Hace pocos días llegamos a las 100 críticas y eso me llevó a pensar cuál hubiera elegido yo para conmemorar este pequeño suceso. Tengo un pasado que me une al cine fomentado desde el seno familiar. Haciendo un repaso por mi niñez, quise acordarme cuál fue el film que más me impactó y que más enseñanzas me dejó. Esa es la razón por la que hace pocos días volví a ver The Shawshank Redemption (Sueños de libertad, aquí, o también Cadena Perpetua); y la comparto con ustedes.
En 1947, Andy Dufresne (Tim Robbins) es condenado a dos cadenas perpetuas por el homicidio de su adultera esposa y su amante. De ser un acaudalado vicepresidente de un banco se convierte en uno de los reclusos de Shawshank, una de las cárceles con peor fama. Allí conocerá a Ellis "Red" Redding (Morgan Freeman), un veterano de la instalación de hace 20 años, conocido por sus capacidades para el contrabando con el mundo exterior. La primera impresión de Red sobre el banquero es bastante débil, de hecho creía que iba a ser “la trucha” que primero llorara. Se equivocó completamente.
De todos modos, Andy es considerado como un estirado, un “snob” por el resto de los presos. Al ser un tipo tan sereno, de buena educación y posición, gran parte de las miradas se posarán en él: “la vida en la cárcel no es cuento de hadas”, y los dos primeros años de Andy serán terribles. Pero gracias a su profesión y su talento, se las ingeniará para mejor su estadía en el penal. Además de “las hermanas”, habrá otros sujetos tan malvados o peores, como el capitán Hadley (Clancy Brown) y, sobre todo, el alcaide Warden Norton (Bob Gunton). El gran interrogante es uno solo: ¿cuánto tiempo logrará soportar Andy en Shawshank?
Tanto Tim Robbins como Morgan Freeman crean dos personajes entrañables llenos de espíritu y calidez. Me atrevo a decir que es la mejor tarea de Robbins (que merecía una nominación al Oscar) junto a la que realiza en Río Místico. Él es un hombre que ha perdido todo y que se aísla en sí mismo para soportar todo su dolor, pero que jamás perderá las esperanzas y de a poco comenzará a soltarse, siendo uno más. Morgan Freeman, como Red, además de ser quien consigue todos los objetos que Andy le pide, será su sostén emocional y entablarán una profunda relación de amistad. Además de actuar de manera espléndida, se convierte en el narrador perfecto para esta historia tan humana.
Este será el gran y merecidísimo salto a la fama de ambos, cuando no eran tan conocidos como lo son actualmente. Al año siguiente Robbins dirigirá Dead Man Walking (obteniendo una nominación a mejor director) mientras que Freeman integrará el elenco del fascinante thriller Se7en. Además de esta dupla, no puedo olvidarme del gran antagonista de este film. Cuando uno creía que no iba a ver a alguien más despiadado, violento y sádico que el capitán Hadley, Bob Gunton interpreta al director de la carcel, Warden Norton, en un papel que recordaré como uno de los peores villanos y que más odio me generó.
Este film tampoco es la típica pieza del género crimen; pero IMDb me ampara y, además, es este mismo sitio el que la coloca como la mejor obra de todos los tiempos del séptimo arte. Basado en Rita Hayworth and Shawshank Redemption de Stephen King, el director Frank Darabont, hizo un brillante trabajo adaptando esa obra literaria a la pantalla grande. Con un guión maravilloso, lleno de frases conmovedoras como realistas, rescato una de ellas que sintetiza sencillez y sensibilidad: “un hombre trabajando al sol se siente más hombre si puede tener una botella de cerveza”. Obviamente hay otras tantas dignas de resaltar.
The Shawshank Redemption es el mejor drama carcelario que recuerdo haber visto. Cómodamente es parte de mi top 10. Lejos de ser tediosa, la introducción (el fragmento más largo, los años de adaptación de Andy) avanza con solidez y sin aburrirnos. El nudo es donde más profundidad se hace en las relaciones humanas entre todos los personajes y se muestran las verdaderas consecuencias de tantos años en la penitenciaría. El desenlace (totalmente sobresaliente, de los mejores de la historia) será el momento de clímax, donde todas nuestras emociones aflorarán dejándonos un delicioso sabor.
Esta cinta recibió siete nominaciones al Oscar donde se destacan la de mejor film, mejor reparto (Freeman), mejor guión adaptado y mejor dirección (Darabont). Integró la terna de mejor película en la ceremonia de los Oscar de 1994, una de las más reñidas que recuerde. De no haber competido contra Forrest Gump, seguramente estaríamos hablando de la ganadora. Mi recomendación es absoluta. Un canto a la amistad y a la esperanza: otro gran clásico de de los 90’s; un verdadero must-see.
Ficha Técnica
Reparto: Tim Robbins – Morgan Freeman – Bob Gunton.
Director: Frank Darabont.
Año: 1994.
Duración: 140 minutos.
Calificación El Guionista: 10.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Creo que nunca escuché hablar de esta película, pero por cómo relataste este post me dieron ganas de salir a buscarla y verla hoy mismo!
ResponderEliminarLas historias carcelarias no suelen llamarme la atención pero si el encierro es el marco del cruce de las relaciones humanas me resulta más que interesante.
¿No la viste vos Marxe? ¡Uh, me tenés que prometer que no pasa de este fin de semana eh!
ResponderEliminarLa semana que viene quiero otro comentario tuyo, esta vez opinando sobre esta obra maestra.
¡Gran abrazo!
Esta es una de esas películas que tarde o temprano tengo que volver a ver. Solo la he visto una vez, cuando tenía 15 años o así, en el colegio, en clase de ética, ni más ni menos. Por aquel entonces me pareció un coñazo y la verdad es que guardo mal recuerdo de ella, pero sospecho que si vuelvo a verla mi opinión cambiará.
ResponderEliminarEs que: Colegio + Clase de ética, no debe ser un clima muy motivador.
ResponderEliminarCreeme que merece otra oportunidad, estoy seguro que la vas a valorar casi tanto como yo.
¡Beso grande Bea y gracias por pasar!