jueves, 16 de mayo de 2013

The Painted Veil

Para los seguidores habituales de este espacio ya es costumbre ver que los días que yo tengo a cargo las publicaciones de El Guionista (los lunes y los jueves) divido mis recomendaciones en lo que podríamos denominar Lunes de Estrenos y Jueves Clásicos. ¿El motivo? Este básicamente consiste en que los viernes es mi día de la semana para ir al cine, cosa que hago alrededor del mediodía y en compañía de mi madre (una especie de versión cinematográfica de la noche de siluetas del querido Seymour Skinner y su querida arpi madre), habilitándome para traerles lo último del séptimo arte el primer y gris día de la semana. Pero los jueves no. Los jueves debo recurrir a mi amplia reserva de films, lo que garantiza que mi elección sea de algún título que, como mínimo, no baje de los ocho puntos. Y hoy no es la excepción.


The Painted Veil (bautizada en estas tierras como Al otro lado del mundo) es, en esencia, una historia de amor. Ubicado geográficamente en las exóticas tierras chinas y encontrado cronológicamente en la mitad de la década del 20, el relato comienza con una brillante primera media hora de continuas idas y venidas entre flashbacks y situaciones actuales. Los flashbacks, que se concentran en una serie de hechos ocurridos en Shangai en 1923, harán foco en cómo se conocieron, se enamoraron, se casaron y casi se divorcian los protagonistas del film, el doctor Fane y la carismática Kitty Fane; mientras que las vueltas al presente tienen que ver con un viaje que la pareja se encuentra realizando en lo que es el tiempo presente de la película: el año 1925.

En medio de una situación de cruel maltrato familiar, en la que Kitty es víctima del constante acoso de su madre que vive comparándola con su hermana quien ha logrado casarse con un acaudalado empresario, la protagonista del film conoce en una fiesta al mencionado doctor Fane, un bacteriólogo de poca fortuna pero de inmenso talento e inteligencia. En parte halagada por el súbito enamoramiento que el doctor Fane desarrolla hacia ella y en parte acosada por la agobiante presión familiar que la aqueja, Kitty decide casarse con Walter Fane.

Y como en todo matrimonio en el que una de las partes no ama a la otra, la discordia y el conflicto no tarde en aparecer. Walter y Kitty tienen muy poco en común, el contexto de la exótica Shangai no ayuda demasiado y, para colmo, Kitty conoce al atractivo Charlie Townsend, con quien desarrolla un apasionado affaire casi inmediatamente luego de conocerlo.

Walter se entera y amenaza a Kitty con iniciar una demanda de divorcio (lo que constituye un grave problema para cualquier señorita de esa época), cosa que ella solo está dispuesta a hacer si Charlie acepta dejar a su esposa y casarse con ella. Por su parte Charlie, que no es de esos que antepone los sentimientos por sobre el dinero, se niega a dejar a su mujer (que, dicho sea de paso, tiene más guita que los ladrones) y termina rompiéndole el corazón a Kitty que, de la noche a la mañana, se encuentra defraudada por el hombre que ama y detestada por el hombre con el que se casó.

El fin de estos flashbacks lo marca el momento en que la pareja termina el viaje que había iniciado luego del incidente con el señor Townsend. Ahora, lo que no mencioné hasta el momento es que esta travesía no tiene fines turísticos o recreativos ni mucho menos. Ocurre que hay un pequeño pueblo en una zona inhóspita de China en el que surgió un brote de cólera (padecimiento mortal a inicios del siglo pasado) y el doctor Fane se ha ofrecido como médico voluntario para ayudar a los enfermos de la zona y evitar que la epidemia se propague. Así, Kitty se ve obligada a acompañar a su esposo a este pueblito y pasar lo que bien podría ser el resto de sus días en una antigua casa de las afueras de una aldea a la que ni siquiera puede visitar para no contagiarse de cólera. Y todo con la compañía de un hombre que no solo no le dirige la palabra sino que tampoco mueve un pelo para que la vida de la mujer a la que alguna vez amó sea, por lo menos, tolerable.

Una historia de un profundísimo interés humano, que no deja de plantear desafíos psicológicos y existenciales de la mano de brillantes actuaciones como la de Edward Norton (Dragon Rojo, El Club de la Pelea, American History X) como el doctor Fane, la de Liev Schreiber (Repo Men, El Amor en los tiempos del Cólera) como Charlie Townsend y la de la maravillosa Naomi Watts (Promesas del Este, J. Edgar, The Impossible) como Kitty Fane. Drama, dolor, angustia, esperanza y amor en perfectas dosis convierten a The Painted Veil en una obligación para el amante del buen cine.

Ficha Técnica

Reparto: Naomi Watts - Edward Norton - Liev Schreiber - Toby Jones.
Director: John Curran
Año: 2006.
Duración: 125 minutos.
Calificación El Guionista: 9.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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