lunes, 17 de septiembre de 2012

The Dictator

Dos tipos de humor: 1. El que encuentra su origen dentro de una trama preconcebida, donde los chistes derivan de las situaciones propuestas por la historia que se está contando 2. El que se genera de forma individual, con chistes, bromas o gags ideados de forma autónoma y que luego se insertan en una trama que se moldea en base a esos chascarrillos. Una vez más y como ocurre en todas mis clasificaciones, ambas variantes son perfectamente válidas y muy buenas comedias pueden derivar de estas dos formas de hacer humor, como también puede ocurrir que exista una gran cantidad de bodrios sin importar la categoría a la que pertenezcan. Ahora bien, yendo a la película que hoy nos convoca, creo que casi no hace falta decir que El Dictador es un fiel exponente del ítem número dos de mi categorización y que -aunque yo no lo esperaba- es una gran propuesta para los amantes del cine risueño.

Sobre la trama no hay mucho que decir porque, como explicaba en mi introducción, la película (o, mejor dicho, la historia que cuenta) es casi una excusa para mostrarnos en todo su esplendor al gran personaje que interpreta Sacha Baron Cohen (Hugo, Borat, entre otras), un dictador autoritario de un país de medio oriente llamado Wadiya y que recibe el simpático nombre de Aladeen. La cosa es que Aladeen debe dar un discurso ante las Naciones Unidas para tratar el tema del régimen autoritario que impera en su país pero este será saboteado por Tamir (Ben Kingsley), mano derecha de Aladeen y principal promotor de la democracia en Wadiya, sistema que le permitirá vender al exterior todo el petróleo del país y así enriquecerse en desmedro de toda su población. Para esto, Tamir ordena el secuestro de Aladeen, que es torturado y despojado de su abundante y característica barba hasta quedar irreconocible. Haciéndose con un doble del dictador de Wadiya para que dé el discurso ante la ONU en lugar de Aladeen, Tamir parece haber puesto en marcha un plan perfecto. Quedará ahora en manos del antiguo dictador recuperar su trono, cosa que intentará hacer de la mano de la única persona en Estados Unidos que le brinda su ayuda, una joven activista revolucionaria llamada Zoey (Anna Faris).

Como ya dije, lo que yo más destaco de la película son dos cosas. Primero, las enormes dosis de humor que propone la película (recomiendo que le den play al tráiler que está al final de esta entrada, si todavía no lo vieron) que, casi en su totalidad, giran en torno al personaje de Sacha Baron Cohen, un loco lindo como los que hoy no abundan demasiado. Y, en segundo lugar, quiero tomarme el atrevimiento de pedirles que le presten mucha atención al discurso de Aladeen al final de película, en el que usa el código humorístico para decir una larga lista de verdades sobre el sistema estadounidense que, desde hace una buena cantidad de años, no funciona de la mejor manera.

Cataratas de risas, humor negro por montones, grandes actuaciones al servicio de la comedia y una profunda crítica al sistema capitalista terminan de darle forma a una muy buena propuesta de un género que muchas veces es minimizado y que, una vez más, da muestras claras de que es capaz de mucho más.

Ficha Técnica

Reparto: Sacha Baron Cohen - Anna Faris - Ben Kingsley.
Director: Larry Charles.
Duración: 83 minutos.
Año: 2012.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


1 comentario:

  1. A mí esta película me decepcionó por completo. Después de Borat y Bruno, películas, sobre todo la primera, que buscan un humor que hace sentir incómodo al espectador a la vez que hacen una crítica social, esta es una comedia demasiado simplona.

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