viernes, 30 de agosto de 2013

Star Wars

Si ustedes esperaban que un blog de cine, se abriera de un día para otro, y en ningún momento de su existencia considerada la posibilidad de postear la cinta que hoy nos reúne, qué poco que entienden de la fuerza. Sí, era hora: volvieron los clásicos a El Guionista y yo no permitiré que este espacio se prive de hablar de los más importantes y relevantes de la historia del séptimo arte. Bienvenidos a una de las mejores sagas que el maravilloso universo cinematográfico tuvo el gusto de brindarnos: Star Wars.

“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”

Guerra Civil. Las naves espaciales rebeldes lograron su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico. Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio: la Estrella de la Muerte. Los planos son la mayor esperanza de estos valientes. Es por eso que confían en la Princesa Leia (Carrie Fisher) para que pueda llevar adelante esta difícil tarea. Sin embargo, el Imperio Galáctico, con Darth Vader a la cabeza, no tiene lo mismos planes en mente. La libertad y soberanía de todo un universo está en juego.

Me imagino la experiencia única de cualquier joven o adolescente dentro de la sala. Sentado en su butaca, ansioso por conocer este nuevo mundo. De repente, una canción… ¿qué digo canción? ¡un himno! Sonando, mientras unas letras se alejan de la pantalla que nos sirven de contexto. Luego, intentando comprender de qué va todo esto sobre galaxias lejanas, planetas con nombres extraños, vestuarios estrafalarios y personajes de especies y etnias sumamente bizarras.

Pasada ya media hora, donde las ideas intentan acomodarse y tomar sentido, las pupilas empiezan a abrirse. Ya es difícil pestañar por tanto asombro. Aventuras de máximo riesgo y gloriosos combates, dejan maravillado a cualquier presente, sin importar el rango etáreo.

Finalmente, con ese tema característico cerrando y esa imagen final de los protagonistas, como una postal, considero un insensible e insensato al que no se paró del asiento y se rompió las manos en aplausos, mientras lágrimas de emoción caían de sus ojos. Entiendo a esa emoción como la que reconoce que acaba de ver algo fabuloso e inigualable.

Yo no tuve la dicha de estar en un cine en 1977 -¿tengo que seguir haciendo ahínco sobre las bondades de aquella maravillosa década, más que ganada?-, no obstante no dejé la oportunidad de ir a verla cuando se reestrenó en 1997. Salí pasmado, convirtiéndome en un militante acérrimo de La Guerra de las Galaxias

Además, ¿quién mejor que Eric Forman de That ‘70s Show para personificar a cualquier fanático, nerd, geek o como quieran llamarlo de esta primera trilogía? ¿Quién nunca jugó, alguna vez, con ser Luke Skywalker y someterse al entrenamiento Jedi para enfrentarse al lado oscuro y a sus caballeros más temibles? 

A nadie le pudo haber importado que el protagonista, el ingenuo de Mark Hamill, sea un decorado inexpresivo actuando, cuando tenés a un chispeante Harrison Ford y, por sobre todas las cosas, criaturas tan extravagantes como fascinantes: un androide sumamente refinado, otro con forma de centrifugador al que no se lo entiende, un monstruo peludo gigante de no muy fluido vocabulario y otros pequeños usureros que tienen algún que otro problema sindical.

Y hablando de personajes singulares, el que sobresale a toda luz es ese sujeto, a quien no podemos descifrar si es un robot con forma humana o si adentro de todo ese armatoste negro y detrás de esa respiración fatídica, hay una persona. Algún día haré un ranking de villanos más aterradores y Darth Vader no podrá faltar en ese listado. Jamás.

A nadie le pudo haber importado que el guión tuviera fallas y que el director se concediera algunos permisos para poder dar grandes saltos, sin ahondar demasiado en algunas historias y lugares (que le hubieran agregado una hora más al largometraje), cuando uno pudo gozar de un relato épico. Porque eso es Star Wars y todo su universo: algo épico; una verdadera obra de arte en todas sus expresiones.

Tal es así que la saga se volvió tan gigantesca y se arraigó tanto en la cultura pop que debieron modificar el título original por Star Wars: Episode IV – A New Hope, para evitar confusiones.

Innecesariamente, en 2015 tendrá lugar el comienzo de una tercera trilogía de la mano del hombre de hielo, Walt Disney, su fiel ladero, el ratón Miguelito y el director de Star Trek y Lost, J.J. Abrams. Crucemos los dedos.

No importa. Siempre le estaré agradecido a George Lucas por haberse inspirado de distintas historias, cuentos, libros, historietas y películas y haber creado a la madre de todas las películas de ciencia ficción, fantasía y aventura. El mejor ejemplar de todas estos géneros. 

No le pongo el mayor puntaje porque creo que este capítulo no es el punto más alto de la saga. Si no la vieron, se están perdiendo una gran parte de la historia del cine y de la más fascinante. A los detractores, ni olvido ni perdón. A los fieles seguidores, “que La Fuerza nos acompañe”.

Ficha Técnica

Reparto: Mark Hamill – Harrison Ford – Carrie Fisher – Alec Guinness.
Director: George Lucas.
Año: 1977.
Duración:
Calificación El Guionista: 9.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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