viernes, 9 de agosto de 2013

Metegol

Finalmente salió a la luz la película más esperada por el gran público argentino que, esta vez, también integra a los más pequeños. El Guionista no podía quedar exento de tamaño estreno que, a nivel local logró mantenerse durante tres semana como líder de taquilla, muy cerca de superar el millón y medio de espectadores. Con ustedes, lo nuevo del talentosísimo director, Juan José Campanella, esta vez, en su debut en el cine animado: Metegol, largometraje que abrirá el Festival de Cine de San Sebastián como Futbolín y llegará al mercado norteamericano y de habla inglesa como Foosball.

Inspirado libremente en un cuento del gran Roberto “Negro” Fontanarrosa (Memorias de un wing derecho), esta cinta narra la historia de Amadeo (voz de David Masajnik), un tímido pero bondadoso muchacho cuya pasión es jugar al metegol y crear sus propios jugadores. Él está enamorado de Laura (Lucía Maciel) y, como prueba de su amor, acepta el desafío de un partido de metegol contra el terror del pueblo: un niño bastante intimidante, que nunca perdió a nada y a quien nadie se anima a enfrentar. Las cosas no pintan bien para nuestro héroe y el pánico comienza a apoderarlo.

No obstante, Amadeo saca a relucir todo su coraje y logra dar vuelta el partido. Esto genera que el malvado niño abandone su tierra.

Varios años han pasado y Amadeo aún siente el mismo entusiasmo por su juego favorito y sus protagonistas. Pero su mundo comenzará a tambalearse cuando Laura le confiese que se irá a estudiar a la ciudad. La situación se torna mucho más desesperante cuando “El Grosso” (Diego Ramos), un futbolista estrella de fama mundial, decide comprar el pueblo y establecer su empresa allí, para así poder cobrar venganza de la única derrota que ha sufrido en su vida... 

Si nos guiamos por las reseñas o calificaciones de nuestros críticos predilectos, podríamos llegar a creer que Metegol es la mejor película del nuevo siglo, superando a The Dark Knight o a la saga de El Señor de los Anillos. Está más que claro que no es así, pero realmente se puede apreciar el trabajo, la dedicación y el detallismo de todos los involucrados.

La labor de los actores de doblaje es impecable. Muchas veces los avances tecnológicos atentan contra del resultado final. No es lo mismo el nivel de compromiso de alguien que pasa no más de cinco días grabando las voces con las imágenes ya hechas que aquel que las interpreta, que las vive, que las siente. Pablo Rago como Capi, Fabián Gianola como Beto, Horacio Fontova como Loco y Coco Sily como el Manager, y resto del elenco, se pusieron bajo las órdenes de Campanella para grabar sus voces, actuando como lo hacían sus versiones animadas. Como un juvenil a punto de debutar en primera, estos actores han sacado a relucir ese fuego sagrado, ese espíritu amateur.

Además, lo que más deslumbró de la calidad visual, fueron los efectos en los jugadores de metegol, en cuanto brillo y contraste, en sus partes despintadas de tanto ajetreo, donde se puede apreciar el plomo que los componen. Esta vez sí puedo decir que, sin sobresalir, el 3D sí estuvo bien utilizado. Y lo que más me gustó fueron esos pequeños homenajes intrínseco-argentinos, como al poco extrañable De la Rúa, a “Mostaza” Merlo o al crack de “El Chipi” Barijho (también hubo otro para Apocalipsis Now). 

El libreto es entretenido, y cuando todo parecía indicar que la frase más enérgica tomaría nuevamente como punto central a la pasión, apareció la voz del líder de Los Caniches de Perón, esta vez no para dar cátedras del macho, sino para darle una lección de realismo y actualidad a la estrellita del momento, como al espectador amante del fútbol y conocedor de los tiempos que corren. Indudablemente, este breve discurso quedará grabado en la posteridad de la historia de nuestro cine y será repetido en muchas charlas futboleras o previas con amigos varones.

Hay que admitir que, por momentos, la línea argumental zigzaguea (especialmente, en el nudo) cuando se pierde cierta tensión y no se entiende muy bien cuál es el objetivo de nuestro protagonista; como también cuando Amadeo intercambia el bastón de mando escénico con sus diminutas creaciones. Lo que no puedo comprender es que una película del cine argentino, que trata sobre fútbol, no utilice las expresiones “mufa”, “mala leche” o “vendehumo”. Pero esa es mi máxima crítica.

Eso sí: si quieren seguir aumentando las arcas, es inminente una miniserie -mínimamente- de los jugadores de metegol y sus aventuras, tal cual lo hicieron los pingüinos de Madagascar, cuarteto de lo más cómico y revitalizador de la industria del cine animado. A Capi, Beto y demás muñequitos de plomo, no les pesó la responsabilidad de cargarse el equipo; digo… la película al hombro.

¿Te acordás cuando Axel Kuschevatzky era crítico de cine y conducía un programa sobre películas de terror bien malas, a la noche por Telefé? Ahora no sólo que es el máximo co-productor argentino y que sube a buscar el Oscar, ¡también es actor de doblaje! Nada, eso, un apartado (dudo mucho de que al bueno de Axel se le escape mi comentario de arriba).

La película es sumamente emotiva en la definición más estricta de la palabra: se refiere a las emociones y fui testigo de eso en una escena muy puntual donde las no más de 100 personas de la sala reaccionamos de la misma manera que las millones presentes en el film.

Ha sido un año más que interesante y duro en cuanto a películas animadas. Seguramente no sea la mejor, pero Metegol no tiene nada que envidiarle a las otras. El efecto más importante que me causan las películas animadas para chicos (siempre de Pixar y DreamWorks) es que me hacen sentir un niño otra vez y logran emocionarme. Metegol no es la excepción.

De la forma que sea, Metegol tiene que sentar precedente porque ni llamándote Juan José Campanella o Ricardo Darín, el INCAA o la Presidenta de la Nación te van a bancar 22 millones de dólares de presupuesto. Esto es una lástima porque, cada vez que me interiorizo en el cine nacional, compruebo que hay talento y, quizás, con una suma no tan exorbitante como la recién nombrada, pero algo más generosa que la habitual, se podrían hacer más productos de calidad y muy redituables.


Ficha Técnica

Reparto: David Masajnik – Lucía Maciel – Pablo Rago – Diego Ramos.
Director: Juan José Campanella.
Año: 2013.
Duración: 100 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: en un futuro no muy lejano.

Tráiler para Cine


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