martes, 28 de agosto de 2012

The Bourne Legacy


Pese a que aún no critiqué ninguna, los que son fieles lectores de El Guionista sabrán el buen efecto que la trilogía de Bourne, protagonizada por Matt Damon, causó en mí. Este motivo, más la vuelta de Edward Norton (uno de mis actores favoritos) a la pantalla grande y una buena dosis de acción y thriller fueron suficientes para convencerme de ir a verla a mi sala predilecta.

Las tres novelas de Bourne son obras del escritor, ya fallecido, Robert Ludlum. Aunque Eric Van Lustbader, colega suyo, decidió continuar su saga con siete capítulos más, siendo El Legado de Bourne uno de este septeto. Sobre los trabajos literarios no puedo emitir opinión alguna porque no los he leído. Lo que sí puedo hacer es informarme y comprobar que este film, supuestamente adaptado del libro, no coincide básicamente en nada: ni en su protagonista, ni la trama, ni su locación. Nada.

El argumento es el siguiente: Aaron Cross (Jeremy Renner) es creado por el programa Outcome. Los agentes de este programa no han sido diseñados para asesinar, sino para funcionar en solitario en misiones altamente arriesgadas, sin embargo el programa Outcome se convierte en un peligro cuando la historia de Bourne pasa al dominio público. Es por esto, que todos los agentes y otros miembros de Outcome, deben ser eliminados.

Al salir de la sala me sentí decepcionado, y esa decepción tiene nombre y apellido: Tony Gilroy. La misma persona que había adaptado de brillante manera la trilogía del superagente sin identidad, es el máximo culpable de haber montado y dirigido de forma tan desequilibrada, desacertada y somnolienta, un nuevo capítulo, totalmente sobrante, de un héroe ausente.

¿Qué le faltó? Menos romance y más búsqueda de la verdad. Tener una criteriosa estructura en cuanto al reparto de acción y trama, como sus antecesoras, y no dividirse entre una muy confusa primera hora, un nudo temeroso y un histéricamente excitado tercer acto. También un digno combate cuerpo a cuerpo contra otro agente (no una persecución de motos medio pelo, con una pésima muerte del enemigo). Además de carecer de algo fundamental que se dio en toda la saga: un duelo verbal o físico contra uno de los directivos (un tenso encuentro entre Renner y Norton hubiera levantado bastante a la obra, no el flashback sin sentido que se muestra).

Bajo un libreto y una realización tan floja, hablar de las actuaciones no tiene mucho sentido. Jeremy Renner, aprovechando su gigantesca ola de popularidad luego de ser nominado dos veces al Oscar consecutivamente, ha decidido convertirse en un héroe de acción, como un verdadero “hacedor de viudas”, apoderándose de muchas de las franquicias más recientes y más exitosas (Bourne, Los Vengadores, Misión: Imposible).

Edward Norton sigue con su pésimo gusto, característico de los últimos años, para elegir papeles; mientras que Rachel Weisz, en su rol, no pincha ni corta: apenas patea. El elenco se completa con algunos viejos conocidos y otros debutantes como Scott Glenn, Stacy Keach, Zeljko Ivanek, Albert Finney, Oscar Isaac, David Strathairn y Joan Allen, con efímeras participaciones.

¿Había necesidad de hacer otro episodio de la saga Bourne? No, en absoluto. Pero si, igualmente, seguían obstinados en crear uno, podrían haberlo hecho bien. Una producción sin encanto ni gracia. Sin misterio, más dedicado al thriller político que a la acción y al suspenso. Indudablemente, extrañamos a Matt Damon. Pero, más que al oriundo de Massachusetts, echamos mucho de menos a Paul Greengrass (sí, su apellido es así), anterior director.

Así como el neoperonismo de la Unión Popular de Argentina, predicaba la idea de un “peronismo sin Perón”, esta película pregona un “bournismo sin Bourne”. Esto quiere decir que, si esperan ver una película de Jason Bourne, lamentablemente no la van a encontrar: ni a la película, ni a Bourne.

Ficha Técnica

Reparto: Jeremy Renner – Rachel Weisz – Edward Norton.
Director: Tony Gilroy.
Año: 2012.
Duración: 132 minutos.
Calificación El Guionista: 5.
Películas por catálogo: no.

Tráiler para Cine

2 comentarios:

  1. Se nombra al peronismo dentro de una crítica de Bourne. No sé ustedes, pero yo me puse a aplaudir frente al monitor

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  2. Gracias compañero. Esto de tirarnos flores en nuestro blog es algo un poco extraño. Pero vos sabés que El General es fuente de inspiración constante en mí (podrás chequearlo en una de las etiquetas de ¡Atraco!)

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