El año es 1955. El país,
Argentina. Juan Domingo Perón ha sido obligado a interrumpir su segunda
presidencia a causa del acontecimiento que en los libros de historia figura
como la Revolución Libertadora, un golpe de estado más para un país que, por
esas épocas, estaba acostumbrado a la alternancia entre gobiernos democráticos y
gobiernos de facto. Sin entrar demasiado en las causas de este derrocamiento,
lo que está claro para todo el pueblo argentino es que ya no hay más
presidente, la reforma constitucional que este estableció ya no existe y que
decir Perón o cantar su famosa Marcha Peronista es delito federal.
Como consecuencia de esta
nueva situación política, Perón se ha instalado en Panamá y ahora planea lo que
será un prolongado exilio en Madrid. Y precisamente es en Panamá donde nuestra
historia comienza.
Casi sin dinero ni recursos,
el ahora ex presidente argentino cuenta solo con un reducido grupo de
colaboradores y allegados que lo asisten en este difícil momento y que se
encuentran planeando su traslado a España. La falta de dinero hará que uno de
estos colaboradores (interpretado por Daniel Fanego, quien supo brillar en
películas como Luna de Avellaneda,
por ejemplo) tomará una decisión a escondidas del General: vender las famosas
joyas de su fallecida esposa, Eva Perón.
Pero eso no es todo. Las joyas
tienen un valor histórico y sentimental demasiado grande y no pueden ser
vendidas así como así. Por eso, la segunda parte del plan consiste en robarlas.
Para ello, entrará en escena Merello (Guillermo Francella) quien fuera
guardaespaldas de Evita durante mucho tiempo y que ahora forma parte de la
comitiva que viajó con Perón a Panamá. La idea es entrar en la joyería de
Madrid donde ahora están las joyas, simular un robo común y corriente y hacer
que el dueño de la joyería le entregue las alhajas de Evita, cosa relativamente
sencilla si tenemos en cuenta que el dueño de la joyería forma parte del plan
motivado por el dinero que recibirá del seguro una vez consumado el robo.
Pero claro, las cosas no van a
salir como estaban planeadas. Y esto tiene que ver, en gran parte, con el
compañero de robo que Merello tiene que llevarse a Madrid para concretar el
asalto o “atraco”, como dicen los gallegos. Miguel (Nicolás Cabré) es un joven
argentino y peronista que aparece de la nada en Panamá, alegando que su madre
conoce a uno de los allegados de Perón y que este le había prometido un
trabajo. Aprovechando la lealtad que el pibe parece tener en tiempos en que ya
no se puede confiar en nadie cuando uno es peronista, Merello decide llevarse a
Miguel a España como ayudante en el robo a la joyería.
La verdad es que la historia
es muy interesante, extremadamente graciosa en el momento en que Miguel y Merello
planean el asalto y sorprendentemente emotiva en el final, del que no les voy a
contar ni de casualidad. Francella y Fanego la rompen, como era de esperar,
pero Cabré es el que se termina destacando porque logra convencer al principio,
donde su tarea consiste en hacer reír a los espectadores y también al final,
cuando la historia toma un tinte emotivo y altamente dramático a causa de lo
que experimenta su personaje principalmente. Una coproducción argento-española
que está basada en notas y crónicas periodísticas de la época, con la política
de fondo, toques policiales y cómicos por momentos y un componente romántico
que termina de darle forma a un cóctel muy bien equilibrado y que resultará
interesante para cualquiera.
Ficha Técnica
Reparto: Guillermo Francella - Nicolás Cabré - Daniel Fanego.
Reparto: Guillermo Francella - Nicolás Cabré - Daniel Fanego.
Director: Eduard Cortés.
Duración: 112 minutos.
Año: 2012.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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