Primal Fear

Todavía no se los había dicho, pero además de los géneros que les comenté que me fascinan, debo admitirles que las obras que se basan en juicios también son de mi agrado. Sé que ese tipo de películas suelen tener unas cuantas lagunas y deben adaptarse para ser más cortos y efectivos; pero me resulta muy interesante cómo las distintas partes plantean sus argumentos, interrogan a los testigos y, más aún, cómo se profundiza en la historia de vida del acusado. La cinta que hoy nos convoca es un ejemplo de esto.

Primal Fear (pésimamente traducida como “La verdad desnuda” en Argentina) está basada en la novela homónima de William Diehl, la primera de la trilogía literaria que tiene como protagonista a Martin Vail, interpretado en el film por Richard Gere. Martin Vail (Gere) es un ambicioso y pedante abogado defensor de Chicago, que ama ser la noticia principal de todos los medios con sus juicios. Mientras era entrevistado en un bar, verá por la televisión la persecución a un joven, acusado de asesinar al arzobispo Rushman, uno de los habitantes más reconocidos y apreciados de la ciudad. El adolescente de 19 años es Aaron Stampler (Edward Norton), uno de los monaguillos de Rushman, que fue atrapado bajo las vías de un tren y se encontraba totalmente cubierto de sangre.

Nadie lo cree inocente, ni siquiera los compañeros del abogado criminalista; pero Vail no dudará ni un segundo en tomar el caso de Stampler, por más que todo indique que él fue el asesino del arzobispo. Aaron le asegura a su defensor que él no fue, que había un tercero; pero él no puedo recordarlo porque sufre de desvanecimientos y “pierde la cuenta”. El joven acusado será asistido por una psiquiatra (Frances McDormand) que intentará ayudarlo con su condición. Por más que a Vail no le interese lo que él mismo cree, lentamente comenzará a creerle al chico. En la corte, Martin deberá enfrentarse a su ex compañera, Janet Venable (Laura Linney), con la que anteriormente mantuvo un affaire. Ambos trabajaban para John Shaughnessy (John Mahoney), el magnate de la ciudad; pero Vail abandonó su cargo (manteniendo cuentas pendientes con Shaughnessy) y Venable lo reemplazó.

A medida que descubre nuevas pistas, el camino se oscurecerá aún más, toda seguridad se irá diluyendo y Aaron se encontrará, constantemente, tambaleando entre la culpabilidad y la inocencia. Este juicio, nublado por corrupción y abusos, despertará todas las pasiones del abogado que deberá acudir a toda su astucia, agudeza e inteligencia para no dejar ningún cabo suelto y poder derrotar a Venable en la corte y a Shaughnessy frente al jurado. Finalmente, ¿Aaron será culpable o inocente?

Esta intensa y cautivante trama girará en torno a la investigación de Vail sobre el caso Stampler y las relaciones personales que mantiene con el joven, con Venable y con Shaughnessy. A Richard Gere, pese a no ser un actor como muchos dotes para la ficción, este papel le queda muy bien. Interpretando de una manera sólida y convincente a este abogado arrogante, mediático y vanidoso, que sólo parece preocuparle su imagen; también nos mostrará su otra faceta, la de una persona enferma por su trabajo y que defenderá sus ideales hasta el final: él cree que “toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario” y que “a veces, personas muy buenas hacen cosas muy malas”.

Todo lo que les dije es cierto, pero debo admitirles cuál fue la verdadera razón por la que llegué a esta película (aunque ustedes seguramente ya lo dedujeron): Edward Norton. Como les conté, ya vi toda su filmografía, pero cabe destacar que este fue su debut en la pantalla grande y por esta enorme actuación fue nominado al Oscar como mejor actor de reparto y obtuvo un Globo de oro por la misma categoría. En esta obra, este magnífico actor nos ilumina con su talento, como una prometedora revelación, y nos da indicios de lo que será su carrera, afirmada hoy como una gran estrella.

De manera excelente (y posiblemente en uno de sus 5 mejores papeles), Norton interpreta a Aaron, un chico con mirada inocente, angelical y carente de cualquier tipo de maldad. Con su tartamudeo nos generará lástima y hasta ternura. Pese a que mucha de las cosas que diga, sean difíciles de comprender; él, con sus expresiones y su fragilidad, nos convencerá de que es cierto. Pero a medida de que se enfrenta con los otros personajes (Gere, McDormand o Linney) su línea dramática irá creciendo de manera abrupta, escalofriante y asombrosa; y su perfomance alcanzará niveles sobresalientes. A lo largo del film recibiremos cuotas de todo ese talento que intento describir; pero será en el maravilloso el final donde entenderán de qué les estoy hablando.

Para los fanáticos de este género de películas o de Edu Norton, es de visión obligatoria. Para aquellos que no integran ese grupo (en el que yo soy socio vitalicio y fundador), es una película muy recomendable; atractiva, misteriosa, intrigante y muy intensa.

Ficha Técnica

Reparto: Richard Gere – Edward Norton – Laura Linney – John Mahoney .
Director: Gregory Hoblit.
Año: 1996.
Duración: 129 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

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