Luego de pasar 14 años de prisión por estar involucrado con el IRA, Danny Flynn (Daniel Day-Lewis), un prometedor boxeador, es liberado. Ya con 32 años a cuestas, nada está como lo había dejado: su novia, Maggie (Emily Watson) se ha casado y tuvo un hijo; su entrenador, Ike (Ken Stott), cayó en el alcoholismo; y el gimnasio donde solía entrenar se convirtió en un centro social. Pese a los “consejos” que recibió de irse de Belfast, él piensa en rehacer su vida y recuperar lo que es suyo. Decidido a vivir un nuevo presente, será su pasado el que no lo deje libre tan fácilmente.
Daniel Day-Lewis es un bicho raro del mundo del cine. Es
conocido por entregarse un 100% en sus papeles, como cuando vivió meses en un
centro médico para discapacitados, preparándose para Mi pie izquierdo y
aprendiendo de los pacientes, o cuando exigió no ser tratado por una neumonía
durante el rodaje Pandillas de Nueva York, ya que en el S. XIX (época en la que
está ambientada el film de Scorsese) no había medicamentos para ello. Su método
genera cierta rispidez en sus colegas, como también el hecho de que, mientras
muchos veteranos, ya consagrados, aceptan cinco papeles por año (de los cuales,
con suerte, uno supera la mediocridad) regalando su prestigio, Daniel prefiere
tomarse su tiempo, paseando en moto o dedicándose a la carpintería, y evaluar
minuciosamente los guiones que le envían.
Esto no significa que las estrellas no puedan equivocarse
con sus elecciones, de vez en cuando. El problema es cuando lo hacen
asiduamente y no parece importarles. A mí me despierta admiración la actitud
profesional, tanto dentro o fuera del set de filmación, de Day-Lewis y prefiero
tomar su ejemplo que él de otros. Su filmografía es testigo de pequeñas
manchas, dentro de un currículum sumamente respetable y muy bien cuidado. Su compromiso
y entrega en la tercera obra que realiza junto al director Jim Sheridan,
acompañado por la talentosísima Emily Watson y el noble papel que interpreta
Ken Stott, es lo mejor de la cinta.
Desde su personaje, podemos entender el símbolo que quiere
encarnar, de libertad y tolerancia. Contradictoriamente a su premisa, el medio
para extinguir la violencia es el boxeo, un deporte duro y algo salvaje (mucho
más en el pasado, que ahora), la única salida para mucho de los chicos que
viven allí. En busca de la paz, tanto personal como para su pueblo, nos
interiorizamos en esta cruda y desgarradora historia gracias a las cualidades
del protagonista.
Seguramente The Boxer no sea la mejor película sobre boxeo,
pero por el contexto político-histórico en que está situada y ciertas
situaciones que denuncia, tanto del deporte (la brutalidad de 15 rounds o el
poco hábito para el K.O. técnico), la importancia de la religión en Irlanda
(católicos contra protestantes) o el sufrimiento constante de las mujeres de los presos, sumados a la categoría de su actor principal,
la hacen una obra muy interesante.
Ficha Técnica
Reparto:
Daniel Day-Lewis – Emily Watson – Ken Stott – Brian Cox.
Director:
Jim Sheridan.
Año: 1997.
Duración:
112 minutos.
Calificación
El Guionista: 7.
Películas
por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
donde dice "religiosos contra protestantes" debiò decirse catòlicos contra protestantes, ambas sectas son religiosas
ResponderEliminarMuchas gracias por la corrección, amigo anónimo. Eso fue lo que quise poner desde un principio pero, claramente, me equivoqué.
ResponderEliminar¡Saludos!