viernes, 2 de agosto de 2013

Pacific Rim

Ya que hemos vuelto luego de un largo descanso, voy a continuar con la onda "estrenos" que propuso mi amigo, con el posteo de ayer. La primera vez que vi un avance en el cine de Titanes del Pacífico me esperaba alguna porquería al estilo Battleship o Transformes (la primera no estuvo mal, honestamente), pero también con monstruos. Desestimada por completo, mi opinión comenzó a no ser tan negativa cuando me enteré que Guillermo del Toro era su director. Pero al rato me dije “uh, mirá cómo se vendió y se destruyó a sí mismo, el Guillote”. Lo que definitivamente terminó de torcerme el brazo fue cuando un compañero de trabajo me dijo algo así como “che, ¿viste esa película, la de los Titanes del Pacífico? Tiene un argumento similar al de Evangelion, ¿no te parece?”. Esa frase fue un detonante que me hizo buscar información sobre esta cinta y lo que finalmente me impulsó a reservar mis entradas en 3D.


Legiones de criaturas gigantescas, conocidas como kaijus, comenzaron a elevarse desde el océano, desatando una cruenta guerra que se cobraría millones de vida ante la gran superioridad de estas bestias por sobre los recursos bélicos de los seres humanos. No obstante, para combatir a los monstruos, la humanidad creó sus propios monstruos: los jaegers. El tablero comenzaba a emparejarse hasta que se descubrió que estas criaturas evolucionaban y comenzaban a conocer las virtudes y deficiencias de la resistencia global. La raza humana deberá llevar al máximo sus esfuerzos para poder sobrevivir y aniquilar a estos abominables seres.

Así como es innegable la influencia de Ghost in the Shell en Matrix, también lo son las similitudes entre Neon Genesis Evangelion y Pacific Rim. Está claro que Evangelion no fue el primer “dibujito” mecha (referido a los súper tecnológicos robots, controlados por hombres). Antes estuvieron Mazinger Z o Robotech (de épica primera temporada) y seguramente otros tantos que desconozco. Pero fue Evangelion el primero en plantear que los pilotos no sólo iban a correr peligro por enfrentar a poderosas criaturas, sino que también iban a sentir los daños de la nave, a través de una conexión neurológica, como si fueran propios.

Sin ser un fanático del animé (habré seguido a diez en toda mi vida), no puedo dejar de lado a una de las series que más me marcó, constando sólo de 26 episodios y una película-epílogo (fuertemente recomendada). No tengo dudas que le ha servido al guión de Travis Beacham como fuente de inspiración.

Desde ya, también hay diferencias y paso a nombrar las más relevantes.

En Titanes del Pacífico no hay ángeles destructores, sino monstruos que emergen del océano, al mejor estilo Godzilla. Consecuentemente, todo lo filosófico y religioso característico de Evangelion, no está presente, remplazado por comedia y sentimentalismo. Es, justamente, en los momentos de romance y emotividad donde el libreto tambalea. La atención baja notablemente y eso se nota en la sala, cuando la gente comienza a susurrar o a ver sus celulares (probablemente, también, porque no todos entienden de lo que se trata en la pantalla grande).

Siempre dije que lo mejor de Evangelion, además de sus personajes y las colosales peleas, es ese terror psicológico que se produce al ver cómo destruyen los espíritus de adolescentes de 15 años que tienen en sus espaldas la responsabilidad de proteger al mundo enfrentándose a criaturas cuyo objetivo es llevar a cabo el plan divino de la destrucción total de la humanidad. En Pacific Rim lo comunitario, lo grupal se impone ante lo existencial, lo individual.

Por último, lo más importante es que en Titanes del Pacífico los pilotos son dos y deben estar conectados mental y emocionalmente; a diferencia de Evangelion, donde sólo hay uno solo. No obstante, recuerdo el capítulo donde dos de los protagonistas del animé japonés debieron introducirse a un Eva (así se llaman estos “robots” -las comillas son intencionales-; bien peronistas todos ellos) y para lograr sincronizarlo, debían pensar en un mismo idioma.

Puede que, partiendo de esta comparación, ustedes crean que estoy desvalorizando esta obra, adjetivándola como un simple plagio. Pero no es así. El tiempo dirá si Pacific Rim se convertirá en un hito o no; pero estoy absolutamente seguro de que marca un precedente en este subgénero de ciencia ficción y de realización.

Las escenas de las batallas son el punto más sobresaliente y lo que ya valen la entrada. La estética y la forma de los kaijus como de los jaegers te cautivan; y son las coreografías sumadas a los planos del director los que hacen que te involucres un 100% en el duelo, como si estuvieras “enlazado”. La adrenalina que cualquier beligerancia provoca, sumada al dramatismo del relato, garantiza la compenetración total.

Lo que no vale para nada la entrada es el pobre uso del 3D que en ningún momento hace la diferencia. Hasta ahora, salvo Toy Story 3, con Rex luciéndose, y Life of Pi, con sus bellísimos paisajes y climas, no hubo otras películas que supieran aprovechar este avance tecnológico.

Si tenemos que hablar de las actuaciones, probablemente, sean la pata más floja de la mesa. Charlie Hunnam (Sons of Anarchy) personifica al típico héroe que antes de que la vida le asestara un buen golpe, era arrogante y temerario, para luego ser el más correcto y benévolo guerrero. Sus líneas tampoco lo ayudan mucho. Su compañera, Rinko Kikuchi (Babel), tampoco descolla y se encuentra en la misma sintonía baja que su pareja. Así como el romance lo propicia la pareja compuesta por Hunnam y Kikuchi; el tono cómico que tiene Pacific Rim se lo dan Charlie Day y Burn Gorman que, sin sobresalir, cumplen con su objetivo.

El mejor es, sin objeciones, Idris Elba (Prometeo). Desde el inicio, se creyó su papel y no hay una escena en la que no lo demuestre. Su presencia, profesionalismo y voz de mando inspiran respeto tanto a sus hombres como a los espectadores. Un destacado para los aportes de dos grandes como Ron Perlman (más conocido como Hellboy) y Santiago Segura (más conocido como Torrente).

No tengo dudas de que lo que más le habrá jugado en contra, en su estrategia de atraer al público, fue su tráiler de difusión. Los que me leen hace tiempo saben que estoy totalmente en contra de este clase de publicidad, y este es un gran ejemplo. En sí, no te vende nada más que robots peleando con monstruos y a un morocho pronunciando una frase referida al Apocalipsis que, de no haberla visto cincuenta veces antes, me hubiera agarrado cierto cosquilleo por todo el clima que allí se genera. No obstante, estoy seguro de que los números finales darán que, en el mercado asiático (en especial, el del lejano oriente), ha sido un furor.

Después de La Cacería , la considero el mejor estreno de 2013 que pude apreciar en una sala. Además, Titanes del Pacífico pinta para terminar entre las mejores diez del año, mínimamente. Podremos criticar algunas interpretaciones y cierta irregularidad de la trama; pero el cine es entretenimiento y esta obra te garantiza un 100% del bueno y del innovador.

Las tres grandes conclusiones que pude obtener son las siguientes: El argumento de Titanes del Pacífico comienza muy relacionado con el de Evangelion, para luego tomar su propio camino. Guillermo del Toro es uno de los directores “polirubro” más talentosos de la actualidad. Y, tranquilamente, estamos en condiciones técnicas y tecnológicas de hacer una live action de Neon Genesis Evangelion.


Ficha Técnica

Reparto: Charlie Hunnam – Idris Elba – Rinko Kikuchi.
Director: Guillermo del Toro
Año: 2013.
Duración: 130 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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