Hace algunas semanas, en nuestro período de ausencia por las vacaciones de invierno (que provocó una alarmante suba en el índice de suicidios, sobre todo entre aquellos que, en el último censo, contestaron que sí a la pregunta “¿le gusta el cine?”), tuve la dicha de disfrutar una semana de soledad en mi hogar, esto es, sin la presencia de los componentes de mi núcleo familiar (padre, madre y pequeño hermano). Durante ese feliz período, además de muchas otras gratificantes actividades, tuve que hacerle frente a diversas labores domésticas, entre las que por supuesto se incluía la de cocinar.
Debo confesar que, en lo que a la tarea culinaria se refiere, soy más inútil que el actual vicepresidente de la Nación, es decir, un cero a la izquierda. Sin embargo, en esta época moderna existe una solución para todo y, en mi caso, los diversos imanes pegados en la heladera acudieron en mi auxilio. Después de un par de días alimentándome de la peor chatarra que se pueda imaginar, decidí que debía hacer algo al respecto y, aunque no lo crean, el cine fue la respuesta ya que decidí ver Super Size Me buscando que, en una de esas, la película me impresione y me convierta en vegetariano de la noche a la mañana.
Super Size Me es en realidad un documental dirigido por Morgan Spurlock que trata el tema de la comida chatarra, especialmente la de McDonald’s, a partir de un peculiar experimento del que el propio Spurlock es protagonista. El largometraje empieza con el momento en que este personaje se dirige a una institución médica en la que se realiza todo tipo de estudios para obtener un diagnóstico completo de su estado de salud. Obteniendo excelentes resultados en todas las pruebas realizadas, el bueno de Morgan pasa a explicarnos su experimento.
Durante los siguientes 30 días, Morgan no comerá otra cosa que no sean productos vendidos en los locales de McDonald’s, desde las tradicionales hamburguesas hasta las “nutritivas” ensaladas, pasando por los McNuggets, McMuffins y prácticamente todo lo que incluya el prefijo Mc. Ahora bien, esta experiencia incluye otros apartados al margen de la premisa central (realizar el desayuno, el almuerzo y la cena en McDonald’s todo el mes). Durante las cuatro semanas en las que se desarrolla este documental, Morgan deberá probar todos los productos del menú McDonald’s y deberá contestar afirmativamente siempre que uno de los empleados del local de comidas rápidas le pregunte “¿desea agrandar su combo por un dólar?”.
Si bien esta tradicional propuesta fílmica resulta recomendable solamente por el experimento que su protagonista se propone, el recorrido que el espectador realiza junto a él, los testimonios de los expertos que se incluyen más los graciosos comentarios de la novia de Morgan que cree que su novio se volvió loco, le dan el rótulo de “imperdible” a este documental que, además, tiene un final acorde a su genial desarrollo.
PD: las crudas imágenes de Super Size Me no pudieron conmigo, por lo que en mi semana homealone, el pibe del McDelivery parecía que vivía conmigo en casa.
Ficha Técnica
Reparto: Morgan Spurlock - Daryl Isaacs - Lisa Ganjhu.
Director: Morgan Spurlock.
Año: 2004.
Duración: 100 minutos.
Calificación El Guionista: 8.
Películas por catálogo: incluida.
Tráiler para Cine
Siempre hay un hereje dispuesto a dilapidar a los íconos religiosos de nuestra generación. Pero meterse con Mc es demasiado! Quiere alguien pensar en los niños?????? :P
ResponderEliminarEl comedero de los arcos dorados da para todo, incluso para leyendas urbanas como que las hamburguesas están hechas de lombrices o que esperar más de 1 minuto tu pedido implica que te llevás tu bandejita sin pagar ni un sólo Galleon.
En mis años universitarios supieron convecerme de que el color amarillo estimula el apetito pero la música fuerte y los asientos incómodos te obligan a desocupar rápido tu lugar para que otro cliente tome la posta de consumir y rajar.
La idea de esta peli está buena, pero supongo que si todos los días te alimentás de soja, de pescado o de naranjas el resultado también va a ser malo. Yo desde hace años no como frituras, ni carnes rojas, tampoco uso sal. Pero cada tanto me permito una cajita feliz.