Hace no mucho, recuerdo que
hice un comentario acerca de las películas que yo llamo de “retrato”, es decir,
aquellas cuya principal misión es dar testimonio de una situación o retratar
alguna realidad. Por ese motivo, tal vez se caracterizan también por no ofrecer
una historia demasiado elaborada, con giros en la trama, personajes que cambian
radicalmente a lo largo de la película y un final para el recuerdo. Pero el
otro día fui testigo de lo que podríamos llamar el monumento a las películas de
retrato. Quizás yo no entendí bien el argumento o esta película es demasiado
elevada para mí, pero en la hora y media que dura El Custodio no pasa nada, literalmente nada. Y antes de pasar a
profundizar un poco más al respecto, me gustaría pedirles a los que la vieron
que hagan el intento de explicarme qué onda con esta película o, por lo menos,
qué sensaciones les dejó.
Sobre el argumento se puede decir lo siguiente: Rubén (Julio Chávez) es, como indica el título de la película, custodio, por lo que su trabajo consiste en asegurar la seguridad de, en este caso, un importante Ministro de la Nación durante todas las actividades que realice, ya sean públicas o privadas. Listo. Eso es toda la película.
Durante noventa y pico de minutos, esta obra se encarga de mostrar, hasta el más mínimo detalle, cómo es la vida de un custodio, también llamado guardaespaldas. Qué hace cuando se levanta, qué ropa se pone, cómo es el trato con su jefe, cómo se relaciona con sus colegas, quiénes son sus familiares y varias cosas más. El problema es que una de las pocas cosas que se escapa de esta descripción del día a día de Rubén tiene lugar pasados los ochenta minutos del film, cosa que atenta contra la capacidad de atención y de resistencia del espectador.
En lo personal, yo aguanté
hasta el final de la película porque, a pesar de la monotonía inicial, toda esa
primera parte de la vida del custodio tiene cierto atractivo, pero el motivo principal
de mi no claudicación tiene que ver con otra muestra de soberbia capacidad
actoral que nos regala Julio Chávez. El tipo dice unas veinte palabras a lo
largo de toda la película pero, a la vez, expresa muchas cosas tácitas que
convierten al custodio en un personaje interesantísimo. Es una pena que no haya
tenido una buena trama en la que lucirse.
Y al final, cuando uno cree
que el desenlace va a ser tan intrascendente como el resto de la película, pasa
algo, algo importante, pero sin ningún tipo de lógica o coherencia con el resto
de la trama, por lo que este humilde escritor de reseñas peliculísticas vuelve
a reiterar su pedido al público para que alguien me explique cuál es la razón
de ser de esta película o, si bien es más difícil, por qué fue que el único
premio que recibió fue al “mejor guion latinoamericano”, un sinsentido tan
grande como el film en sí.
Ficha Técnica
Reparto: Julio Chávez - Osvaldo Djeredjian - Cristina Villamor.
Director: Rodrigo Moreno.
Duración: 95 minutos.
Año: 2006.
Calificación El Guionista: ?
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Tráiler para Cine
Coincido. Es una película malísima. No sé como pudo ganar un premio que no haya sido al "Mejor Sopor"
ResponderEliminares una pelicula del genero " progresion acumulativa" no busca ser un film comercial q atrae todo tipo de publico, sino q se destina para los amantes del cine q aprecian compaginacion de planos, guiones, etc. Es una pelicula profunda que t quiere reflejar lo que es la vida de un custodio, busca una reflexion por parte del que la mira, y hasta una identificación. Cuando uno piensa "no pasa nada en toda la pelicula" ¿adivina que? en la vida cotidiana del hombre comun tampoco pasa nada, y eso es lo q busca, reflejar la realidad con la q distintas personas se pueden identificar.
ResponderEliminarNo todos saben apreciar este tipo de peliculas, solo t pido que no juzgues porq en mi opionion es una obra de arte.