DeUsynlige

Para serles sincero, este título no es el típico film de crimen al que los tengo acostumbrados. La realidad es que es un dramón de aquellos pero, como el hecho delictivo es lo que desata toda la trama, hago trampa y la publico hoy (porque realmente vale la pena).

DeUsynlige (Aguas turbulentas o Troubled water) se sitúa en Oslo donde una madre sale de paseo con su hijo. Dos chicos, en una actitud de vandalismo y aprovechando el descuido de la señora, secuestran al niño y huyen con él. A partir de este momento todo será tragedia. Ocho años después, Jan (Pål Sverre Valheim Hagen), uno de esos muchachos, es puesto en libertad después de cumplir su condena. Siendo un talentoso organista decide probarse en una iglesia y así poder comenzar su nueva vida desde cero (para ello también le es aconsejando que utilice su segundo nombre).

Luego de que su amigo de la infancia y los demás presidarios le dieran una despedida demasiado cálida, Thomas (ya no más Jan) se presenta en el casting aunque rápidamente es rechazado por su corta edad. Ofuscado, de igual manera se acerca al piano y demuestra toda su maestría con el instrumento. Anna (Ellen Dorrit Petersen), la joven sacerdote del templo, finalmente decidirá contratarlo.

Thomas comenzará a entablar una relación con ella, quien es madre soltera, irónicamente, de un niño muy parecido al que había secuestrado. Todo parece encaminarse en la vida de nuestro protagonista, cuando Agnes (Trine Dyrholm) reaparecerá en su vida y lo reconoce como el joven que ocho años atrás, le quitó la vida a su hijo. Tanto Thomas como Agnes volverán a enfrentarse con su pasado.

Este es un drama muy profundo e intenso, donde la culpa y la inocencia de nuestros héroes estarán en tela de juicio hasta el final de la cinta. Las enormes interpretaciones de los dos protagonistas facilitarán el hecho de compenetrarnos con el argumento y ser sus ojos; logrando un alto grado de empatía con ambos.

Pasada la primera hora, el seguimiento abandonará a Thomas para volver al día de su liberación pero esta vez desde la perspectiva de Agnes. Mediante los flashbacks podremos ver qué fue lo ocurrido en el momento crucial que marcó la vida de los dos personajes. Esto, a su vez, dificulta el hecho de tomar posición por alguno de los dos ya que ambos son almas en pena que llevan una gran carga y se enfrentan en un duelo actoral de altísimo nivel.

Además no puedo olvidarme de la música: no sólo por su bella banda sonora sino porque es el gran conector de estas historias (tanto en los fragmentos de esperanza como en aquellos de desazón). Es la música quien le brinda a nuestro protagonista la posibilidad de alcanzar su segunda oportunidad en la vida.

Esta es la última entrega de la "trilogía de Oslo", compuesta además por Schpaaa y por Hawaii, Oslo; todas dirigidas por Erik Poppe. Por lo que vi hasta el momento del cine escandinavo, por lo general, suele ser lento pero sumamente reflexivo. Esta cinta no pierde su esencia aunque tiene algunas diferencias como el hecho de contar dos puntos de vista distintos del mismo relato, fortaleciéndolo, o la utilización de flashbacks, fundamentales para generar suspenso.

Al terminar de verla, me resulta inevitable referirme a Boy A y a Dead Man Walking; con desentramado mucho más parecido a la primera pero con un tema central más relacionada a la segunda: la importancia de la confesión y el perdón, sin importar el cumplimiento de una condena.

Ficha Técnica

Reparto: Pål Sverre Valheim Hagen – Trine Dyrholm – Ellen Dorrit Petersen – Trond Espen Seim.
Director: Erik Poppe.
Año: 2008.
Duración: 115 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine