Hace algunos días, mientras
buceaba en las oscuras aguas del mundo del cine descargable por internet, me
encontré con una película reciente de Ricardo Darín de la que no había
escuchado hasta ahora, a pesar de que ya había pasado por los cines. Esto, como
pueden imaginar, me sorprendió muchísimo ya que Darín hoy en Argentina es una
especie de fusión entre Marlon Brando, De Niro, Dustin Hoffman y Al Pacino, por
lo que cada vez que se pone frente a una cámara el periodismo especializado se
encarga de que la noticia se conozca hasta en el Congo belga. Debido a esta
grata sorpresa, hoy les traigo Una
Pistola en cada Mano, film de origen español que, al margen de la presencia
del gran actor argentino, resulta de por sí una película deliciosa.
Para empezar, lo primero que
hay que saber sobre esta cinta es que es de esas que, a lo largo de sus
noventaipico de minutos, condensan cinco o seis historias distintas que
empiezan y terminan para recién después darle paso a la siguiente. Y hago esta
última aclaración para diferenciarla de otros films que, como ustedes muy bien
saben, cuentan con varias sub historias pero que ocurren de forma simultánea y
entrelazada.
Así, Una Pistola en cada Mano, retoma un poco lo planteado por
propuestas como Paris Je T’aime o New York I Love You, donde se agrupan
historias independientes pero con una temática común. En este caso, lo que
vincula a estos cinco o seis pequeños relatos es que, por empezar, todos son
conversaciones entre dos personas, no hay terceros personajes involucrados ni
otras situaciones relevantes al margen de los diálogos. En segundo lugar, cada
encuentro entre los protagonistas de las historias se produce de manera casual
(o aparentemente casual). Dos compañeros de trabajo a punto de irse a casa se
encuentran a la salida de la oficina, dos viejos amigos coinciden bajo el mismo
balcón cuando intentaban guarecerse de una feroz tormenta, dos conocidos se
cruzan en una pequeña plaza mientras uno de ellos paseaba a su perro y
situaciones por el estilo.
Y finalmente, un párrafo
aparte merece el tercer y último punto en común de estos relatos ya que este
tiene que ver con la temática que estos abordan. De alguna u otra manera y por
diversas circunstancias, por lo menos uno de los integrantes de cada historia
está a punto o se acaba de divorciar. Planteado esto, lo que queda es una serie
de diálogos brillantemente escritos, llenos de sutilezas, guiños y momentos
largamente hilarantes que nos llegan de la mano de un elenco espléndido al que
lastimosamente no conozco dada la baja frecuencia con la que me expongo al cine
ibérico. Lo que sí puedo decir es que tanto el mencionado Darín (Nueve Reinas, Tesis sobre un Homicidio, Luna de Avellaneda) como el
crack de Leo Sbaraglia (Días de Vinilo, Sin Retorno, En Terapia), protagonista de la historia inicial de la película,
ya constituyen de por sí una gran razón para que veamos esta excelente
película.
PD: imperdible resulta la
escena final donde casi todos los personajes de las pequeñas historias
coinciden en una fiesta.
Ficha Técnica
Reparto: Ricardo Darín - Leo Sbaraglia - Javier Cámara.
Director: Cesc Gay.
Año: 2012.
Duración: 95 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Tráiler para Cine
Hola! Soy española, acabo de descubrir este blog y vi esta peli hace poco. Me gustó, pero de Cesc Gay prefiero En la ciudad. También es una película coral, pero las historias suceden de forma simultánea. Si podéis encontrarla al otro lado del charco, os la recomiendo.
ResponderEliminarDe Una pistola en cada mano, la historia que más me ha gustado es la de Darín y Tosar. Me encanta el punto de vista que le dan al engaño en la pareja, nada del cabreo tipo "macho ibérico", como si la mujer fuera una posesión del hombre.
Javier Cámara y Eduard Fernández también son dos magníficos actores y, sin embargo, sus escenas no acaban de convencerme. En cuanto a la de Eduardo Noriega, Candela Peña se lo come de un bocado. A este chico yo no acabo de verle las cualidades. Y la última, que es la de las dos parejas, también me gustó bastante.
Al final, incomunicación y soledad. ¿Os habéis fijado lo solos que están la mayoría?
Saludos