Como algunos ya sabrán (y otros se estarán enterando ahora),
el director británico, Tony Scott (hermano de Ridley) perdió la vida hace unos
pocos días. Todavía no se han esclarecido las causas o qué sucedió pero a
nosotros no nos importa: lo que sí nos interesa es su legado como realizador.
Para homenajearlo, he decidido criticar una de sus películas. La elegida fue
True Romance (Amor a quemarropas, La fuga o Escape salvaje) que, por su elenco,
su guionista y su propuesta, me resultó irresistible.
Clarence Worley (Christian Slater) es un ciudadano de Detroit, fanático de Elvis Presley y de las películas de artes marciales. Este joven solitario disfruta de su velada de cine, con triple dosis de Sonny Chiba, hasta que una rubia despampanante entra en la sala y derrama sus pochoclos encima de él. Alabama (Patricia Arquette) y Clarence establecen una conexión inmediata y deciden pasar la noche juntos. Pero todo era demasiado cierto para ser real: Alabama es una prostituta contratada que se fugó de su hogar y del temible proxeneta, Drxl Spivey (Gary Oldman).
Sin embargo, ellos se han enamorado profundamente y deciden
casarse para irse a vivir juntos. Aunque para Clarence no es tan fácil. Antes
de empezar de nuevo y comenzar un nuevo viaje en su Cadillac púrpura, él
necesitará enfrentar a los fantasmas del pasado de su esposa para poder vivir
un mejor presente.
Esta cinta afirma mi teoría sobre la importancia del guión,
por encima del resto de los componentes de una película; y esto se lo debemos
al gran Quentin Tarantino (Kill Bill, Bastardos sin Gloria). Momento clave para
la carrera de Tarantino, un año después de su debut como director en un
largometraje (Reservoir Dogs) y un año antes de consagrarse como uno de los
mejores con Pulp Fiction.
Volviendo a la trascendencia del argumento, los
protagonistas de este film no son de primer nivel pero esto carece de
importancia desde el primer momento que este brillante guión propone
revitalizar el romance como tema central, rodeado de un mundo criminal e
indecente.
Seamos sinceros, ¿a quién se le puede ocurrir una historia
de amor entre una chica a pedido y un muchacho con problemas de identidad? Hace
muchos años vi Titanic y no pienso verla por muchos otros más, ni a ningún
largometraje que se le parezca. Me saco el sombrero ante Tony Scott que,
acostumbrado a otro estilo de producciones (Top Gun, Man On Fire), se hizo de
coraje y aceptó esta propuesta arriesgada, adquiriendo los derechos de la obra.
Lo que no se puede negar, es que han rodeado a la pareja
principal de grandes actores secundarios, que aportan lo suyo en cada aparición
breve que auspician, como Dennis Hopper (Easy Rider, Speed), Gary Oldman (Leon,
The Dark Knight Rises, El topo), Christopher Walken (El Francotirador, Atrápame Si Puedes), Brad Pitt (Se7en, Fight Club, Babel), Samuel L. Jackson (Unthinkable, Los Vengadores), Tom Sizemore (Asesinos Natos), Val Kilmer (Kiss Kiss, Bang Bang),
James Gandolfini (Sopranos), Chris Penn (Reservoir Dogs) y Michael Rapaport
(Prison Break).
Puebra de esto es el provocador y educativo diálogo, entre
Walken y Hopper, sobre las mentiras y los sicilianos; donde la calidad del
libreto y la maestría actoral se combinan de la mejor manera. Como también la electrizante escena de acción, disparos y sangre cerca del final.
Además, yo no soy de los que se emocionan con los efectos
especiales y creo que muchas veces restan más de lo que potencian. Lo que sí
suma mucho en esta cinta son los escenarios y su fantástica banda sonora, que
va desde Elvis Presley y Billy Idol hasta Aerosmith y Soundgarden, además de
los aportes del siempre destacado Hans Zimmer.
Por mi crítica parece que rindo más homenaje a Tarantino que
a Scott y, está claro que considero más a uno que otro. Pero lo que quiero
destacar con True Romance, es el momento de astucia que tuvo Tony Scott,
rompiendo sus propios moldes y estructuras, para llevar a cabo esta obra que se
ha convertido en una excitante road movie de culto, cargada de sensualidad, frenesí, dinamismo, humor negro y brillantes interpretaciones.
Ficha Técnica
Reparto: Christian Slater – Patricia Arquette – Dennis
Hopper.
Director: Tony Scott
Año: 1993.
Duración: 120 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
No hay comentarios:
Publicar un comentario