jueves, 1 de agosto de 2013

Before Midnight

A poco más de un mes de habernos ausentado con aviso, El Guionista hace su reaparición en una forma revitalizante, impresionante, humectante y vigorizante. O por lo menos eso nos enseñó a decir el abuelo Simpson cuando hay que vender algo y no se tienen demasiados argumentos. Sin embargo, una cosa es cierta: después de treintaipico de días sin criticar ninguna película, la lista de títulos vistos se fue acumulando de manera progresiva por lo que, por lo menos en las próximas dos o tres semanas, les recomendaremos lo mejor del séptimo arte en dosis perfectamente saludables. Así que, sin más preámbulos, acompáñenme en mi disertación sobre uno de los mejores films que se han visto en este año: Before Midnight o Antes de la Medianoche.

Primero y principal, en caso de que haya algún ignaro en la sala, aclaro que la película que hoy nos convoca viene a darle cierre (o no, nunca podemos estar seguros cuando de secuelas se trata) a la trilogía de films que comenzó hace ya dieciocho años con el largometraje titulado Antes del Amanecer y que vio su segunda parte nueve años más tarde con la llegada de Antes del Atardecer. Ahora bien, como no quiero aburrir a nadie con recapitulaciones innecesarias, invito a todo aquel que quiera saber más sobre estas dos primeras entregas a que lea mis impresiones sobre las mismas en ESTA doble crítica que hice hace unos meses.

En este punto, entonces, todos (tanto si vieron las partes predecesoras a Antes de la Medianoche como si leyeron lo que yo escribí sobre ellas) sabemos que en esta trilogía toda la acción gira en torno a Céline (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke) y a los deliciosos diálogos entablados entre ambos. Aclarado todo esto, lo único que me queda antes de darles esos detalles sobre la trama que solo El Guionista sabe dar y que no se pueden encontrar en las secas y aburridas sinopsis escritas telegráficamente que pululan por todos lados es aclarar que me resulta ineludible mencionar las circunstancias en las que Céline y Jesse vuelven a encontrarse (cosa que sucede antes de los diez minutos de película). Ergo, si no quieren enterarse de esto (aunque aclaro que este no es un spoiler de proporciones apocalípticas ni mucho menos), hagan el favor de retomar la lectura de estas líneas una vez vista la película.

A diferencia de las dos primeras partes, en las que la pareja protagonista se reúne de manera fortuita –una vez en Viena, la otra en París– en esta tercera entrega arrancamos con un encuentro preestablecido que se produce en territorio griego. Resulta que el final abierto (o, por lo menos, inconcluso) de Antes del Atardecer se resuelve rápidamente aquí cuando nos enteramos de que Céline y Jesse no solo llevan casados una buena cantidad de años sino que además son padres de dos adorables gemelas, situación familiar a la que se suma algo que en la segunda entrega se menciona de pasada pero que ahora constituye un elemento de gran peso en la trama: el hijo adolescente que Jesse tuvo en su matrimonio previo y que ahora vive con su madre en Estados Unidos. De esta manera, la acción encuentra su inicio cuando Jesse está despidiéndose de su hijo en el aeropuerto de Atenas luego de que este pasara sus vacaciones con su padre, Céline y sus dos medias hermanas.

Planteado todo el contexto, solo me queda agregar que el resto de la historia girará alrededor de este conflicto (Jesse que se quiere ir a vivir cerca de su hijo y Céline que ni siquiera quiere oír hablar de ello) y las culpas que esto genera en cada personaje, a lo que se suman esos maravillosos e interminables diálogos en clave filosófica sobre la vida, la felicidad, el amor y demás elementos trascendentales.

Obviamente, el guion es magistral, los protagonistas lo llevan adelante con su enorme capacidad –a lo que ya le suman el valor de la experiencia previa–, los actores secundarios toman una relevancia algo más marcada en esta parte (cosa que, lejos de restar, aporta y mucho) y en el final tanto Céline como Jesse vuelven a tomar la batuta para adueñarse de un epílogo que, depende cómo se vea, puede dejar la puerta abierta para una cuarta parte que, de no mediar ningún tipo de ansiedad, tendremos dentro de otros nueve años. Cuarta parte que, si me pregunta a mí, ojalá pase del deseo y la incertidumbre para ser una realidad.


Ficha Técnica 

Reparto: Julie Delpy - Ethan Hawke.
Director: Richard Linklater.
Duración: 109 minutos.
Año: 2013.
Calificación El Guionista: 9. 
Películas por catálogo: incluida. 

Tráiler para Cine


No hay comentarios:

Publicar un comentario