viernes, 15 de febrero de 2013

Lincoln

Steven Spielberg es un nombre que, así como cualquier marca, denota calidad asegurada. Nadie se atrevería jamás a decir que algún producto suyo es de pésima calidad. Queda claro que algo hizo a lo largo de su trayectoria para ganarse el inconsciente colectivo del público, como de los críticos. No obstante, así como están los objetos "de marca", también están aquellos de segunda línea, que no poseen el mismo nombre pero muchas veces nos hacen preguntar si hay una gran diferencia entre ambas, además del excesivo costo. Hoy, para este fin de semana, El Guionista les trae a Lincoln; una de las candidatas a obtener el Oscar a mejor película de 2012.


Estados Unidos se ve inmerso en la cruenta Guerra Civil, donde el sur y el norte se encuentran divididos a causa de la esclavitud que unos defienden y otros aborrecen. El presidente Abraham Lincoln (Daniel Day-Lewis) está convencido que la 13º enmienda a la Constitución es la solución para reunir al pueblo estadounidense y, al mismo tiempo, abolir la esclavitud. Un gran dilema se presenta para el primer mandatario, ya que necesitará mantener en pie a esta guerra para poder llevar adelante su propósito. 

¿Me atrevo a decir que Steven Spielberg es un mal director? De ninguna manera. En cada plano, en cada secuencia, en cada escenografía, uno puede ver el sello de este antológico director. Pero existen otros puntos que me resultan cuestionables en la mayoría de sus producciones y, particularmente, en este largometraje.

Lincoln es una película ilustrativa, que toma un determinado y trascendente lapso de la vida de esta relevante figura histórica, como del pueblo de Estados Unidos. Pero ese es el primer problema: es una película totalmente dirigida para ellos: para repasar su historia y para agigantar la figura de uno de sus próceres. Seguramente, Spielberg estará contento de recaudar a lo largo del globo y hasta agradecerá, pero no es su intención dirigirse al público mundial. Su mirada es ombliguista y no es un relato épico; es un relato histórico, llano y correcto. Cualquiera podrá decirme que, aquel que se sienta interesado, acudirá a verla; pero no creo que sea más enriquecedora que los libros de historia o algunos documentales, con la gran salvedad de que es una ficción y está interpretada por actores colosales, que logran destacarse sin opacar a los otros.

Cada vez estoy más convencido de haber elegido a Daniel Day-Lewis (Mi pie izquierdo, The Boxer) como uno de mis actores favoritos. Qué terrible actor y que fenomenal caracterización, en un trabajo conjunto con maquilladores y vestuaristas. En cuanto a Sally Field (Forrest Gump, The Amazing Spider-Man), debo darle la derecha al bueno de Steven por recuperar a una gran actriz que retribuye su confianza en forma de un brillante desempeño.

La nominación a mejor reparto le tocó a Tommy Lee Jones (La Conspiración, MIB3) y se la ha ganado; pero si le hubiese tocado a James Spader (que, junto con John Hawkes -The Sessions, Contagio- tienen la importante función de desestructurar esta obra) o a David Strathairn (Fracture, The Firm), yo no me hubiese quejado. Joseph Gordon-Levitt (TDKR, 50/50), Hal Holbrook (All the President's MenInto The Wild), Jackie Earle Haley (Watchmen), Jared Harris (Benjamin Button) son, de los nombres más conocidos, algunos de los muchos otros que también están a la altura.

Otro de los grandes talentos de Spielberg es su ojo clínico para elegir elencos y dotarlos a cada uno de los minutos necesarios para su lucimiento individual y en grupo. Por otro lado, y también a su favor, debo decir que aquí dejó de lado sus típicos golpes bajos; una de sus mañas favoritas que, personalmente, suelen irritarme sobremanera. No puso en pantalla esos monólogos autocríticos de los protagonistas y apenas utilizó a la guerra para emocionarnos (aunque, con la música del magnífico John Williams, es más que suficiente).

Ahora, debemos admitir que su era de apogeo caducó hace rato. No obstante, sigue existiendo una gran banda de aduladores (en especial, los jueces de los premios Oscar), que siguen enalteciendo y sobredimensionando sus trabajos, como si fueran La lista de Schindler. Él mejor que nadie conoce el nivel de sus obras y, como un apasionado del séptimo arte, debería enfocarse aún más en su faceta de productor y permitirle más espacio a las nuevas camadas de realizadores. No es culpa de él, quiero dejar esto claro. Steven Spielberg es un astro del mundo cinematográfico, un peso pesado que se ganó su lugar. Pero hoy es su chapa la que obliga a nominarlo siempre, eclipsando a sus colegas, más que el resultado de sus producciones.

Estoy muy lejos de creer que Lincoln es una de las mejores nueve películas de 2012, ni siquiera de las mejores estadounidenses. Su alta calidad está garantizada (por sus intérpretes, su director, por la realización en general), pero dudo mucho que logre cautivar por su guión (bastante pausado y complejo, en cuanto a su articulación y su vocabulario) y por su historia.

Ficha Técnica

Reparto: Daniel Day-Lewis - David Strathairn - Sally Field - Tommy Lee Jones.
Director: Steven Spielberg.
Año: 2012.
Duración: 150 minutos.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: en el cine.

Tráiler para Cine


2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, el manejo de cámaras increíble, pero Spielberg es de esos de "crea fama y échate a la cama". A la película le faltó mucho, tanto que sólo los estadounidenses contados pueden entender, prque así se enseña la historia actualmente, con películas vacías que dan por hecho que todas las acciones ya son conocidas.

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  2. Muchas gracias, amigo anónimo, por tu comentario. Espero que no sea el único y que nos dejes tu nombre o apodo, así te puedo responder por él.

    ¡Abrazo!

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