
Como lo había prometido anteriormente, he decidido terminar
las trilogías que comencé a criticar hace un tiempo. Ya lo hicimos con la del
Caballero de la Noche
como también con la de Infernal Affairs. Hoy es el turno de adentrarme en el
segundo capítulo de la trilogía Millennium, titulado Flickan Som Lekte Med
Elden (The Girl Who Played With Fire o La chica que soñaba con una cerilla y un
bidón de gasolina). Desde ya me veo en la obligación de aclarar que si no
vieron la primera parte, Los hombres que no amaban a las mujeres, deberían
hacerlo previamente.
Para los que sí lo hicieron, sabrán que el primer capítulo
de esta maravillosa saga sueca, está basado en el libro titulado Män Som Hatar Kvinnor, del periodista Stieg Larsson, que ha sido adaptado a la pantalla
grande en dos ocasiones: con el film escandinavo homónimo y por David Fincher
(Se7en, Fight Club, Red Social) como The Girl with the Dragon Tattoo. Quienes
hayan visto algunas de estas cintas o, directamente, hayan leído el libro,
sabrán quiénes son sus principales protagonistas y cómo terminó la historia en
la primera entrega. Igualmente, no está de más recordarlo.
Luego de resolver el difícil y turbio asunto familiar de los
Vanger y salir airosos, Lisbeth Salander (Noomi Rapace) y Mikael Blomkvist
(Michael Nyqvist) siguen caminos separados sin volverse a unir por un largo
período. El motivo es claro para todos, excepto para Mikael, que no entiende
porque "Pippi Calzaslargas" (así suele llamar a Lisbeth, socarronamente) no responde
a sus llamados, luego de todo lo que debieron soportar y superar juntos. No
obstante, luego de hundir al deshonesto magnate Wennerström, vive sus días de
gloria en el plano profesional con la publicación de su libro y el
resurgimiento de la revista Millennium de las cenizas mismas.
La editorial ha recobrado el prestigio que siempre supo
tener y ahora está centrado en buscar nuevos casos de corrupción. La plantilla
ha crecido y uno de los nuevos integrantes es el periodista freelance, Dag
Svensson, quien, gracias a la tesis de su novia, Mia, ha descubierto el
terrible negocio del tráfico de mujeres, especialmente provenientes de los
países del este europeo. Tanto Mikael como Erika Berger (Lena Endre),
copropietaria del medio, se ven interesados en el tema, más al conocer que
muchos policías y funcionarios públicos están involucrados en este nefasto
mundo.
Mientras tanto, Lisbeth considera que ya es tiempo de volver
a su país y pone punto final a sus viajes alrededor del mundo. Su principal
objetivo es controlar que su sádico tutor, el abogado Nils Bjurman, siga sus
instrucciones al pie de la letra. No obstante, la suerte de nuestros héroes
cambiará cuando los cuerpos de Dag y Mia, como también el de Bjurman, sean
hallados sin vida, brutalmente asesinados. La principal sospechosa será Lisbeth,
mientras que un nombre desconocido resonará en el ambiente: “Zala”.
Desde ya lo siento por aquellos que pretendían leer una
reseña escueta, pero tengo la necesidad de explayarme y ser lo más completo
posible ya que soy un fanático admirador de esta saga y su adaptación
cinematográfico no me satisfizo en absoluto. Muchos podrán criticar y dar su
opinión sobre el film, pero dado a que yo tuve la oportunidad y el placer de
leer la novela, voy a llevar adelante este análisis en comparación con la obra
literaria.
Sí, ya sé lo que significa una adaptación como también sé
que no se puede hacer un calco del libro y comprimirlo en algo más de dos
horas; así que en algunas cosas le daré la derecha al director Daniel Alfredson
(quien reemplaza a Niels Arden Oplev) en muchas otras le daré la izquierda.
Una de las cuestiones que destaco como acertada es la de
haber eliminado casi por completo los
primeros diez capítulos intrascendentes (lo más flojo dentro de la saga
literaria de Larsson). Aunque en esas páginas, pudimos saber más a fondo lo que
acontecía en el interior de nuestros protagonistas, como también conocer a los
nuevos, como Dag y Mia. Mientras que en el libro sufrimos sus terribles
asesinatos, en la película casi no los percibimos. Tampoco conocemos los miedos
y debilidades de Ronald Niedermann, un personaje que aquí se nos presenta como
un Terminator cualquiera, invencible e inhumano.
Además, podría reconocer su cuidado en cuanto a lo estético
y la utilización de luces o sombras, pero claramente ha descuidado cosas mucho más
esenciales, como la banda sonora (casi inexistente) y el hecho de generar
climas de suspenso. Las transiciones se hacen de manera muy veloz, manifestando
una gran prisa y así es difícil crear un ambiente de misterio para los
espectadores.
Otra cosa que no pude soportar fue la exclusión de escenas de vital importancia, para el desarrollo de la historia, como el primer encuentro (para nada grato) entre Lisbeth y el "Kalle Blomkvist de los cojones" en la calle, perseguidos por Niedermann; o la aparición de Lisbeth en el domicilio de Dag y Mia.
Como la primera decena de episodios en la novela son lo más
flojo de toda la trilogía, los últimos diez de este libro es lo mejor,
indiscutiblemente, llegando al punto de climax más alto de toda la saga. Sin
embargo, Alfredson lo ha desperdiciado por completo y parece que nunca supo cómo
causar el impacto que sí recibimos los lectores, dejándonos sin aliento. Esta
para mí es la gran falla de este film y añoro que Fincher sepa adaptarlo de una
forma más fidedigna y que nos produzca las mismas sensaciones.
En cuanto las actuaciones, queda claro que Noomi Rapace ha
venido para quedarse. La actriz protagonista de la trilogía Millennium y de
Prometeo, sigue adueñada del papel de Lisbeth Salander y, en esta entrega, ha
dado lo mejor de sí en unas escenas subidas de tono y muy picantes. Sí debo
señalar que Michael Nyqvist (Misión Imposible 4), en mi opinión, me resultó más
creíble que en la primera parte, especialmente en su rol de periodista (con los
riesgos y valores que la profesión conlleva) y como amigo defensor de Lisbeth.
Ayer mi amigo Facu Franco aseguró que Días de Vinilo, fue lo
mejor que se estrenó la semana pasada en Argentina. No puedo negarlo (porque aún
no la vi) pero sí puedo recomendarles la noruega Hodejegerne (Cacería
Implacable en nuestro país), un excelente thriller. De a poco el cine
escandinavo, con directores como Lasse Hallström (Salmon Fishing, Gilbert Grape),
Tomas Alfredson (El Topo, Let the Right One in) u obras como DeUsynlige, va
ocupando un importante espacio en el campo del séptimo arte y desde aquí lo
celebro, ya que tienen una mirada y una sensibilidad muy particular (aunque, últimamente,
algo influenciada por el espíritu comercial capitalista de Hollywood).
Volviendo a La chica que soñaba con un fósforo y un bidón de
gasolina creo que, en términos generales, a los que no leyeron las novelas les
parecerá entre regular, correcta o buena. Pero para aquellos que disfrutamos de
la obra literaria de Larsson, nos dejará bastante que desear.
Ficha Técnica
Reparto: Noomi Rapace – Michael Nyqvist – Lena Endre – Johan
Kylén.
Director: Daniel Alfredson.
Año: 2009.
Duración: 127 minutos.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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