Ya lo saben, yo soy de esos que, cuando gozan de cierto
tiempo libre en su computadora, husmean en busca de los próximos estrenos que
se adapten a los gustos de mi exigente paladar. Tengo una fuerte política
anti-consumista de tráilers pero, de todos modos, soy de los que basan sus
esperanzas en los protagonistas, directores o guionistas, como Facu Franco no podría
haber explicado mejor en Ruby Sparks. Es por eso que deposité grandes
expectativas en Salmon Fishing in the Yemen (vergonzosamente traducida en
Argentina como Un Amor Imposible), film terminado en 2011 y estrenado al gran
público recién en 2012.
El doctor Alfred Jones (Ewan McGregor) es un experto miembro del Centro
Nacional para el fomento de Piscicultura (o sea, sabe muchísimo de peces y
demás animales acuáticos). Un día, recibirá una correspondencia por parte de
Harriet Chetwode-Talbot (Emily Blunt), consultora de un multimillonario jeque
yemenita (Amr Waked) que ha decidido introducir la pesca del salmón en su país
y necesita de un especialista para poder llevarla a cabo.
Mientras tanto, Reino Unido afronta una tensa situación
militar en Afganistán y su accionar es tapa de todos los diarios alrededor del
mundo. Para tapar estos sucesos, la secretaria de prensa del primer ministro,
Patricia Maxwell (Kristin Scott Thomas) deberá buscar alguna noticia referida a
la amistad angloárabe y así disipar tanta rigidez: la pesca de salmón en Yemen
será la excusa perfecta.
Lasse Hallström es uno de mis directores favoritos,
básicamente porque me enseñó que se pueden plasmar bellísimas historias de
amor, sin la necesidad de acudir a la tragedia o a la lágrima fácil. Está claro
que actualmente no pasa por su mejor momento y que La pesca del Salmón en Yemen
está muy por debajo de los niveles superlativos de What’s Eating Gilbert Grape?
o de The Cider House Rules.
Sin embargo, su dedicación para plasmar una cinta dulce y
atenta y su sensibilidad artística (presente en cada fotografía de los bellos
paisajes o en el plano cenital de nuestro héroe yendo contra la corriente) son
destellos que todavía me hacen creer que a este realizador sueco aún le queda
mucha tela por cortar y que, en algún momento, volverá a deslumbrarnos con un
título a la altura de sus principales obras filmográficas.
Si hablamos de los actores, es cierto que la interpretación
de Ewan McGregor se encuentra bastante atado al predecible guión, a cargo de Simon Beaufoy (Slumdog Millionaire), y no tiene
mucho vuelo propio ni goza de la profundidad que este actor es capaz de dar.
Igualmente, celebro volverlo a ver inmerso en este tipo de papeles, más íntimos
y humanos, como en Beginners, y no en otros roles intrascendentes y vacíos como
los de Haywire o La Isla.
Emily Blunt es una actriz que deslumbra con su belleza y que
ha preferido potenciar su popularidad en detrimento de su faceta profesional.
Kristin Scott Thomas es una señora actriz que siempre cumple y nunca baja de
los seis puntos. En su actuación podremos apreciar, de manera muy minimalista y
superficial, cómo se cocinan las noticias por parte del alto mando.
Una película de fe, suave y correcta, con cuotas de humor
británico como también con críticas a su sistema, que quizás no amerite una
entrada al cine pero resulta agradable y esperanzadora.
Ficha Técnica
Reparto:
Ewan McGregor – Emily Blunt – Kristin Scott Thomas – Amr Waked.
Director:
Lasse Hallström.
Año: 2011.
Duración: 105 minutos.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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