepción es mayor al ver cómo se desintegra su argumento. La supuesta historia de amor que desencadena todo, jamás la vemos y resulta inverosímil; inexistente. La relación entre todos los personajes es sumamente anormal e incoherente. Novios que se tratan de usted, enemigos que se alían contra un simple subordinado. Todo muy raro.

Está película es como su título lo indica: agridulce. Se queda a medias. Así también sus protagonistas con las tareas y misiones que les son asignadas. Nunca llegan a completarlas, ya sea por compasión, por soberbia o por incompetencia.

Lee Byung-Hun (G.I. Joe, I Saw the Devil) está en sintonía con la trama: su actuación es brillante hasta el primer punto de giro, donde se torna exagerado e insoportable. Nunca me terminó de cerrar ni como héroe ni como antihéroe. Al principio, duro e inflexible. Luego, más quebrado y frágil. Por momentos, insignificante, y en otros, una máquina de matar.

Lo mejor es su suprema banda sonora. Piezas tan precisas y preciosas como Escape o Romance son las que logran cautivar nuestros sentidos, con un efecto contraproducente para el film en sí. Además, estéticamente es impecable, con sus planos y los efectos visuales. Tiene algunas escenas brillantes como la del armado y desarmado de las armas; aunque es una lástima que todo esto sólo sea sólo una fachada y en el interior no encontremos nada. La lluvia, las armas blancas, la oscuridad, la venganza: todos los elementos recurrentes dirán presente pero sin ningún sentido.

Si me preguntan si el entretenimiento estará asegurado, debo responderles que sí; habrá combates y sangre por donde miren. Pero luego de haber visto cintas como Ajeossi, The Chaser u OldBoy, esperaba encontrarme con otra obra maestra de esta estirpe. Lamentablemente, A Bittersweet Life es una película del montón.

Ficha Técnica

Reparto: Byung-Hun Lee – Yeong-Cheol Kim – Min-A Shin. 
Director: Jee-Woon Kim
Año: 2005
Duración: 120 minutos
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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