Creo que la única persona que
conozco a la que le gustó la película que hoy es protagonista de este espacio
soy yo. Diversas páginas de Internet que se especializan en el séptimo arte,
amigos, conocidos, mi madre y otros tantos más anónimos coinciden en que el
mejor calificativo para jOBS es “mha”
o eme-hache-a, mha, como diría Lisa. En términos más correctos, sería como una
especie de ni fu ni fa o una película pasable pero nada más. A continuación,
intento de defensa de un film que, vaya uno a saber por qué, nadie le reconoce
los méritos que tiene.
Para empezar, la escena de
apertura de la película ya resulta interesante y cautivadora. Se trata de una pequeña
presentación interna de Apple en el año 2001, momento en que Steve Jobs les
anunciaba a los empleados más notables de su compañía que uno de sus pequeños
proyectos individuales y secretos estaba listo para revolucionar la industria
de la música. Se trataba, ni más ni menos, que de la presentación del primer
prototipo del iPod.
Ya en esa sencilla escena vemos
el cambio que Ashton Kutcher, su protagonista, hizo para el film porque lo
vemos (aunque nunca fue gordo ni mucho menos) extremadamente flaco o, en términos
aplicables a la gente fachera como Ashton, menos groso que de costumbre. Ese
pequeño gran cambio más el uso de un par de jeans holgados, camisita, los clásicos
lentes redondos y la barba y pelo canosos logran un gran parecido con el verdadero
SJ, cosa que también suma para ir entrando en el clima que la película propone.
Y creo que esa es la palabra que
mejor define a esta cinta: clima. Porque ese Steve Jobs canoso y muy parecido a
la imagen que todos recordamos de él no vuelve a aparecer en toda la película. Lo
que le sigue a esta escena inicial es la historia en sí de este largometraje y
consiste en un inmenso flashback que nos transporta a los inicios de la década
del setenta, cuando Steve Jobs era solamente Steve, un carismático joven que
había abandonado sus estudios universitarios.
Ahora, como no quiero extenderme
demasiado profundizando sobre la trama, solo voy a agregar que la película
cuenta la historia de este genio de la tecnología desde ese inicio de la década
del setenta hasta aproximadamente 1993, año en que Apple le pone fin a dos décadas
de turbulencia corporativa y se empieza a consolidar como la empresa que hoy
todos conocemos. En el medio queda la conocida pero interesante historia de cómo
Jobs y un grupito de nerds como él cambiaron el mundo de la informática con sus
revolucionarias ideas. Sus inicios, sus problemas, sus ideales, su primera gran
oportunidad, el éxito masivo, los problemas del éxito masivo, la irrupción del sistema
capitalista en el mundo soñador y naif de estos jóvenes y todo el contexto de
sus vidas personales (con el énfasis puesto en la de Steve, claro, aunque hay
un momento que resulta algo apresurado, donde se omiten detalles que hubiera
sido bueno conocer para unir dos momentos importantes de la historia que serán
fácilmente identificables para el que vea la película).
Pero todo eso es historia
conocida, como siempre ocurre con las películas biográficas que hacen foco en
personajes tan conocidos como Steve Jobs. Y acá es donde yo le encuentro mérito a la
película. Retomando una idea que expuse en mi comentario sobre The Social Network (la película de
Facebook), lo que me parece destacable de jOBS
es que logra entretener e interesar como cualquier película cuyo final
desconocemos a pesar, justamente, de que ya sabemos el final. Y para eso se
vale de recursos como la escena inicial que comentaba, la actuación protagónica
de Ashton Kutcher que, lejos de resultarme criticable, la vi muy bien, para
nada exagerada y a la altura (tal vez el único detalle que resulta levemente sobreactuado
es la forma de caminar que tenía Steve y que AK tal vez fuerza un poquitín),
los detalles de la vida personal de los personajes, los manejos internos de la
directiva de Apple que se plasman de forma fiel y verosímil y el elemento que
yo más destaco de toda la película y que resulta esencial para conseguir ese
clima del que hablaba antes, que es la música, una brillante combinación de
melodías orquestadas con canciones modernas de artistas como Bob Dylan realzan
tremendamente el efecto de cada escena, cada descubrimiento y cada suceso de la
vida de Steve Jobs en la pantalla.
En resumen, una película muy
entretenida, que transmite mucho, que revela mucho también, con una banda
sonora tremenda, un Ashton Kutcher a la altura y un elenco secundario conformado
por J. K. Simmons (trilogía Spider-Man,
Juno, Up in the Air), Dermot Mulroney (La Boda de mi Mejor Amigo, J. Edgar, Zodíaco) y Josh Gad (Love & Other Drugs, La Era de Hielo 4, 21 Blackjack) que sustenta en gran forma a esta historia de vida
muy bien adaptada a la gran pantalla.
Reparto: Ashton Kutcher - J. K. Simmons - Dermot Mulroney - Josh Gad - James Woods.
Director: Joshua Michael Stern.
Año: 2013.
Duración: 128 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: no, pero creo que ya está en iTunes :P
Tráiler para Cine
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