Ocasionalmente, me ocurre que
termino de ver una película y no sé qué pensar sobre la misma. No le encuentro
el sentido, no me queda claro qué se quiso contar y, lo que es más grave, no sé
si me gustó o no. Bueno, si alguna vez les ocurrió esto, les cuento que he
descubierto tres indicadores (entre tantos que existen) que son una prueba
irrefutable de que una película nos gustó. 1. Los extras. Si al terminar el
film a uno le dan ganas de ver los “special features” que vienen en el DVD (con
entrevistas a los actores, al director, el detrás de escena y demás), eso ya es
buena señal. 2. Los títulos. A veces me ocurre que, una vez finalizada la
película, me quedo viendo los títulos o créditos del final con el solo objetivo
de prolongar la ilusión de que la película todavía no terminó. 3. Las lágrimas.
Si un film logra producir en nosotros una emoción tal que nos hace lagrimear un
poco, bueno, se puede decir que ya valió la pena. En conclusión, si uno de
estos tres indicadores se hace presente luego de ver una película, quiere decir
que esta cumplió su objetivo y si los tres elementos se manifiestan de forma
conjunta -como me ocurrió a mí anoche luego de ver The Magic of Belle Isle- esto significa que estamos en presencia de
una de esas cintas que se presentan muy de vez en cuando.
Dirigida por el genial Rob Reiner (Misery, Cuando Harry conoció a Sally, The Bucket List), la película cuenta la historia de Monte Wildhorn (Morgan Freeman), un exitoso escritor de novelas del viejo oeste que, a través de la
literatura, ha logrado superar la enorme desventaja de estar obligado a
trasladarse en una silla de ruedas desde los veinticinco años. Ahora, mientras
transita sus últimos años de vida, Monte no se toma muy bien el tema de la
vejez, por lo que desde hace algún tiempo (seis años exactamente, momento que coincide
con el fallecimientos de su esposa) se ha convertido en un viejo cascarrabias,
quejoso, exageradamente cínico y, en general, poco agradable de tener cerca.
Pero la cosa va a cambiar.
En un intento por reanimar un
poco a su desesperanzado tío, el sobrino de Monte lo lleva a pasar el verano a
una linda localidad suburbana emplazada a orillas de un lago: Belle Isle.
Aparentemente, el sobrino de Monte tiene un amigo que decidió vender su casa en
Belle Isle pero como esto no ocurrirá hasta que concluya la temporada estival,
el joven lo ha convencido de que le preste el inmueble a su tío con el objetivo
de que el viejo pase un lindo rato en esta agradable y apartada comunidad y,
con un poco de suerte, se reavive su amor por la literatura y retome su
actividad como escritor.
Será en este pequeño pero
paradisíaco pueblo donde el señor Wildhorn conocerá a las personas más
maravillosas del mundo, con la señora O’Neill (Virginia Madsen) y sus tres
hijas (Emma Furhmann, Madeline Carroll y Nicolette Pierini) a la cabeza pero,
por sobre todas las cosas, será en la hermosa localidad de Belle Isle donde
Monte encontrará aquello que ya nunca esperaba encontrar en ninguna parte: una
razón para vivir.
Una nueva muestra del talento
y la magia de Morgan Freeman que se combina con el trabajo de un brillante
director, una perfecta interpretación de la versátil Virginia Madsen y la
sorpresiva revelación de la joven actriz Emma Furhmann son apenas las
herramientas que están al servicio de una de las mejores y más lindas historias
que el cine moderno nos ha regalado.
Ficha Técnica
Reparto: Morgan Freeman - Virginia Madsen - Emma Fuhrmann - Madeline Carroll - Nicolette Pierini.
Director: Rob Reiner.
Año: 2012.
Duración: 109 minutos.
Calificación El Guionista: 10.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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