Les Misérables

Creo que el único musical que había visto hasta ayer es Todos dicen I love you y ese lo vi solo porque su director es Woody Allen y por la presencia de cierta actriz que es la debilidad de quien escribe. Pero claro, este año Hollywood decidió hacer la versión moderna de Los Miserables, recibiendo nominaciones a todos los premios habidos y por haber y con un elenco de lujo. Ergo, ayer a la noche me regalé mi segunda función de una película de este género. ¿Conclusiones? Pasen y vean.

A comienzos del siglo XIX Francia estaba marcada por una época posible de resumir en solo dos palabras: miseria y esclavitud. Pocos son los que tienen mucho y muchos son los que tienen prácticamente nada. Burgueses, nobles, terratenientes, la alta sociedad. Incontables son los nombres que resultan válidos para referirse al primer grupo. El segundo es conocido como Los Miserables.

El principal exponente de estas pobres almas en pena que, en su conjunto, le dan nombre a la película es el esclavo identificado como el número 24601, aunque también responde al nombre de Jean Valjean. El film empieza con al mencionado esclavo, acusado de robo, le es concedida la libertad condicional y asignada la celosa vigilancia del oficial Javert, con quien entablará una fuerte relación durante la incesable persecución que los unirá luego de que Valjean viole la condena que le fuera asignada.

Y este será el hilo conductor de la película que, a partir de esta introducción con el binomio Valjean-Javert, constará de otras tres grandes partes con sus respectivos protagonistas.

La primera es la mejor de todo el film y esto tiene que ver con quien, sin dudas por lo menos para mí, será la ganadora del Oscar a Mejor Actriz de Reparto, Anne Hathaway (TDKR, El Superagente 86). Se trata de la historia de Fantine, una pobre trabajadora parisina que, luego de un desafortunado malentendido, pierde su trabajo y se ve obligada a hacer todo tipo de sacrificios para poder enviarle dinero a su hija Cosette, ahora en manos de una familia adoptiva. Y esos sacrificios a los que me refería son tan desgarradores (por ejemplo cortarse el pelo y sacarse dos muelas para venderlos o directamente prostituirse) que elevan el trabajo de Anne Hathaway a un nivel superlativo, logrando emocionarme con su hermosamente triste canción sobre los sueños, por ejemplo.

Pero en ayuda de Fantine aparecerá el bueno de Valjean, magistralmente interpretado por Hugh Jackman (X-Men, El Gran Truco) que, mientras huye de las garras de Russell Crowe (Una Mente Brillante, Gladiador) en su papel del oficial Javert, hará lo imposible por encontrar a Cosette y salvarla de sus padres adoptivos, que vienen a protagonizar la segunda parte del film. Se trata de Thénardier y de su esposa Madame Thénardier, dos buenos para nada interesados solamente en el dinero que explotan a la pobre hija de Fantine y que, dicho sea de paso, son llevados a la pantalla por el exótico Sacha Baron Cohen (El Dictador, Borat) y Helena Bonham Carter (El Club de la Pelea, El Discurso del Rey).

Y así es como llegamos a la tercera parte de la película que, por supuesto, daré cierre a todas las demás historias y se inicia con un grupo de jóvenes revolucionarios que se plantean el objetivo de derrocar al régimen imperante para acabar con la pobreza y la opresión que los aqueja. Conoceremos aquí la verdadera naturaleza de la pequeña Cosette, convertida ya en toda una mujer; nos será presentado Marius, uno de los jóvenes revolucionarios que no solo luchará por la libertad de su país sino por el corazón de la mencionada joven; y también se profundizará más en quien para mí es el otro gran personaje de la película: Eponine, hija de Monsieur y Madama Thénardier a quien viéramos solo de pasada ya que compartió su infancia con la hija de Fantine y que en este fragmento realmente se luce. Menciones especiales para el reparto joven del film: Eddie Redmayne (The Yellow Handkerchief, My Week with Marilyn), Amanda Seyfried (Chloe, Mamma Mia!) y Samantha Barks que verdaderamente se ponen la película al hombro en esta parte tan fundamental.

Dura dos horas y media, está ambientada en la Francia del siglo XIX, trata problemáticas políticas y sociales, los personajes no dejan de cantar en toda la película y aún así Les Misérables logra ser interesante, entretenida y hasta emocionante gracias a una historia que ya es un verdadero clásico y a un grupo de actores que se destaca por su brillante labor dramática a la que se suma el mágico toque del canto. Una obligación verla.

Ficha Técnica

Reparto: Hugh Jackman - Russell Crowe - Anne Hathaway - Eddie Redmayne - Amanda Seyfried - Helena Bonham Carter - Sacha Baron Cohen.

Director: Tom Hooper.

Año: 2012.

Duración: 150 minutos.

Calificación El Guionista: 8.

Películas por catálogo: incluida.

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