jueves, 6 de septiembre de 2012

Trust


Muchas veces se ha dicho que el cine es una de las tantas vías que las personas tienen de expresar cualquier tipo de emoción, sentimiento o idea que se les cruce por la cabeza y, si bien esto es cierto, el séptimo arte -como la música, la pintura y otras tantas vetas artísticas- ha sabido ir más allá y hoy podemos decir que también funciona como un documento, como un registro de ciertos fenómenos culturales, sociales, políticos, etc. que son parte de la realidad y que perfectamente pueden ser abordados a partir de un guión, una cámara y un par de muchachos que actúen. Hace no mucho tiempo, con la llegada de Internet, uno de esos fenómenos al que nadie puede darle la espalda se hizo presente y, todavía más acá en el tiempo, las redes sociales hicieron su propia revolución comunicacional. Y el cine estuvo allí. Trust no es solo un thriller con buenos personajes, una trama atrapante y un buen final, también es una recopilación de datos, situaciones, advertencias, realidades y detalles de un mundo virtual que resulta casi tan complejo y peligroso como el real.

La historia, como no podía ser de otra manera, comienza con una adolescente de clase media cuyo mejor amigo es su Blackberry. Annie (Liana Liberato) es tan normal como cualquier otra chica de su escuela secundaria en uno de esos típicos pueblos de los suburbios de Estados Unidos. Tiene su grupo de amigas, forma parte de uno de los equipos deportivos de su colegio, asiste a fiestas y encuentros similares y cuenta con todas las inseguridades propias de ese mundo pre-adulto. Respondiendo a los mandatos naturales de una joven de esta época, Annie no puede vivir sin su celular, sin su computadora y sin todas esas maravillas que Facebook, Twitter y los mensajes instantáneos ofrecen. Y ahí es donde empiezan los problemas.

Hace unas semanas que su celular no para de sonar a partir de los mensajes que Annie intercambia con un “amigo” que conoció a través de Internet. La típica: dos chicos de la misma edad, que viven en lugares opuestos del país, que tienen varias cosas en común y que empiezan una conversación amistosa por chat que después deriva en el intercambio de números de celular. Nada más. Pero cuando este chico da el siguiente paso y le propone a Annie encontrarse, empiezan los problemas. Lo que empezó como una relación amistosa e inocente terminará en un desastre irreversible.

Como dije al principio, la historia resulta muy entretenida y vale la pena verla por eso solo, pero, además del entretenimiento que propone, consigue retratar muy bien el fenómeno de las redes sociales y las relaciones que derivan de ellas, los peligros que se esconden detrás de un inocente emoticón y las precauciones que se deben tener aunque, como deja en claro este film, a veces es imposible controlar todo. Y este es, en mi opinión, el mensaje fundamental de la película justamente porque el caso que la trama aborda es el de una chica normal, sin nada de particular, con padres responsables y atentos. Todos elementos que hacen que la frase “le puede pasar a cualquiera” esté a la orden del día.

Una buena propuesta de cine de suspenso, con toques cómicos al principio, un claro viraje al drama en el final y grandes actuaciones, como la de la mencionada protagonista de la película y también las de los actores que interpretan a sus padres, nada menos que Clive Owen y Catherine Keener.

Ficha Técnica

Reparto: Liana Liberato - Clive Owen - Catherine Keener - Viola Davis.
Director: David Schimmer.
Año: 2010.
Duración: 106 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


No hay comentarios:

Publicar un comentario