Garden State

Como ustedes recordarán, el otro día (que, dicho sea de paso, es una linda frase para referirse a algo que pasó tanto ayer como hace dos o tres años, por lo menos) comentaba algunas cosas sobre los canales de televisión que dan películas ocasional o permanentemente y lo hacía no precisamente de manera feliz. Ahora, pasado un tiempo de ese derrotero antitelevisivo que hice con respecto al cine, me agarró una especie de cargo de conciencia y quisiera reivindicar un poco las bondades de la caja idiota o TV. Pasa que, casi sin darme cuenta, me di cuenta de un punto a favor que este medio tiene cuando se dedica a reproducir cintas que anteriormente pasaron por la verdadera Gran Pantalla. Paso a explicar.

Hace algún tiempo ya, me encontraba en uno de mis típicos momentos de un estrés intenso producido por el exceso de trabajo, donde mi única tarea consistía en mover el pulgar lentamente para ir cambiando los canales mientras buscaba para algo para ver en una tarde aburrida. Cuando creía que mi búsqueda televisiva no encontraría el éxito para ser tristemente reemplazada por una jornada de tetris online (sí, así de al pedo estoy a veces), me encontré con mi querido Jim Parsons, protagonista de The Big Bang Theory en su personaje de Sheldon, pero en un rol completamente distinto, esta vez usando una armadura medieval. Inmediatamente me dispuse a consultar mi TeleGuía para descubrir que lo que estaba al aire era una película llamada Garden State.

Ahora bien, antes de que lleguen a la conclusión de que la película en cuestión es una bazofia, les diré que la participación de Parsons en la historia dura una sola escena y consiste en un irrelevante pero gracioso personaje que, después de una noche de excesos, amanece envuelto en el mencionado traje medieval, o sea que no esperen encontrar jinetes con espadas y escudos o caballeros de mesa redonda, estamos hablando de una fresca y graciosa comedia de nuestros días que, sin lugar a dudas, creo que no deben perderse, si no la han visto y disfrutado ya.

Andrew “Large” Largeman (Zach Braff), actor de profesión, debe afrontar la difícil tarea de volver a su pequeño pueblo de origen en ocasión del funeral de su madre. Tras diez años de permanecer alejado de su hogar, Large se reencontrará con viejos conocidos, algún que otro amigo que hace siglos que no ve y también con su padre, un prestigioso psiquiatra que ha mantenido a su hijo en un permanente estado de consumo de ciertos fármacos con el objetivo de “ayudarlo” a superar sus problemas, entre los que se destaca la culpa que Andrew siente al ser culpado por el accidente que, durante su infancia, le provocó a su recientemente fallecida madre, haciendo que esta pasara una buena parte de su vida en una silla de ruedas.

Pero en este doloroso reencuentro, Large encontrará la solución a todos los problemas de su retorcida cabeza. Con la ayuda de su amigo de la infancia, Mark (Peter Sarsgaard), y la brillante participación de una graciosa joven (Natalie Portman) que conocerá en la sala de espera de uno de sus múltiples psicólogos, Large decidirá abandonar su medicación y, por primera vez en su vida, se encontrará con sus verdaderas emociones para, así, enfrentar a su despótico padre, superar los conflictos de su infancia y también, encontrar el verdadero amor.

Ficha Técnica 

Reparto: Zach Braff - Peter Sarsgaard - Natalie Portman.

Director: Zach Braff.

Duración: 102 minutos.

Año: 2004.

Calificación El Guionista: 9. 
Películas por catálogo: incluida. 

Tráiler para Cine