sábado, 14 de mayo de 2011

You Can Count On Me

“Blogger no está actualmente disponible”. Esa ha sido la frase que en las últimas horas he leído con más frecuencia y la verdad que me resulta irritante. No obstante, realizaré mi crítica por más que el señor Blogger esté indispuesto, en el baño o tenga problemas personales; tema de él. Pero El Guionista no cesa, jamás. Tenemos un compromiso con nuestro público de un mínimo de cinco recomendaciones por semana y lo vamos a cumplir siempre y con gran calidad (espero que este post salga el viernes, sino saldrá en el fin de semana). Pasemos a la película.


Siempre les menciono mi fanatismo por el cine negro, mi género favorito. Pero también debo contarles que tengo un gran aprecio por los dramas, especialmente los de pueblo chico que, personalmente, me fascinan. Estas obras se caracterizan por tener pocos personajes (de los cuales se destacan dos o tres), también carecen de muchos escenarios (la mayoría dentro de esa pequeña localidad) y, como dice el dicho: “pueblo chico, infierno grande”, las adversidades que se pueden presentar son inversamente proporcionales al lugar donde se desenvuelve el relato.

You can count on me (o Puedes contar conmigo –¡sí!,¡por fin una traducción coherente!-) cuenta la historia de dos hermanos: Sammy (Laura Linney) y Terry (Mark Ruffalo), quienes perdieron a sus padres cuando eran niños y que un tiempo después de ese incidente cada uno tomó un camino distinto (Sammy se quedó en el pueblo de toda su vida, Scottville, mientras que Terry decidió salir a conocer el mundo, para jamás volver a su lugar de origen). Pasaron varios años y Terry decide volver, por problemas económicos, a Scottville para pedirle financiamiento a su hermana, que no sabe de él hace meses. Pero Sammy estaba ilusionada con que él se quedaría unas semanas en su casa junto a ella y a Rudy (hijo de Sammy, sobrino de Terry). En el almuerzo de reencuentro (por favor, presten atención a esta escena, es maravillosa) el clima de alegría se transformará en agresión; pero, finalmente, el resultado será que Terry se quedará algunos días con su hermana y su sobrino (y este será el momento en el cual comenzarán absolutamente todos los problemas).

Sammy es una mujer muy sobreprotectora con su hijo Rudy (Rory Culkin), probablemente a causa de que ella es una madre soltera y por su historia de vida que involucra el accidente fatal de sus padres. Ella intenta mantener a su hijo dentro de una cajita de cristal, pero todo lo que ha logrado esconder y evitar en estos años (especialmente, que Rudy conozca a su padre, a quien Sammy considera una “mala persona”), Terry lo sacará a la luz en cuestión de días. Además, Terry establecerá una muy linda relación de amistad y compañerismo con su sobrino (otra escena impagable es cuando Terry lleva a jugar al pool a Rudy, al único bar del pueblo). La relación entre los hermanos se volverá cada vez más tensa donde la gran víctima (como siempre suele pasar) será el niño, el personaje más cautivador de esta cinta. Sammy creerá ser el ejemplo de seriedad y madurez que todos deberían obedecer (incluyendo su hermano menor quien es bastante desorganizado con su vida); pero a lo largo de la cinta descubriremos que no es así y que realmente el personaje más maduro es Rudy: quien debe soportar todo tipo de engaños y situaciones poco agradables; y lo hará de una manera muy adulta.

El gran desempeño de los protagonistas genera que esta obra, aparentemente simple, se convierta en una película totalmente atractiva para el espectador, tanto por su labor como por la identificación que muy fácilmente se puede lograr con ellos. La actuación soberbia de Laura Linney (una de las mejores actrices desde hace 15 años) le valió su primera nominación al Oscar; interpretando a una mujer que pretende controlar y guiar la vida de todos cuando, realmente, todavía no pudo encarrilar la suya. Probablemente, este es el papel que catapultó a Mark Ruffalo a la popularidad (por más que él nunca olvidó sus orígenes del “cine independiente”), personificando a un gran muchacho que también sufre de una crisis de identidad y de comportamientos casi autodestructivos. En cuanto a Rory Culkin, interpreta en muy buen nivel a un niño que te encantaría tenerlo en tu mesita de luz; ya que resulta adorable por su inocencia y admirable por su madurez.

En los dramas de pueblo chico, además de las características que mencioné anteriormente, la “amenaza” suele ser un agente externo: alguien que conoce el mundo, lo ha vivido y rompe con el equilibrio y la monotonía del ritmo de vida de esa localidad. Y ni hablar si los protagonistas se alejan de ese pueblo; todo lugar nuevo pasa a ser el “enemigo”. Esta película no será la excepción y también contará con todos estos elementos. Una obra que explora los planos de lo sentimental y las relaciones humanas, pero con una notable sutileza, para nada exagerada y de una manera completamente íntima.

La tarea de Kenneth Lonergan también se destaca no sólo en su dirección, sino en el impecable guión y en la impactante y hermosa fotografía, con planos uno más bello que otro (un ejemplo: presten atención al de la avenida, donde Terry desciende del ómnibus). Cuando esta clase de películas es tan magnífica, conmovedora y encantadora es imposible no recomendarlas porque, justamente, es imposible no sentirse reflejado en alguno de todos los protagonistas.

Ficha Técnica

Reparto: Laura Linney – Mark Ruffalo – Rory Culkin – Matthew Broderick.
Director: Kenneth Lonergan.
Año: 2000.
Duración: 110 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine

2 comentarios:

  1. Hola! Creo que una vez te conté que las historias de pueblo chico me fascinan, para disfrutarlas y para escribirlas también.

    Te cito: "alguien que conoce el mundo, lo ha vivido y rompe con el equilibrio y la monotonía del ritmo de vida de esa localidad. Y ni hablar si los protagonistas se alejan de ese pueblo; todo lugar nuevo pasa a ser el “enemigo”"

    No podías haberlo expresado mejor. Es la esencia de esas historias y de quienes muchas veces nos encontramos ajenos a lo que hay más allá de nuestra diminuta existencia.

    Me dieron muchas ganas de verla. Y Ruffalo es un capo, vi muchas de sus pelis y siempre me gustó lo que hace.

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  2. Sí, me acuerdo y estoy seguro que cuando veas esta película te va a fascinar. Además de grandes actuaciones posee una dirección artísitica formidable.

    Pronto subiré mi "drama de pueblo chico" favorito. Lo prometo.

    Abrazo Marxe, gracias por comentar siempre.

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