Como ya mencioné con anterioridad, son de mi agrado las películas donde hay juicios y está en discusión la vida de las personas. Para decidir los destinos de los personajes se deben buscar pruebas, documentos, testimonios y todo esto hace aún más interesante este tipo de films. Pero en este caso, les voy a presentar un subgénero: el jurídico-militar.
Este es el caso de A Few Good Men (Cuestión de Honor, en nuestro país), donde el protagonista es el teniente Daniel Kaffee (Tom Cruise), un prometedor abogado de la marina al que se le asigna un caso bastante complicado. Debe defender a dos marines, acusados de matar a uno de sus compañeros, en la base de Guantánamo (Cuba); pese a que ellos aseguran haber sido un accidente. Todo parece indicar que son culpables de la muerte de William Santiago, y Kaffee preferirá darle mayor importancia a sus partidos de baseball que al juicio.
Pero las cosas cambiarán cuando conozca a la capitana Joanne Galloway (Demi Moore), quien debe supervisar que la tarea de nuestro héroe llegue a buen puerto. La relación entre ellos será muy tensa en sus comienzos (y nunca dejará de serlo) y ambos dudarán de las cualidades del otro. Finalmente, ellos deciden ir al lugar del crimen y viajar a Cuba. Allí, conocerán al Coronel Nathan Jessup (el gran Jack Nicholson), comandante en jefe de la base de Guantánamo. Su presencia genera respeto de inmediato y hasta cierto temor. Un militar con todo tipo de condecoraciones, con la apariencia de una persona pulcra, intachable, nacionalista y gran servidor de su país.
Pero allí en la base, hay cosas que parecen no encajar para nuestros héroes. Las intimidades del mundo militar, sus manejos y procedimientos quedarán al descubierto. Indicios confusos hacen dudar a los abogados sobre el crimen cometido; pero es momento de tomar una decisión. Definitivamente no irán a un arreglo, creyendo en la inocencia de los dos marines. A partir de aquí comenzará un largo camino de frustraciones, desencantos y desilusión; donde Kaffee y compañía difícilmente encuentren la salida.
La actuación de Tom Cruise es buena, en un papel que le calza a la perfección (el de un joven arrogante que se cree más que todos y quiere llevarse el mundo por delante); pero la realidad es que la figura y el que se apodera de esta obra, es otro. A Jack Nicholson, al mejor estilo Marlon Brando, le alcanza con aparecer en dos escenas durante todo el film (su participación no es mayor a los 20 minutos) para adueñarse de éste y ser la figura de peso más relevante. Alcanza con el discurso, cargado de intesidad y magníficas expresiones, que pronuncia cerca del final, frente al teniente Kaffee donde le asegura que por más que la quiera, él "no puede manejar la verdad".
Esta obra que cuenta con la muy buena dirección de Reiner y un excelente guión de Sorkin (alguien que la tiene muy clara) obtuvo 4 nominaciones al Oscar (incluyendo la de mejor reparto a Nicholson). Una excelente película, con una enorme y gratificante escena final (de esas que le dan un valor agregado al film, de por sí bueno) que se convirtió en uno de los grandes clásicos del cine jurídico y que, si les gustan este género, debe ser vista obligatoriamente. Una de mis películas favoritas de los 90's.
Ficha Técnica
Reparto: Tom Cruise - Jack Nicholson - Demi Moore.
Director: Rob Reiner.
Año: 1992.
Duración: 137 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
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