martes, 14 de mayo de 2013

Rear Window

Luego de haber visto Psycho, decidí imponerme un nuevo hábito: mirar largometrajes de Alfred Hitchcock con más cotidianidad y así poder compartirlos con ustedes. Muchas de sus obras se han convertido en grandes clásicos y pronto dirán presente en El Guionista. Hoy es el turno de Rear Window (La ventana indiscreta –no confundir con La ventana secreta, de Johnny Depp-), cinta que la vieron miles de veces, sin que se hayan dado cuenta de que lo estaban haciendo.

En un vecindario bastante abierto, donde todo puede ser visto y no parece haber mucho lugar para la privacidad, L. B. Jefferies (James Stewart), un periodista fotográfico, se encuentra en su casa, recuperándose de un accidente que le costó la fractura de una de sus piernas. Allí, recibe los cuidados de una enfermera, Stella (Thelma Ritter) y las visitas de su novia, Lisa (Grace Kelly), pero esto no lo saca del aburrimiento.

Mientras sufre el calor, sentado en una silla de ruedas, espiar a las ventanas ajenas se ha convertido en su mayor entretenimiento. No obstante, el tono humorístico y de burla, a cada historia que imagina, cambiará al sospechar que uno de sus vecinos pudo haber cometido un asesinato.

¿Qué es lo más interesante de esta película? Seguramente no sea el primero que piensa que aquí lo más importante no es el posible asesinato o todo el entramado de suspenso que se forma a partir de las insinuaciones y dudas: Lo más significativo es el análisis sobre el pensamiento y el proceder del hombre antiguo con el hombre moderno (de aquellos años) y de la vida en pareja.

En el primer caso, se centra principalmente en nuestro protagonista y las charlas que mantiene con su fisioterapeuta, un personaje delicioso, interpretado brillantemente por Ritter. Uno puede adherir o no con las posturas de Stella, pero da para pensar sobre el eterno dilema entre la razón o los sentimientos. Me quedo con su razonamiento sobre lo que deberíamos hacer: “salir de nuestra propia casa y mirarnos hacia adentro para variar”.

El segundo, por supuesto, es entre Stewart y Kelly. Él no quiere casarse con ella porque la considera “demasiado perfecta” y que no podría adaptarse a su vida aventurera. Ella querrá imponerse, al principio, para luego demostrarle que podría acomodarse a sus demandas. Mientras tanto, ellos observan, a través de la ventana, la relación de las otras parejas. Considero a Kelly la que mejor explotó su línea dramática. Con elegancia y delicadeza pero con mucha picardía y astucia, su personaje es el que más evoluciona dentro de la historia y quien, se podría decir, triunfa.

Muchos creen que puede ser referencial a la actitud poco ética de curiosear o de intrometerse en la vida de los otros. Yo no lo vi de esta manera, especialmente por el final que tiene la obra. Estoy seguro de que trasciende una posible crítica a este pasatiempo. Otros podrán quedarse con la magia que tira Hitchcock con un único escenario, con áreas bidimensionales, como si fueran fotografías, sin ninguna profundidad. No desmerezco ninguno de estos aspectos, pero nos los considero los primordiales.

Para finalizar, puede que por todos los tributos, homenajes y parodias (desde Los Simpson y Disturbia hasta That ‘70s Show) o por estar tan lejano en el tiempo (casi 60 años), no me haya maravillado como lo podría haber hecho en su estreno. Considero a Rear Window una muy buena película y una obra de culto, pero no una obra maestra.

Ficha Técnica

Reparto: James Stewart – Grace Kelly – Thelma Ritter.
Director: Alfred Hitchcock
Año: 1954.
Duración: 110 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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