martes, 6 de agosto de 2013

Die Fetten Jahre Sind Vorbei

Antes que se fuera de viaje, le solicité a mi amigo Facu Franco algunas de sus películas por catálogo. Fueron cinco (entre ellas, Once, Antes del Amanecer y Antes del Atardecer). Lo triste es que pasaron ya más de dos meses y aún no vi todas (me falta Tan fuerte y tan cerca). Esto indicaría que estoy algo ocupado -gracias a Dios, a El Diegote y a Pancho I- por mi trabajo. Sin embargo, este fin de semana pudo hacerme del tiempo para ver una cinta de origen alemán, cuyo nombre solía revolotear entre las conversaciones y sitios cinéfilos algo más intelectuales y menos convencionales. Les presento Die Fetten Jahre Sind Vorbei (más conocida como Los Edukadores o The Edukators).

La película se centra en tres activistas anticapitalistas y cómo llevan su causa a la práctica. Jan (Daniel Brühl), Peter (Stipe Erceg) y Jule (Julia Jentsch) son tres amigos que, además de sus manifestaciones y protestas, deben ocuparse de sus problemas e inquietudes, propias de la edad y de no tener los recursos necesarios. Todo esto desembocará en un hecho que complicará la situación de los jóvenes, e irá más allá de su lucha contra el sistema.

Creo que Los Edukadores recibió muchas buenas calificaciones porque a los críticos les fue cómoda la transición del cine convencional hollywoodense a este ejemplar del “nuevo cine alemán” (menos rígido y áspero que el clásico) y que ha sido algo sobrevalorada.

Tiene un comienzo más que interesante, partiendo de una idea revolucionaria y aún más idealista. Plantando firmemente los principios, la ética y la metodología de este movimiento, por parte de sus protagonistas. Así como arroja costosas alhajas por la ventana, escupe verdades tales como la comercialización de íconos de la guerrilla, como “El Che”; sin embargo el espíritu de esta obra también se deja vencer por el capitalismo consumista de la época.  

Luego de una introducción cautivante, pasamos a un nudo que pierde el foco de irreverencia y verborragia, para caer en amoríos adolescentes. Luego toma un aspecto más criminal; algo que ya hemos visto en obras sosas como Bandidos y que hemos visto después en otras más serias como The Debt. Allí el largometraje, dubitativo, no sabe si definirse hacia lo insurrecto e intelectual o hacia lo romántico y sentimental.

Durante los últimos cuarenta minutos -y mejorando notablemente el ritmo en el desenlace- disfrutaremos de lo mejor de la película. Debates de mesa, contundentes y esclarecedores, donde cada uno defiende su postura, y se dicen frases dignas de ser citadas en cualquier charla familiar (siendo estas el punto más alto del libreto). Si me preguntan por lo segundo a destacar, les respondo que es la actuación de Daniel Brühl (Inglourious Basterds, Good Bye Lenin), un muchacho cuyo talento y atino para elegir papeles le ha permitido ganarse un humilde espacio en Hollywood que, muy probablemente, siga acrecentándose.

Otro aspecto que evidencia los dejos comerciales de la obra de Hans Weingartner es la elección de la banda sonora. Demasiada música en inglés, proveniente de los Estados Unidos. Podemos sumar el material de difusión, donde no vas a encontrar un póster original, en alemán, decente para postear (por eso subí uno en inglés, por razones estéticas).

En conclusión, la mayoría de los espectadores se encontrarán con un buen producto que a todos les agradará y a varios, les encantará.

Pienso que aquella persona que busque cine alemán puro no se encontrará con lo que estaba buscando; mientras que aquel que quiera dar los primeros pasos e incursionar en la industria cultural del país bávaro, hallará en Los Edukadores una oferta bastante satisfactoria. Una película con más corazón que cerebro.


Ficha Técnica

Reparto: Daniel Brühl – Julia Jentsch – Stipe Erceg.
Director: Hans Weingartner.
Año: 2004.
Duración: 125 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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