lunes, 5 de noviembre de 2012

Skyfall

No es que yo me considere un experto en el tema, pero a lo largo de estos años que llevo de vida, vi todas las películas de James Bond protagonizadas por Daniel Craig, todas las estelarizadas por su antecesor, el bueno de Pierce Brosnan, y alguna que otra donde el mítico agente 007 era interpretado por Sean Connery o Roger Moore, ya no me acuerdo cuál de los dos. En base a esta modesta pero suficiente experiencia en el tema, creo que estoy en condiciones de decir que Quantum of Solace, la que hasta la semana pasada era “la última de Bond”, es de las más flojitas de esta gran franquicia, mientras que el gran acierto que supuso poner a Sam Mendes (Belleza Americana, Road to Perdition, Revolutionary Road) en la silla del director convirtió a Skyfall, nuestro estreno recomendado del día, en la mejor película que hasta ahora yo he visto del agente secreto británico creado por Ian Fleming. ¿Querés saber por qué? Seguí leyendo esta crítica de El Guionista, papá.

El motivo por el que Skyfall sea de lo mejorcito en lo que a cintas del agente 007 se refiere puede encontrarse en un paralelismo que a mí me gustaría establecer entre la mencionada película y el magistral trabajo desarrollado por Christopher Nolan con otro mítico personaje como es Batman. Está de más aclarar (pero lo hago porque siempre hay algún gil) que esta película de Bond no le llega ni a los tobillos a la épica trilogía del hombre murciélago, lo que digo es que Sam Mendes logró extrapolar los elementos clave que son necesarios para que una película con un personaje tan conocido y estructurado pueda escaparse de ser catalogada como “más de lo mismo”.

En primer lugar, Skyfall respeta las tradiciones. Como toda película de Bond, esta empieza con una clásica persecución a alta velocidad, con disparos, lucha cuerpo a cuerpo y un desenlace desfavorecedor para el protagonista que, a la vez, sirve para establecer el factor desencadenante del resto de la película. A esta secuencia, le sigue ese típico clip de animación que presenta a la película, a sus actores y a los principales componentes del detrás de cámara, todo acompañado por un tema de fondo creado especialmente para el film e interpretado por algún artista famoso de la época, que en este caso vendría a ser la rellenita Adele. Y finalmente, todo el resto de los pequeños detalles que no pueden faltar, también se hacen presentes aquí: Judi Dench interpretando a M, un geek del servicio secreto que le da a Jaime Bond uno de esos aparatitos re locos (en este caso, un revólver que reconoce las huellas dactilares y que, por consiguiente, solo puede ser disparado por el agente 007), los trajes de alta costura que usa el protagonista, una linda señorita a la que el mencionado personaje principal se cepilla, autos tan lujosos como veloces y la legendaria frase “Bond, James Bond” que ya es marca registrada.

Listo, todo eso está. Pero no es suficiente para hacer una buena película de Bond, a lo sumo alcanza para “más de lo mismo”, pero de eso la gente ya está un poco aburrida. Por eso, esta última entrega decidió dar un paso más, que se resume en los siguientes elementos.

En primer lugar, la historia. Ya no alcanza con poner a un japonés o a un comunista medio loco y bastante feo cuya única ambición sea hacer explotar un par de bombas nucleares para pasar a dominar lo que resta del mundo. No, el “malo” tiene que ser un personaje un poco más elaborado y eso es lo que justamente viene a interpretar el groso de Javier Bardem. Se trata de un ex agente del servicio secreto británico que, aparentemente, fue traicionado en una de sus operaciones nada más y nada menos que por M, actual mentora y superior de Bond, por la que el bueno de James también está empezando a sentir cierto recelo. Este particular adversario más una pequeña recorrida que al final se produce por la infancia y los orígenes de Bond terminan de darle forma a una trama muy interesante y, sobre todo, distinta a las que veníamos recibiendo de la mano del 007.

Y, en segundo lugar, los actores. En lo personal, creo que Daniel Craig constituye un excelente Bond, más parco y cínico que la mayoría de sus predecesores. Como siempre, Judi Dench no tiene ni la más pequeña fisura en su interpretación de M que, en esta película, tiene mayor participación y evolución como personaje y encima, a estos consagrados actores dentro del mundo Bond, se les suman Javier Bardem (por escándalo, el mejor “malo” que JB ha tenido que enfrentar) y Ralph Fiennes (Voldemort, para los amigos) que, si bien tiene una participación un tanto secundaria como el nuevo director del servicio secreto británico, realiza unas de sus ya habituales excelentes actuaciones y deja la puerta abierta para que su personaje se transforme, en futuras entregas de la saga, en un interesantísimo componente de la historia.

Así que, está todo dicho. Ya sean fanáticos de las películas de James Bond, fieles seguidores de los films de acción, clásicos amantes del cine en general o parte del gran público que de vez en cuando le gusta ir al cine para entretenerse, Skyfall es una muy buena propuesta que, creo yo, satisfará las demandas de la gran mayoría de los espectadores.

Ficha Técnica

Reparto: Daniel Craig - Judi Dench - Ralph Fiennes - Javier Bardem.
Director: Sam Mendes.
Duración: 143 minutos.
Año: 2012.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: vayan al cine.

Tráiler para Cine


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