A ver, el argumento es bastante simplón. Un capo mafia ofrece una recompensa millonaria al que le traiga la cabeza de un mago o ilusionista con cartas. ¿Qué tiene de especial este muchacho? Él conoce a varios líderes del hampa como otros tantos crímenes que el pater familia mafioso no quiere revelar. Hospedado en la suite de un casino, Buddy Israel (Jeremy Piven), está protegido como un testigo encubierto por el FBI. En poco menos de dos horas el espectador podrá disfrutar de un menjunje de balas, sangre, drogas, armas blancas y un centenar de personajes totalmente ridículos y grotescos.
Sí, la palabra es “disfrutar”. Sé que es una película más, del montón, de acción irrisoria y hasta desagradable; pero me permito este placer culpable y la publico en El Guionista porque, realmente, me encanta esta cinta. Nada tiene sentido en su trama, pero a nadie le importa. Lo mejor es el inmenso elenco y las fantásticas interpretaciones que realizan de personajes muy, pero muy bizarros.
El plantel está compuesto por profesionales que nunca fueron ni serán de primera línea; pero sí son todos muy reconocidos. Ryan Reynolds (Buried, Adventureland), Jeremy Piven (Old School, Serendipity), Ray Liotta (Killing Them Softly, John Q.), Andy García (Los Intocables, El Padrino III), Ben Affleck (Argo, The Town), Martin Henderson (The Ring), Taraji Henson (Benjamin Button), Chris Pine (Star Trek), Tommy Flanagan (Braveheart), Joel Edgerton (Warrior, Zero Dark Thirty), Jason Bateman (Juno, Up in the Air), junto a tres ex Lost, Nestor Carbonell (TDKR), Matthew Fox (Vantange Point) y Kevin Durand (Robin Hood), y los cantantes Common y Alicia Keys.
Mención aparte me gustaría hacer para Ryan Reynolds, un actor que jamás será De Niro o el gran Jack, pero que se lo nota en un duro debate interno. Por un lado, una mitad le dice “Dale Ryan, vivamos siempre del papel de galán: cuando tenemos que hacer del inocente y bueno, nos afeitamos; cuando queremos alguien más maduro y desilusionado con la vida, nos dejamos la barba”; y por el otro, “Che Ryan, yo alguna vez quiero, al menos, pisar la alfombra roja de los Oscar y, ¿quién te dice?, ganar uno, (si lo hizo Nico Cage…). Así que dejá de aceptar esos papeles estúpidos y jugátela alguna vez”. Su dilema profesional lo ha llevado a una gran indecisión que como consecuencia trajo su aceptación a roles como superhéroes de cómics, o filmes de terror o románticos de poca trascendencia. Pero, la verdad es que me cae bien así que le doy mi voto de confianza y estoy seguro que en algún momento logrará llevar adelante un gran papel por el cual será recordado.
De Joe Carnahan sólo he visto The Grey que, después de El Árbol de la Vida, es la peor película que recuerdo haber ido a ver a un cine, en los últimos cinco años. Pero Smokin’ Aces tiene muy buen ritmo, brillantes desplazamientos con la cámara y buenas cuotas de tiempo para todos los muchachos. Igualmente, por momentos se le quiere dar algo de dramatismo y remordimiento al espectador que disfrutó ampliamente las balaceras, como diciéndole “che, mirá, está ahí tirado, sentí pena por él”. Aunque más que lamento, nos causan aún más gracias; pero insisto: poco importa.
Acompañado de una ingeniosa banda de sonido a cargo de Clint Mansell, Ases Calientes garantiza el entretenimiento. Véanla en la tele cada vez que puedan.
Ficha Técnica
Reparto: Ryan Reynolds – Ray Liotta – Andy García – Jeremy Piven.
Director: Joe Carnahan.
Año: 2006.
Duración: 110 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
No hay comentarios:
Publicar un comentario