lunes, 10 de octubre de 2011

El Mismo Amor, La Misma Lluvia

Hoy quisiera dedicar este Lunes de Drama a todo nuestro público extranjero. A este respecto, deben saber que Google amablemente les informa a todos los usuarios de Blogger, como son los creadores de El Guionista, todo lo que tiene que ver con la cantidad de visitas que sus blogs reciben, de dónde son esos visitantes, cada cuánto entran, a qué posts lo hacen, entre otras categorías. El otro día, mirando cuáles son nuestros cinco posts más visitados para nuestro ranking que encontrarán en la barra de la derecha de este espacio, me encontré también con que El Guionista no solo recibe visitas de usuarios argentinos, sino también mejicanos, españoles, estadounidenses, uruguayos y hasta rusos (no es joda). Por ese motivo elegí El mismo amor, la misma lluvia para recomendarles hoy, porque es un buen retrato de la sociedad argentina, porque cuenta bien nuestras costumbres, muestra al argentino típico tal cual es y explica muchas de las que yo llamo argentineadas (cosas que nos encontramos a diario los argentinos, como por ejemplo el día de la fecha, que es feriado por el 12 de octubre aunque hoy sea 10).


En fin. La película en cuestión relata las aventuras y desventuras de dos personajes que se conocen en los '80 y desarrollan una historia de amor con idas y venidas en un contexto que va desde el fin de la dictadura en nuestro país, pasando por la guerra de Malvinas, la hiperinflación, la llegada al poder de Carlitos Méndez (su apellido está alterado para no generar el efecto mufa que este mandatario producía, otra argentineada típica) y el final de la turbulenta década del '90 por estas latitudes.

Jorge (Ricardo Darín) es un joven escritor de cuentos que se gana la vida produciendo sus pequeños relatos para una revista que combina la actualidad con la cultura. En ella, Jorge trabaja junto al editor de la publicación, que casualmente es su mejor amigo, y al que también se lo conoce como Roberto (Eduardo Blanco). Roberto es un peronista de la primera hora (algo así como míster Daniel Castaño, co-autor de El Guionista) que recibe las cargadas de sus compañeros de trabajo radicales, como Márquez (Ulises Dumont), Marita (Graciela Tenenbaum) y Micky (Rodrigo De La Serna), todos ellos deliciosos personajes.

Pero como los cuentos que Jorge escribe para la revista (que graciosamente se llama “Cosa”) son simples relatos románticos con poco contenido, este genial escritor también se dedica a producir su verdadera obra, otros cuentos más profundos y elaborados, a tal punto que uno de ellos ha llegado al cine o, mejor dicho, un pequeño y emprendedor director porteño ha filmado un corto basado en el cuento de Jorge. La cuestión es que, en la noche del estreno del corto, Jorge enfrentará una gran decepción al comprobar que el director que adaptó su obra para la pantalla (que, dicho sea de paso, es encarnado por David Masajnik, que si googlean su foto van a descubrir que es el clon de Artie Ziff) es un boludo importante, que convirtió su obra en un bodrio insoportable.

Deprimido y todo, Jorge más tarde descubrirá que esa triste noche de decepción cinematográfica se convertirá en el momento más importante de su vida, ya que será la situación en la que conocerá a Laura (Soledad Villamil), la otra protagonista de la historia de amor de la que les contaba al principio.

Con una soberbia dirección de Juan José Campanella, El mismo amor, la misma lluvia combina el humor, el drama y hasta el suspenso al más puro y característico estilo argentino.

Ficha Técnica 

Reparto: Ricardo Darín - Soledad Villamil - Eduardo Blanco - Rodrigo De La Serna.
Director: Juan José Campanella.
Duración: 100 minutos.
Año: 1999.
Calificación El Guionista: 8. 
Películas por catálogo: incluida. 

Tráiler para Cine


1 comentario:

  1. Esta película la descubrí en un momento muy especial de mi vida en el que el entusiasmo por escribir guiones me acompañaba durante todo el día. Verla me conmocionó en muchos aspectos. Más allá de las identificaciones personales que uno pueda tener, es una película destacable de nuestro cine. Campanella ya tenía un estilo muy característico para narrar con imágenes bellas y profundas. Y qué decir del tío Darín?
    Imprescindible para tener en nuestra videoteca.

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