lunes, 13 de agosto de 2012

¡Atraco!

Hace varios meses, recomendé en este espacio la excelente película que es El Código Da Vinci y, dentro de las innumerables razones que daba para ver esta película -previa lectura del libro que le dio origen-, mencionaba un recurso muy interesante del que Dan Brown se sirvió para idear tamaña historia y que consiste en presentarnos una serie de hechos ficticios pero que encuentran su origen en acontecimientos históricos comprobables, es decir, plantear una historia que no ocurrió pero que perfectamente pudo haberlo hecho, a tal punto de hacer dudar a algunos que, ante registros y documentos imprecisos, llegan a plantearse la posibilidad de que sea verdad esta especie de hipótesis ficcional que un autor propone. Con un tono menos polémico que El Código Da Vinci, ¡Atraco! propone un desafío similar, con toques de comedia, investigaciones policiales y un contexto histórico tan particular como es la situación inmediatamente posterior a un golpe de estado.

El año es 1955. El país, Argentina. Juan Domingo Perón ha sido obligado a interrumpir su segunda presidencia a causa del acontecimiento que en los libros de historia figura como la Revolución Libertadora, un golpe de estado más para un país que, por esas épocas, estaba acostumbrado a la alternancia entre gobiernos democráticos y gobiernos de facto. Sin entrar demasiado en las causas de este derrocamiento, lo que está claro para todo el pueblo argentino es que ya no hay más presidente, la reforma constitucional que este estableció ya no existe y que decir Perón o cantar su famosa Marcha Peronista es delito federal.

Como consecuencia de esta nueva situación política, Perón se ha instalado en Panamá y ahora planea lo que será un prolongado exilio en Madrid. Y precisamente es en Panamá donde nuestra historia comienza.

Casi sin dinero ni recursos, el ahora ex presidente argentino cuenta solo con un reducido grupo de colaboradores y allegados que lo asisten en este difícil momento y que se encuentran planeando su traslado a España. La falta de dinero hará que uno de estos colaboradores (interpretado por Daniel Fanego, quien supo brillar en películas como Luna de Avellaneda, por ejemplo) tomará una decisión a escondidas del General: vender las famosas joyas de su fallecida esposa, Eva Perón.

Pero eso no es todo. Las joyas tienen un valor histórico y sentimental demasiado grande y no pueden ser vendidas así como así. Por eso, la segunda parte del plan consiste en robarlas. Para ello, entrará en escena Merello (Guillermo Francella) quien fuera guardaespaldas de Evita durante mucho tiempo y que ahora forma parte de la comitiva que viajó con Perón a Panamá. La idea es entrar en la joyería de Madrid donde ahora están las joyas, simular un robo común y corriente y hacer que el dueño de la joyería le entregue las alhajas de Evita, cosa relativamente sencilla si tenemos en cuenta que el dueño de la joyería forma parte del plan motivado por el dinero que recibirá del seguro una vez consumado el robo.

Pero claro, las cosas no van a salir como estaban planeadas. Y esto tiene que ver, en gran parte, con el compañero de robo que Merello tiene que llevarse a Madrid para concretar el asalto o “atraco”, como dicen los gallegos. Miguel (Nicolás Cabré) es un joven argentino y peronista que aparece de la nada en Panamá, alegando que su madre conoce a uno de los allegados de Perón y que este le había prometido un trabajo. Aprovechando la lealtad que el pibe parece tener en tiempos en que ya no se puede confiar en nadie cuando uno es peronista, Merello decide llevarse a Miguel a España como ayudante en el robo a la joyería.

La verdad es que la historia es muy interesante, extremadamente graciosa en el momento en que Miguel y Merello planean el asalto y sorprendentemente emotiva en el final, del que no les voy a contar ni de casualidad. Francella y Fanego la rompen, como era de esperar, pero Cabré es el que se termina destacando porque logra convencer al principio, donde su tarea consiste en hacer reír a los espectadores y también al final, cuando la historia toma un tinte emotivo y altamente dramático a causa de lo que experimenta su personaje principalmente. Una coproducción argento-española que está basada en notas y crónicas periodísticas de la época, con la política de fondo, toques policiales y cómicos por momentos y un componente romántico que termina de darle forma a un cóctel muy bien equilibrado y que resultará interesante para cualquiera.

Ficha Técnica 

Reparto: Guillermo Francella - Nicolás Cabré - Daniel Fanego.
Director: Eduard Cortés.
Duración: 112 minutos.
Año: 2012.
Calificación El Guionista: 7. 
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine



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