Hace exactamente cuatro años, la fiebre del rugby invadió la Argentina luego de que el representativo nacional derrotara, en el partido inaugural de la Copa del Mundo, a su equivalente de Francia, equipo de los más tradicionales de este deporte y anfitrión de esa edición del Mundial. En el pasado mes, motivados por esa destacada actuación de los Pumas, los fanáticos del rugby (que, en nuestro país, convenientemente se multiplican durante la disputa del campeonato del mundo) no han tenido otro tema de conversación que el Mundial de Nueva Zelanda y, probablemente, el llanto de nuestros rugbiers mientras escuchan el himno nacional previo a cada partido.
Como era de esperarse, el equipo argentino cayó duramente derrotado contra el mejor equipo de este deporte y organizador del evento, los All Blaks neocelandeses, una derrota similar a la que había sufrido en el Mundial de Francia; en ese caso, los verdugos de los Pumas habían sido los Springboks, el combinado sudafricano de rugby que es precisamente el protagonista de este Lunes de Drama.
El año es 1995. Nelson Mandela ha terminado su condena de 27 años de prisión en castigo a su valerosa lucha contra la discriminación y la segregación racial propuesta por el Partido Nacional de Sudáfrica, en lo que se conoce históricamente como el apartheid. Electo presidente de los sudafricanos, Mandela ahora debe enfrentar un desafío mayor al que los fríos barrotes de prisión le propusieron durante casi tres décadas: la unión del pueblo sudafricano.
Con políticas revolucionarias como el perdón a los dictadores que violaron todas las libertades de los habitantes de Sudáfrica y lo encarcelaron por oponerse a su régimen tiránico, Mandela comienza a hacer progresos en el plano político de su país. Pero todavía falta algo. Algo que termine de unir al pueblo sudafricano, no desde una burocracia administrativa, sino desde el corazón.
Con su característico pragmatismo, Madiba, como se conocía al presidente sudafricano por ese entonces, decide poner en práctica el plan que unirá de una vez y para siempre a su pueblo.
Con la tercera edición de la Copa Mundial de Rugby a punto de disputarse en tierras sudafricanas, François Pienaar, el capitán del combinado local, se encuentra entrenando junto al resto de los Springboks cuando recibe la noticia de que el Presidente de la República quiere reunirse con él. La reunión queda pactada y, unos días después, estos disímiles personajes se encuentran. Tras intercambiar formales saludos y presentaciones, Pienaar se empieza a preguntar cuál es la verdadera razón por la que se encuentra en la oficina del Presidente, cuando repentinamente Mandela le revela sus verdaderas intenciones: quiere que los Springboks ganen la Copa Mundial.
Con las excelentes actuaciones de Morgan Freeman, que encarna a Mandela en un papel para el que prácticamente estaba predestinado a desarrollar, y Matt Damon, el François Pienaar del mundo cinematográfico, Invictus cuenta la historia verídica de un grupo de jugadores de rugby que, resignados a hacer un papel mediocre en el Mundial de su país solo unas semanas antes de su disputa, lograron la hazaña no solo de alzarse con la Copa , sino de unir a todo un país.
Ficha Técnica
Reparto: Morgan Freeman - Matt Damon - Tony Kgoroge.
Reparto: Morgan Freeman - Matt Damon - Tony Kgoroge.
Director: Clint Eastwood.
Duración: 134 minutos.
Año: 2009.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Con esta película me pasó algo muy raro. No pude verla. Me prestaron el dvd hace tiempo y sólo resistí unos pocos minutos. No soy de abandonar una vez que tomo la decisión de ver algo, pero esa vez no pude mantener los ojos abiertos. Quizás sólo fue sueño acumulado y deba darle otra oportunidad.
ResponderEliminarTe digo que yo la vi en el cine y salí emocionado. Dale una second chance, no te va a defraudar ;)
ResponderEliminarAbrazo Marxe