Ruby Sparks

Expectativa vs. Realidad. No es bueno hacerse demasiado la película y entrar a una sala de cine esperando ver el film del año. No es bueno esperar ver una obra maestra basando esa esperanza en un tráiler, en el nombre de uno o varios actores, del director, del guionista o de cualquier otro factor externo. Porque si la película llena esas expectativas, macanudo; pero si pasa -como en la gran mayoría de los casos- que la realidad no se condice con esa previa, la desilusión aumenta (para ilustrar esto, simplemente me remito a la monumental escena a pantalla dividida de 500 Días con Ella) e incluso nos puede obligar a pensar que una película no es buena, cuando sí lo es, aunque no tanto cuando la comparamos con lo que esperábamos de ella. El problema es que esto es inevitable. La solución, separarse de todo lo previo y dedicarse a ver la película nada más, cosa que yo hice con la recomendada de hoy, a pesar de mis esperanzas previas.

Primero, me justifico. El tráiler de Ruby Sparks merece algún tipo de reconocimiento porque cumple de gran manera con el objetivo de todo avance: vender la película y generar en el espectador unas ganas irrefrenables de ver la película completa. Y si a esto le sumamos que el protagonista es Paul Dano, que la película cuenta con los mismos directores de Little Miss Sunshine, que el detonante de la historia es realmente atractivo y que también actúan Annette Bening, Antonio Banderas y Elliott Gould (más conocido como el padre de Ross y Mónica en Friends), creo que es normal esperar mucho. Mi problema fue que yo entré al cine esperando algo similar a Little Miss Sunshine y la película no llega a ese nivel superlativo -cosa dificilísima de lograr- pero no por eso deja de ser buena, ni mucho menos.

Calvin Weir-Fields (Dano) es el típico joven que carece de éxito social. No se viste bien, su atractivo físico es estándar (tirando a feúcho), su mejor amigo es su hermano mayor, acaba de pelearse con su novia y la relación más profunda que ha desarrollado es la que mantiene con su psicólogo (interpretado por el citado Elliott Gould). Pero claro, a pesar de todo esto, el pibe la tiene clarísima. Sin siquiera haber terminado la secundaria, cuenta con su propio auto, su casa de dos plantas y una peligrosa cantidad de tiempo libre a disposición. Todo sin siquiera haber llegado a los treinta años de edad. La razón es simple: Calvin es un gran escritor y su primera obra, escrita hace ya diez años, tuvo tanto éxito que todavía le permite vivir de arriba. Su problema también es simple: está extremadamente solo desde que se peleó con su novia y ya no es capaz de escribir nada bueno, mucho menos algo que esté a la altura de su gran ópera prima.

A raíz de esto, su psicólogo le sugerirá algo que, para usar una frase inédita en la historia de las críticas cinematográficas, cambiará su vida para siempre. Para su próxima sesión, Calvin debe escribir algo. Cualquier cosa. Sin importar su falta de inspiración o de ideas y sin reparar en lo malo que puede llegar a ser ese escrito. Y Calvin escribirá. Como no tiene nada en mente, lo primero que se le ocurre es plasmar en el papel lo que él espera que le pase. Así, empieza a delinear un personaje, una joven llamada Ruby (Zoe Kazan) que se encuentra casualmente con él para luego dar comienzo al típico proceso de enamoramiento que derivará en una relación del tipo “y vivieron felices para siempre”.

Páginas y páginas se van llenando con historias en las que Calvin y Ruby van al parque, al cine, a bailar y terminan nadando juntos en la pileta de la casa de Calvin. Ahora bien, la situación se volverá un tanto descontrolada cuando Calvin deja de escribir por un momento y se va a dormir, solo para despertarse a la mañana siguiente y encontrarse en la cocina de su casa con Ruby, su novia en el papel, que no solo está frente a él como una persona de carne y hueso, sino que además vive con él, es su novia y ahora se encuentra preparándole el desayuno como si esta fuera la situación más normal del mundo.

Ficha Técnica

Reparto: Paul Dano - Zoe Kazan - Chris Messina - Annette Bening - Antonio Banderas - Elliott Gould.

Directores: Valerie Faris - Jonathan Dayton.

Año: 2012.

Duración: 104 minutos.

Calificación El Guionista: 7.

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